Deuteronomio 17 - Comentario Bíblico de Matthew HenryDeuteronomio 171 »Si le ofrecen a Dios un toro o una oveja, asegúrense de que estén en perfecto estado, porque a él no le agradan las ofrendas con defectos. 2 »Nuestro Dios les dará ciudades donde puedan vivir. Pero tal vez haya quienes comiencen a adorar dioses falsos. Si adoran al sol, a la luna o a las estrellas, estarán desobedeciendo a Dios y rompiendo el pacto que hicieron con él. 4 Cuando sepan que alguno de ustedes está haciendo eso, antes que nada investiguen si es verdad. Y si realmente está cometiendo un pecado tan terrible, 5 lleven a esa persona ante el tribunal de la ciudad, que deberá condenarla a morir apedreada. 6 »Ahora bien, un solo testigo no basta para condenar a muerte a una persona. Solo podrán condenar a muerte a alguien si hay dos o tres testigos de la falta cometida. 7 Si la persona es culpable, los primeros en arrojarle piedras serán los testigos; luego la apedreará todo el pueblo. Así lograrán que no haya maldad entre ustedes. 8 »En casos más difíciles, como cuando alguien mata a otro, o cuando en un gran pleito hay heridos, tendrán que ir al Santuario. 9 Allí hablarán con los sacerdotes y con quien en ese momento sea el juez, y les explicarán lo sucedido. Ellos decidirán qué hacer con el culpable. 10 Ustedes, por su parte, deberán seguir fielmente todas las instrucciones que ellos les den para castigarlo. 12 »Si alguno de ustedes, por orgullo, se niega a aceptar la decisión del juez o del sacerdote, que son servidores de Dios, será condenado a muerte. »Si ustedes obedecen estos mandamientos, no habrá maldad en Israel, 13 porque el pueblo tendrá miedo y entenderá que no debe ser orgulloso». Instrucciones acerca de los reyes14 Moisés continuó diciendo: «Cuando hayan conquistado el país que Dios les va a dar, y ya estén instalados en sus pueblos, tal vez querrán tener un rey que los gobierne, como lo tienen otros pueblos. 15 En tal caso, solo podrán nombrar como rey al israelita que Dios elija. Ningún extranjero podrá ser rey de Israel. 16 »El rey que haya sido nombrado no deberá comprar grandes cantidades de caballos, ni mucho menos ir a conseguirlos en Egipto, porque Dios nos prohibió volver a ese país. 17 Tampoco deberá tener muchas esposas, porque ellas podrían llevarlo a desobedecer a Dios. Por último, ese rey tampoco deberá acumular mucho oro y plata. 18 »Cuando el rey que ustedes nombren comience a reinar, ordenará que le hagan una copia del libro que contiene los mandamientos de Dios. Esa copia quedará bajo su cuidado, y deberá leerla todos los días. Así el rey jamás se sentirá superior a los demás israelitas, sino que aprenderá a obedecer a Dios y a respetar todos sus mandamientos. Si el rey sigue estas instrucciones, él y sus descendientes reinarán sobre Israel para siempre. El libro original de la ley estará siempre al cuidado de los sacerdotes». Deuteronomio 17Deuteronomio 17 - Introducción* Todos los sacrificios deben ser perfectos, los idólatras deben ser muertos. (1-7) Controversias difíciles. (8-13) La elección de un rey, sus deberes. (14-20) Deuteronomio 17:1-71-7 Ninguna criatura que tuviera algún defecto debía ser ofrecida en sacrificio a Dios. De esta manera, se nos llama a recordar el sacrificio perfecto, puro e inmaculado de Cristo, y se nos recuerda que debemos servir a Dios con lo mejor de nuestras capacidades, tiempo y posesiones, o nuestra pretendida obediencia le será odiosa. A los idólatras judíos se les infligía un castigo tan grande como la muerte, y una muerte tan notable como la lapidación. Que todos los que en nuestros días erigen ídolos en sus corazones recuerden cómo Dios castigó este crimen en Israel. Deuteronomio 17:8-138-13 Se debían establecer tribunales de justicia en cada ciudad. Aunque su juicio no tenía la autoridad divina de un oráculo, era el juicio de hombres sabios, prudentes y experimentados, y tenía la ventaja de una promesa divina. Deuteronomio 17:14-2014-20 Dios mismo era de manera especial el Rey de Israel; y si ellos ponían a otro sobre ellos, era necesario que Él escogiera a la persona. En consecuencia, cuando el pueblo deseó tener un rey, acudieron a Samuel, un profeta del Señor. En todos los casos, la elección de Dios, si tan solo podemos conocerla, debería dirigir, determinar y prevalecer sobre la nuestra. Se dan leyes para el príncipe que debía ser elegido. Debe evitar cuidadosamente todo lo que lo alejaría de Dios y de la religión. Las riquezas, los honores y los placeres son tres grandes obstáculos para la piedad (los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la soberbia de la vida), especialmente para aquellos en posiciones elevadas; contra estos, el rey está advertido aquí. El rey debe estudiar cuidadosamente la ley de Dios y hacer de ella su norma; y teniendo una copia de las Escrituras escrita por él mismo, debe leerlas todos los días de su vida. No es suficiente tener Biblias, sino que debemos usarlas, usarlas diariamente, mientras vivamos. Los discípulos de Cristo nunca aprenden más allá de sus Biblias, pero siempre tendrán necesidad de ellas, hasta que lleguen a ese mundo donde el conocimiento y el amor serán perfeccionados. La escritura y lectura del rey no servirían de nada si no practicaba lo que escribía y leía. Y aquellos que temen a Dios y guardan sus mandamientos, se beneficiarán mejor incluso en este mundo. |
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Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit