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Cantares 1 - Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

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Cantares 1

La esposa y las hijas de Jerusalén

1 Cantar de los cantares, el cual es de Salomón.

2 ¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.

3 A más del olor de tus suaves ungüentos, Tu nombre es como ungüento derramado; Por eso las doncellas te aman.

4 Atráeme; en pos de ti correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; Nos gozaremos y alegraremos en ti; Nos acordaremos de tus amores más que del vino; Con razón te aman.

5 Morena soy, oh hijas de Jerusalén, pero codiciable Como las tiendas de Cedar, Como las cortinas de Salomón.

6 No reparéis en que soy morena, Porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé.

7 Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma, Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía; Pues ¿por qué había de estar yo como errante Junto a los rebaños de tus compañeros?

8 Si tú no lo sabes, oh hermosa entre las mujeres, Ve, sigue las huellas del rebaño, Y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores.

La esposa y el esposo

9 A yegua de los carros de Faraón Te he comparado, amiga mía.

10 Hermosas son tus mejillas entre los pendientes, Tu cuello entre los collares.

11 Zarcillos de oro te haremos, Tachonados de plata.

12 Mientras el rey estaba en su reclinatorio, Mi nardo dio su olor.

13 Mi amado es para mí un manojito de mirra, Que reposa entre mis pechos.

14 Racimo de flores de alheña en las viñas de En-gadi Es para mí mi amado.

15 He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; He aquí eres bella; tus ojos son como palomas.

16 He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y dulce; Nuestro lecho es de flores.

17 Las vigas de nuestra casa son de cedro, Y de ciprés los artesonados.

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Cantares 1

título

El título dice dos cosas: una, que Salomón compuso el libro; y dos, que en el mundo no hay un canto de amor como éste. Es importante entonces que nosotros lo amemos, atesoremos y vivamos por él.



Las hijas de Jerusalén y la Sulamita

2-4 El lado físico del amor es presentado inmediatamente. La joven anhela los besos del rey. Besar es una expresión de amor dada por Dios. Para eso son los labios, entre otras cosas. El vino da placer físico, pero no puede ser comparado con esos besos que son la expresión de la entrega total del amado. De igual modo, el perfume puede despertar los sentimientos, pero no hay perfume que se parezca al nombre de su cónyugue. El perfume puede también tener asociaciones; le puede recordar a usted a una persona en particular. A las otrasjóvenes en el palacio también les gustaba el rey, porque él tenía una personalidad tan magnética. (Es un buen testimonio cuando otras personas reconocen las buenas cualidades de su compañero.) Atráeme en pos de ti es otra expresión de verdadero amor. Su deseo es estar a solas con él. ¿Cómo puede ella gozar plenamente de él con todas las otras jóvenes alrededor? Y mira a dónde quiere ella que él la lleve: a un lugar muy privado, es decir, a sus habitaciones. Allí ellos pueden hacer el amor sin molestias y gozarse el uno del otro al máximo.

Las damas del palacio dicen nos gozaremos y nos alegraremos contigo, es decir, el rey. Es casi como una multitud de chicas con un cantante popular famoso. Ellas están locas por él, pero no del mismo modo que la Sulamita. Ella y su amado tienen una relación única, exclusiva; es sólo para ellos. Nadie puede besar a dos personas al mismo tiempo, y así debiera ser con el amor entre un hombre y su esposa. Otros pueden reconocerlo y admirarlo, pero no pueden y no deben compartirlo. Así también los verdaderos creyentes son atraídos a Cristo por la hermosura de su carácter y amor que se entrega en sacrificio.

5-8 ¡Cuán consciente está la Sulamita de su tez bronceada por el sol comparada con las damas delpalacio! Es como las tiendas de pelo de cabras negras de los nómadas de Quedar (Kadai), o los os curos pabellones en la tienda del rey. Su piel oscura se destaca tanto que despierta curiosidad de las otras jóvenes; pide que no se fijen en ella. Pero en realidad su tez oscura es una señal de su buen carácter, porque ha trabajado arduamente bajo los ardientes rayos del sol día tras día sin protección. Amedrentada por sus hermanos (o hermanastros) se había esclavizado en las viñas de la familia descuidando la “viña” de su pro pia piel. Ella pide que no la juzguen por su tez, porque la belleza es más profunda que la piel. Debajo de toda aquella piel curtida por el sol, ella tiene un encanto que es un ejemplo para cualquier joven moderna.

7 Sus pensamientos se vuelven ahora de ella misma a su amado. Hay una cosa que desea por encima de todo: estar con él. Lo describe en términos sencillos, hermosos: oh amado de mi alma. Más tarde lo describe en detalle, pero por ahora esto es suficiente y lo dice todo. Es una descripción de relación. Así el cristiano puede decir de Cristo: “Tú eres el que yo amo.” Ella pregunta: “¿Por qué he de andar como con velo?” (Ver la nota de la RVA.) Una mujer con velo era una mujer relajada, tal vez aun una prostituta. Así que ella está diciendo que no quiere parecerse a una de estas mujeres, vagando en derredor en busca del próximo cliente. Por eso pide un lugar y hora (mediodía) particular para que se encuentren.

8 Las mujeres del palacio, en respuesta a su pregunta, parecen decir que ella debe simplemente ir y buscarlo: sigue a las ovejas y hallarás al pastor. La fuerza principal de todo el párrafo habla de carácter y deseo a la vez. Ella es una persona totalmente hermosa en que no teme el trabajo arduo aun si estropea su cuerpo. Y su único deseo es estar con su amado real.



El rey habla. 9 Salomón sabía todo acerca de caballos, ¡él tenía bastantes (1 Rey. 4:16; 10:26)! Aunque las mujeres de algunas culturas no hallarían muy halagador ser comparadas a un caballo, para la Sulamita significaría muchísimo. En todas estas comparaciones, que provienen de una cultura oriental, debemos darnos cuenta de que no es siempre la apariencia física que se compara, sino el sentimiento y el espíritu. Aquí la yegua representa gracia, hermosura y nobleza. En el equipo de caballos tirando la carroza, la yegua sobresalía singularmente. El rey también llama a la joven amada mía, que tiene el sentido de “mi amante amiga”. Es una palabra que se presenta frecuentemente en el libro (1:15; 2:2, 10, 13; 4:1, 17; 5:2; 6:4).

10 El rey pasa de considerar las decoraciones sobre la yegua a los adornos de su amante. Habiendo sido una pobre chica campesina, no sólo es cons ciente de su piel tostada por el sol sino también de su carencia de joyas. Pero el rey rectificará ésto. De su gran riqueza él la adornará de joyas apropiadas para tal esposa. De igual modo Cristo, el rico esposo del cielo, adornará a su esposa la iglesia con las joyas de gracia y verdad. El está aún ahora preparándola para la gran cena de bodas del Cordero.



La Sulamita responde. La esposa habla nuevamente, esta vez de su atractiva fragancia. El perfume puede jugar un papel significativo en la relación sexual, aun en el mundo animal. Puede estimular otros sentidos físicos además de los del olfato, pero el pensamiento aquí va más allá de eso. Fragancia es un símbolo de la fuerte atracción que el rey tiene por ella. Así como nos gusta oler un aroma delicioso, así ella respira en su amor y fuer za. El es irresistible. Los cristianos somos llamados a ser olor fragante de Cristo (2 Cor. 2:14-16).



El rey habla. El rey no puede evitar repetir cuán hermosa es ella. Además, la pareja está ahora mirándose mutuamente a los ojos, una parte importante de hacer el amor. El contacto íntimo de los ojos puede dar entrada a la vida del uno en el otro. Palomas sugiere ternura, pureza y sencillez.



título

El título dice dos cosas: una, que Salomón compuso el libro; y dos, que en el mundo no hay un canto de amor como éste. Es importante entonces que nosotros lo amemos, atesoremos y vivamos por él.



Las hijas de Jerusalén y la Sulamita

2-4 El lado físico del amor es presentado inmediatamente. La joven anhela los besos del rey. Besar es una expresión de amor dada por Dios. Para eso son los labios, entre otras cosas. El vino da placer físico, pero no puede ser comparado con esos besos que son la expresión de la entrega total del amado. De igual modo, el perfume puede despertar los sentimientos, pero no hay perfume que se parezca al nombre de su cónyugue. El perfume puede también tener asociaciones; le puede recordar a usted a una persona en particular. A las otrasjóvenes en el palacio también les gustaba el rey, porque él tenía una personalidad tan magnética. (Es un buen testimonio cuando otras personas reconocen las buenas cualidades de su compañero.) Atráeme en pos de ti es otra expresión de verdadero amor. Su deseo es estar a solas con él. ¿Cómo puede ella gozar plenamente de él con todas las otras jóvenes alrededor? Y mira a dónde quiere ella que él la lleve: a un lugar muy privado, es decir, a sus habitaciones. Allí ellos pueden hacer el amor sin molestias y gozarse el uno del otro al máximo.

Las damas del palacio dicen nos gozaremos y nos alegraremos contigo, es decir, el rey. Es casi como una multitud de chicas con un cantante popular famoso. Ellas están locas por él, pero no del mismo modo que la Sulamita. Ella y su amado tienen una relación única, exclusiva; es sólo para ellos. Nadie puede besar a dos personas al mismo tiempo, y así debiera ser con el amor entre un hombre y su esposa. Otros pueden reconocerlo y admirarlo, pero no pueden y no deben compartirlo. Así también los verdaderos creyentes son atraídos a Cristo por la hermosura de su carácter y amor que se entrega en sacrificio.

5-8 ¡Cuán consciente está la Sulamita de su tez bronceada por el sol comparada con las damas delpalacio! Es como las tiendas de pelo de cabras negras de los nómadas de Quedar (Kadai), o los os curos pabellones en la tienda del rey. Su piel oscura se destaca tanto que despierta curiosidad de las otras jóvenes; pide que no se fijen en ella. Pero en realidad su tez oscura es una señal de su buen carácter, porque ha trabajado arduamente bajo los ardientes rayos del sol día tras día sin protección. Amedrentada por sus hermanos (o hermanastros) se había esclavizado en las viñas de la familia descuidando la “viña” de su pro pia piel. Ella pide que no la juzguen por su tez, porque la belleza es más profunda que la piel. Debajo de toda aquella piel curtida por el sol, ella tiene un encanto que es un ejemplo para cualquier joven moderna.

7 Sus pensamientos se vuelven ahora de ella misma a su amado. Hay una cosa que desea por encima de todo: estar con él. Lo describe en términos sencillos, hermosos: oh amado de mi alma. Más tarde lo describe en detalle, pero por ahora esto es suficiente y lo dice todo. Es una descripción de relación. Así el cristiano puede decir de Cristo: “Tú eres el que yo amo.” Ella pregunta: “¿Por qué he de andar como con velo?” (Ver la nota de la RVA.) Una mujer con velo era una mujer relajada, tal vez aun una prostituta. Así que ella está diciendo que no quiere parecerse a una de estas mujeres, vagando en derredor en busca del próximo cliente. Por eso pide un lugar y hora (mediodía) particular para que se encuentren.

8 Las mujeres del palacio, en respuesta a su pregunta, parecen decir que ella debe simplemente ir y buscarlo: sigue a las ovejas y hallarás al pastor. La fuerza principal de todo el párrafo habla de carácter y deseo a la vez. Ella es una persona totalmente hermosa en que no teme el trabajo arduo aun si estropea su cuerpo. Y su único deseo es estar con su amado real.



El rey habla. 9 Salomón sabía todo acerca de caballos, ¡él tenía bastantes (1 Rey. 4:16; 10:26)! Aunque las mujeres de algunas culturas no hallarían muy halagador ser comparadas a un caballo, para la Sulamita significaría muchísimo. En todas estas comparaciones, que provienen de una cultura oriental, debemos darnos cuenta de que no es siempre la apariencia física que se compara, sino el sentimiento y el espíritu. Aquí la yegua representa gracia, hermosura y nobleza. En el equipo de caballos tirando la carroza, la yegua sobresalía singularmente. El rey también llama a la joven amada mía, que tiene el sentido de “mi amante amiga”. Es una palabra que se presenta frecuentemente en el libro (1:15; 2:2, 10, 13; 4:1, 17; 5:2; 6:4).

10 El rey pasa de considerar las decoraciones sobre la yegua a los adornos de su amante. Habiendo sido una pobre chica campesina, no sólo es cons ciente de su piel tostada por el sol sino también de su carencia de joyas. Pero el rey rectificará ésto. De su gran riqueza él la adornará de joyas apropiadas para tal esposa. De igual modo Cristo, el rico esposo del cielo, adornará a su esposa la iglesia con las joyas de gracia y verdad. El está aún ahora preparándola para la gran cena de bodas del Cordero.



La Sulamita responde. La esposa habla nuevamente, esta vez de su atractiva fragancia. El perfume puede jugar un papel significativo en la relación sexual, aun en el mundo animal. Puede estimular otros sentidos físicos además de los del olfato, pero el pensamiento aquí va más allá de eso. Fragancia es un símbolo de la fuerte atracción que el rey tiene por ella. Así como nos gusta oler un aroma delicioso, así ella respira en su amor y fuer za. El es irresistible. Los cristianos somos llamados a ser olor fragante de Cristo (2 Cor. 2:14-16).



El rey habla. El rey no puede evitar repetir cuán hermosa es ella. Además, la pareja está ahora mirándose mutuamente a los ojos, una parte importante de hacer el amor. El contacto íntimo de los ojos puede dar entrada a la vida del uno en el otro. Palomas sugiere ternura, pureza y sencillez.



título

El título dice dos cosas: una, que Salomón compuso el libro; y dos, que en el mundo no hay un canto de amor como éste. Es importante entonces que nosotros lo amemos, atesoremos y vivamos por él.



Las hijas de Jerusalén y la Sulamita

2-4 El lado físico del amor es presentado inmediatamente. La joven anhela los besos del rey. Besar es una expresión de amor dada por Dios. Para eso son los labios, entre otras cosas. El vino da placer físico, pero no puede ser comparado con esos besos que son la expresión de la entrega total del amado. De igual modo, el perfume puede despertar los sentimientos, pero no hay perfume que se parezca al nombre de su cónyugue. El perfume puede también tener asociaciones; le puede recordar a usted a una persona en particular. A las otrasjóvenes en el palacio también les gustaba el rey, porque él tenía una personalidad tan magnética. (Es un buen testimonio cuando otras personas reconocen las buenas cualidades de su compañero.) Atráeme en pos de ti es otra expresión de verdadero amor. Su deseo es estar a solas con él. ¿Cómo puede ella gozar plenamente de él con todas las otras jóvenes alrededor? Y mira a dónde quiere ella que él la lleve: a un lugar muy privado, es decir, a sus habitaciones. Allí ellos pueden hacer el amor sin molestias y gozarse el uno del otro al máximo.

Las damas del palacio dicen nos gozaremos y nos alegraremos contigo, es decir, el rey. Es casi como una multitud de chicas con un cantante popular famoso. Ellas están locas por él, pero no del mismo modo que la Sulamita. Ella y su amado tienen una relación única, exclusiva; es sólo para ellos. Nadie puede besar a dos personas al mismo tiempo, y así debiera ser con el amor entre un hombre y su esposa. Otros pueden reconocerlo y admirarlo, pero no pueden y no deben compartirlo. Así también los verdaderos creyentes son atraídos a Cristo por la hermosura de su carácter y amor que se entrega en sacrificio.

5-8 ¡Cuán consciente está la Sulamita de su tez bronceada por el sol comparada con las damas delpalacio! Es como las tiendas de pelo de cabras negras de los nómadas de Quedar (Kadai), o los os curos pabellones en la tienda del rey. Su piel oscura se destaca tanto que despierta curiosidad de las otras jóvenes; pide que no se fijen en ella. Pero en realidad su tez oscura es una señal de su buen carácter, porque ha trabajado arduamente bajo los ardientes rayos del sol día tras día sin protección. Amedrentada por sus hermanos (o hermanastros) se había esclavizado en las viñas de la familia descuidando la “viña” de su pro pia piel. Ella pide que no la juzguen por su tez, porque la belleza es más profunda que la piel. Debajo de toda aquella piel curtida por el sol, ella tiene un encanto que es un ejemplo para cualquier joven moderna.

7 Sus pensamientos se vuelven ahora de ella misma a su amado. Hay una cosa que desea por encima de todo: estar con él. Lo describe en términos sencillos, hermosos: oh amado de mi alma. Más tarde lo describe en detalle, pero por ahora esto es suficiente y lo dice todo. Es una descripción de relación. Así el cristiano puede decir de Cristo: “Tú eres el que yo amo.” Ella pregunta: “¿Por qué he de andar como con velo?” (Ver la nota de la RVA.) Una mujer con velo era una mujer relajada, tal vez aun una prostituta. Así que ella está diciendo que no quiere parecerse a una de estas mujeres, vagando en derredor en busca del próximo cliente. Por eso pide un lugar y hora (mediodía) particular para que se encuentren.

8 Las mujeres del palacio, en respuesta a su pregunta, parecen decir que ella debe simplemente ir y buscarlo: sigue a las ovejas y hallarás al pastor. La fuerza principal de todo el párrafo habla de carácter y deseo a la vez. Ella es una persona totalmente hermosa en que no teme el trabajo arduo aun si estropea su cuerpo. Y su único deseo es estar con su amado real.



El rey habla. 9 Salomón sabía todo acerca de caballos, ¡él tenía bastantes (1 Rey. 4:16; 10:26)! Aunque las mujeres de algunas culturas no hallarían muy halagador ser comparadas a un caballo, para la Sulamita significaría muchísimo. En todas estas comparaciones, que provienen de una cultura oriental, debemos darnos cuenta de que no es siempre la apariencia física que se compara, sino el sentimiento y el espíritu. Aquí la yegua representa gracia, hermosura y nobleza. En el equipo de caballos tirando la carroza, la yegua sobresalía singularmente. El rey también llama a la joven amada mía, que tiene el sentido de “mi amante amiga”. Es una palabra que se presenta frecuentemente en el libro (1:15; 2:2, 10, 13; 4:1, 17; 5:2; 6:4).

10 El rey pasa de considerar las decoraciones sobre la yegua a los adornos de su amante. Habiendo sido una pobre chica campesina, no sólo es cons ciente de su piel tostada por el sol sino también de su carencia de joyas. Pero el rey rectificará ésto. De su gran riqueza él la adornará de joyas apropiadas para tal esposa. De igual modo Cristo, el rico esposo del cielo, adornará a su esposa la iglesia con las joyas de gracia y verdad. El está aún ahora preparándola para la gran cena de bodas del Cordero.



La Sulamita responde. La esposa habla nuevamente, esta vez de su atractiva fragancia. El perfume puede jugar un papel significativo en la relación sexual, aun en el mundo animal. Puede estimular otros sentidos físicos además de los del olfato, pero el pensamiento aquí va más allá de eso. Fragancia es un símbolo de la fuerte atracción que el rey tiene por ella. Así como nos gusta oler un aroma delicioso, así ella respira en su amor y fuer za. El es irresistible. Los cristianos somos llamados a ser olor fragante de Cristo (2 Cor. 2:14-16).



El rey habla. El rey no puede evitar repetir cuán hermosa es ella. Además, la pareja está ahora mirándose mutuamente a los ojos, una parte importante de hacer el amor. El contacto íntimo de los ojos puede dar entrada a la vida del uno en el otro. Palomas sugiere ternura, pureza y sencillez.




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Reina-Valera 1960 (RVR1960)

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