Marcos 2 - Comentario Bíblico de Matthew HenryMarcos 21 Y DESPUÉS de algunos días entró otra vez en Capernaum, y se oyó que estaba en casa. 2 E inmediatamente se juntaron muchos, tanto que ya no había lugar, ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. 3 Entonces vienen a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. 4 Y no pudiendo llegar a él por causa del gentío, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. 5 Y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. 6 Y estaban sentados allí unos de los escribas, y cavilaban en sus corazones: 7 ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? 8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que así cavilaban dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? 9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho, y anda? 10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados (dice al paralítico): 11 A ti te digo: Levántate, y toma tu lecho, y vete a tu casa. 12 Entonces él se levantó luego, y tomando su lecho, salió delante de todos; de manera que todos se asombraron, y glorificaban a Dios, diciendo: ¡Nunca tal hemos visto! 13 Y volvió a irse al mar; y toda la multitud venía a él, y les enseñaba. 14 Y pasando, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose le siguió. 15 Y aconteció que estando Jesús a la mesa en su casa, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa con Jesús y sus discípulos; porque eran muchos, y le seguían. 16 Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y los pecadores, dijeron a sus discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con publicanos y pecadores? 17 Y oyéndolo Jesús les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos: No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. 18 Y los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban; y vienen, y le dicen: ¿Por qué los discípulos de Juan, y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan? 19 Y Jesús les dijo: ¿Pueden ayunar los que están de bodas, mientras que el desposado está con ellos? Entre tanto que tienen consigo al desposado no pueden ayunar. 20 Mas los días vendrán, cuando el desposado les será quitado, y entonces en aquellos días ayunarán. 21 Nadie cose remiendo de paño nuevo en vestido viejo, de otra manera el remiendo nuevo tira del viejo, y se hace peor la rotura. 22 Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera el vino nuevo rompe los odres, y se derrama el vino, y los odres se pierden; mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar. 23 Y aconteció que pasando él por los sembradíos en sábado, andando, sus discípulos comenzaron a arrancar espigas. 24 Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿Por qué hacen en sábado lo que no es lícito? 25 Y él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban: 26 Cómo entró en la casa de Dios, en los días de Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y dio aun a los que con él estaban? 27 También les dijo: El sábado fue hecho por causa del hombre; no el hombre por causa del sábado. 28 Así que el Hijo del Hombre es Señor aun del sábado. Marcos 2Marco 2 - IntroducciónCristo cura a un enfermo de parálisis. (1-12) La llamada de Leví y el recibimiento de Jesús. (13-17) Por qué los discípulos de Cristo no ayunaron. (18-22) Justifica a sus discípulos por arrancar maíz en sábado. (23-28) Marco 2:1-121-12 Fue la miseria de este hombre la que lo obligó a ser cargado de esta manera, y muestra el estado de sufrimiento de la vida humana; fue bondadoso por parte de los que lo cargaron, y enseña la compasión que debe haber en los hombres, hacia sus semejantes en peligro. La fe verdadera y fuerte puede obrar de diversas maneras; pero será aceptada y aprobada por Jesucristo. El pecado es la causa de todos nuestros dolores y enfermedades. La manera de eliminar el efecto, es quitar la causa. El perdón del pecado ataca la raíz de todas las enfermedades. Cristo demostró su poder para perdonar el pecado, mostrando su poder para curar al hombre enfermo de parálisis. Y su cura de las enfermedades era una figura de su perdón del pecado, porque el pecado es la enfermedad del alma; cuando se perdona, se cura. Cuando vemos lo que Cristo hace al curar las almas, debemos admitir que nunca hemos visto algo parecido. La mayoría de los hombres se creen sanos; no sienten necesidad de un médico, por lo que desprecian o descuidan a Cristo y su evangelio. Pero el pecador convencido y humillado, que desespera de toda ayuda, excepto la del Salvador, mostrará su fe acudiendo a él sin demora. Marco 2:13-1713-17 Mateo no tenía un buen carácter, pues de lo contrario, siendo judío, nunca habría sido publicano, es decir, recaudador de impuestos para los romanos. Sin embargo, Cristo llamó a este publicano a seguirle. Con Dios, por medio de Cristo, hay misericordia para perdonar los mayores pecados, y gracia para cambiar a los mayores pecadores, y hacerlos santos. Un publicano fiel y justo era raro. Y como los judíos tenían un odio especial a un oficio que demostraba que estaban sometidos a los romanos, daban mala fama a estos recaudadores de impuestos. Pero como éstos, nuestro bendito Señor no dudó en conversar con ellos, cuando apareció en la semejanza de la carne pecaminosa. Y no es nada nuevo que lo que está bien hecho y bien diseñado, sea calumniado y convertido en el reproche de los más sabios y mejores hombres. Cristo no se retiró, aunque los fariseos se ofendieron. Si el mundo hubiera sido justo, no habría habido ocasión para su venida, ni para predicar el arrepentimiento, ni para comprar el perdón. No debemos hacer compañía a los hombres impíos por amor a su vana conversación; sino que debemos mostrar amor a sus almas, recordando que nuestro buen Médico tenía el poder de curar en sí mismo, y no corría peligro de contraer la enfermedad; pero no es así con nosotros. Al tratar de hacer el bien a los demás, tengamos cuidado de no hacernos daño a nosotros mismos. Marco 2:18-2218-22 Los profesores estrictos son propensos a culpar a todos los que no se ajustan plenamente a sus propios puntos de vista. Cristo no se libró de las calumnias; debemos estar dispuestos a soportarlas, así como a tener cuidado de no merecerlas; pero debemos atender cada parte de nuestro deber en su debido orden y tiempo. Marco 2:23-2823-28 El sábado es una institución sagrada y divina; un privilegio y un beneficio, no una tarea y un trabajo pesado. Dios nunca lo diseñó para que fuera una carga para nosotros, por lo tanto no debemos hacer que lo sea para nosotros mismos. El sábado fue instituido para el bien de la humanidad, que vive en sociedad, tiene muchas necesidades y problemas, y se prepara para un estado de felicidad o miseria. El hombre no fue hecho para el día de reposo, como si su observancia pudiera servir a Dios, ni se le ordenó que lo guardara con observancias externas para su verdadero perjuicio. Toda observancia al respecto debe interpretarse según la regla de la misericordia. |
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Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit