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2 Crónicas 1 - Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

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2 Crónicas 1

Salomón pide sabiduría
(1 R. 3.3-15)

1 Salomón hijo de David fue afirmado en su reino, y Jehová su Dios estaba con él, y lo engrandeció sobremanera.

2 Y convocó Salomón a todo Israel, a jefes de millares y de centenas, a jueces, y a todos los príncipes de todo Israel, jefes de familias.

3 Y fue Salomón, y con él toda esta asamblea, al lugar alto que había en Gabaón; porque allí estaba el tabernáculo de reunión de Dios, que Moisés siervo de Jehová había hecho en el desierto.

4 Pero David había traído el arca de Dios de Quiriat-jearim al lugar que él le había preparado; porque él le había levantado una tienda en Jerusalén.

5 Asimismo el altar de bronce que había hecho Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, estaba allí delante del tabernáculo de Jehová, al cual fue a consultar Salomón con aquella asamblea.

6 Subió, pues, Salomón allá delante de Jehová, al altar de bronce que estaba en el tabernáculo de reunión, y ofreció sobre él mil holocaustos.

7 Y aquella noche apareció Dios a Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras que yo te dé.

8 Y Salomón dijo a Dios: Tú has tenido con David mi padre gran misericordia, y a mí me has puesto por rey en lugar suyo.

9 Confírmese pues, ahora, oh Jehová Dios, tu palabra dada a David mi padre; porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra.

10 Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?

11 Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey,

12 sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti.

13 Y desde el lugar alto que estaba en Gabaón, delante del tabernáculo de reunión, volvió Salomón a Jerusalén, y reinó sobre Israel.

Salomón comercia en caballos y en carros
(1 R. 10.26-29; 2 Cr. 9.25-28)

14 Y juntó Salomón carros y gente de a caballo; y tuvo mil cuatrocientos carros y doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de los carros y con el rey en Jerusalén.

15 Y acumuló el rey plata y oro en Jerusalén como piedras, y cedro como cabrahígos de la Sefela en abundancia.

16 Y los mercaderes del rey compraban por contrato caballos y lienzos finos de Egipto para Salomón.

17 Y subían y compraban en Egipto un carro por seiscientas piezas de plata, y un caballo por ciento cincuenta; y así compraban por medio de ellos para todos los reyes de los heteos, y para los reyes de Siria.

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2 Crónicas 1

Salomón busca a Jehovah. Desde el principio el cronista señala que a Salomón se le debe considerar un personaje modelo junto a David: todo lo desagradable que ocurrió al establecerse Salomón (1 Rey. 2) se omite (1). Todo Israel (2) acudirá al lado del nuevo rey como lo hizo con el antiguo (1 Crón. 11-12). Junto al Salomón que ilustrará la soberanía de Dios sobre su pueblo está el Salomón que busca a Jehovah (5), tal como lo haría cualquier creyente. Como en el caso de David, el arca que representa la gracia divina y el altar que representa la respuesta humana están en dos lugares distintos (1 Crón. 15:1-3; 16:37-40), y el cronista intencionalmente menciona sólo los sacrificios del altar que Salomón ofreció (contrástelo con 1 Rey. 3:15). También nos recuerda que el tabernáculo y el altar en cuestión eran los que Bezaleel había hecho en el tiempo de Moisés; Salomón los sustituirá a ambos (ver 4:1-11a).



Salomón pide una bendición. En la visión de Salomón el modelo gracia-fe está claro. Salomón responde idealmente en su oración a la oferta de Dios en la cual tiene en cuenta la naturaleza de Dios (lo que ha hecho, lo que ha dicho que hará, y lo que sólo Dios puede dar, vv. 8-10), la propia incapacidad de Salomón y la necesidad de su pueblo. La respuesta de Dios (11, 12) anticipa las palabras de Jesús en Mat. 6:33: que debemos buscar el reino de Dios y su justicia.



Salomón prospera en el mundo. La noticia de las relaciones diplomáticas y comerciales de Salomón con otras naciones aparece cerca del fin de su reino en Rey. (1 Rey. 10:26-29); se ha puesto cerca del principio aquí como un elemento del establecimiento de su poderío, antes de que comen zara su obra principal, el templo. También establece el carácter de su reino como uno de “descanso”, en el cual las hostilidades han sido sustituidas por comercio, y la guerra por la paz. Estos contrastes con el reinado de David ayudan a poner a Salomón junto a su padre formando las dos partes del rey ideal.



Salomón busca a Jehovah. Desde el principio el cronista señala que a Salomón se le debe considerar un personaje modelo junto a David: todo lo desagradable que ocurrió al establecerse Salomón (1 Rey. 2) se omite (1). Todo Israel (2) acudirá al lado del nuevo rey como lo hizo con el antiguo (1 Crón. 11-12). Junto al Salomón que ilustrará la soberanía de Dios sobre su pueblo está el Salomón que busca a Jehovah (5), tal como lo haría cualquier creyente. Como en el caso de David, el arca que representa la gracia divina y el altar que representa la respuesta humana están en dos lugares distintos (1 Crón. 15:1-3; 16:37-40), y el cronista intencionalmente menciona sólo los sacrificios del altar que Salomón ofreció (contrástelo con 1 Rey. 3:15). También nos recuerda que el tabernáculo y el altar en cuestión eran los que Bezaleel había hecho en el tiempo de Moisés; Salomón los sustituirá a ambos (ver 4:1-11a).



Salomón pide una bendición. En la visión de Salomón el modelo gracia-fe está claro. Salomón responde idealmente en su oración a la oferta de Dios en la cual tiene en cuenta la naturaleza de Dios (lo que ha hecho, lo que ha dicho que hará, y lo que sólo Dios puede dar, vv. 8-10), la propia incapacidad de Salomón y la necesidad de su pueblo. La respuesta de Dios (11, 12) anticipa las palabras de Jesús en Mat. 6:33: que debemos buscar el reino de Dios y su justicia.



Salomón prospera en el mundo. La noticia de las relaciones diplomáticas y comerciales de Salomón con otras naciones aparece cerca del fin de su reino en Rey. (1 Rey. 10:26-29); se ha puesto cerca del principio aquí como un elemento del establecimiento de su poderío, antes de que comen zara su obra principal, el templo. También establece el carácter de su reino como uno de “descanso”, en el cual las hostilidades han sido sustituidas por comercio, y la guerra por la paz. Estos contrastes con el reinado de David ayudan a poner a Salomón junto a su padre formando las dos partes del rey ideal.



Salomón busca a Jehovah. Desde el principio el cronista señala que a Salomón se le debe considerar un personaje modelo junto a David: todo lo desagradable que ocurrió al establecerse Salomón (1 Rey. 2) se omite (1). Todo Israel (2) acudirá al lado del nuevo rey como lo hizo con el antiguo (1 Crón. 11-12). Junto al Salomón que ilustrará la soberanía de Dios sobre su pueblo está el Salomón que busca a Jehovah (5), tal como lo haría cualquier creyente. Como en el caso de David, el arca que representa la gracia divina y el altar que representa la respuesta humana están en dos lugares distintos (1 Crón. 15:1-3; 16:37-40), y el cronista intencionalmente menciona sólo los sacrificios del altar que Salomón ofreció (contrástelo con 1 Rey. 3:15). También nos recuerda que el tabernáculo y el altar en cuestión eran los que Bezaleel había hecho en el tiempo de Moisés; Salomón los sustituirá a ambos (ver 4:1-11a).



Salomón pide una bendición. En la visión de Salomón el modelo gracia-fe está claro. Salomón responde idealmente en su oración a la oferta de Dios en la cual tiene en cuenta la naturaleza de Dios (lo que ha hecho, lo que ha dicho que hará, y lo que sólo Dios puede dar, vv. 8-10), la propia incapacidad de Salomón y la necesidad de su pueblo. La respuesta de Dios (11, 12) anticipa las palabras de Jesús en Mat. 6:33: que debemos buscar el reino de Dios y su justicia.



Salomón prospera en el mundo. La noticia de las relaciones diplomáticas y comerciales de Salomón con otras naciones aparece cerca del fin de su reino en Rey. (1 Rey. 10:26-29); se ha puesto cerca del principio aquí como un elemento del establecimiento de su poderío, antes de que comen zara su obra principal, el templo. También establece el carácter de su reino como uno de “descanso”, en el cual las hostilidades han sido sustituidas por comercio, y la guerra por la paz. Estos contrastes con el reinado de David ayudan a poner a Salomón junto a su padre formando las dos partes del rey ideal.




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Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Copyright © 1960 by American Bible Society

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