Salmos 94 - Comentario Bíblico de Matthew HenrySalmos 94Oración clamando por venganza1 Jehová, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate. 2 Engrandécete, oh Juez de la tierra; Da el pago a los soberbios. 3 ¿Hasta cuándo los impíos, Hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos? 4 ¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras, Y se vanagloriarán todos los que hacen iniquidad? 5 A tu pueblo, oh Jehová, quebrantan, Y a tu heredad afligen. 6 A la viuda y al extranjero matan, Y a los huérfanos quitan la vida. 7 Y dijeron: No verá JAH, Ni entenderá el Dios de Jacob. 8 Entended, necios del pueblo; Y vosotros, fatuos, ¿cuándo seréis sabios? 9 El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá? 10 El que castiga a las naciones, ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia? 11 Jehová conoce los pensamientos de los hombres, Que son vanidad. 12 Bienaventurado el hombre a quien tú, JAH, corriges, Y en tu ley lo instruyes, 13 Para hacerle descansar en los días de aflicción, En tanto que para el impío se cava el hoyo. 14 Porque no abandonará Jehová a su pueblo, Ni desamparará su heredad, 15 Sino que el juicio será vuelto a la justicia, Y en pos de ella irán todos los rectos de corazón. 16 ¿Quién se levantará por mí contra los malignos? ¿Quién estará por mí contra los que hacen iniquidad? 17 Si no me ayudara Jehová, Pronto moraría mi alma en el silencio. 18 Cuando yo decía: Mi pie resbala, Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. 19 En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi alma. 20 ¿Se juntará contigo el trono de iniquidades Que hace agravio bajo forma de ley? 21 Se juntan contra la vida del justo, Y condenan la sangre inocente. 22 Mas Jehová me ha sido por refugio, Y mi Dios por roca de mi confianza. 23 Y él hará volver sobre ellos su iniquidad, Y los destruirá en su propia maldad; Los destruirá Jehová nuestro Dios. Salmos 94Salmo 94 - Introducción* El peligro y la locura de los perseguidores. (1-11) Comodidad y paz para los perseguidos. (12-23) Salmo 94:1-111-11 Podemos con denuedo apelar a Dios; porque él es el juez todopoderoso por el cual cada hombre es juzgado. Que esto anime a los que sufren mal, a soportarlo en silencio, comprometiéndose con Aquel que juzga con rectitud. Estas oraciones son profecías que expresan terror a los hijos de la violencia. Llegará un día de ajuste de cuentas para todos los discursos duros que los pecadores impíos han hablado en contra de Dios, sus verdades y formas y personas. Difícilmente se creería, si no lo presenciamos, que millones de criaturas racionales deberían vivir, moverse, hablar, escuchar, comprender y hacer lo que se proponen, pero actuar como si creyeran que Dios no castigaría el abuso de regalos. Como todo conocimiento es de Dios, sin duda él conoce todos los pensamientos de los hijos de los hombres, y sabe que las imaginaciones de los pensamientos de los corazones de los hombres son solo malas, y eso continuamente. Incluso en los buenos pensamientos hay una necesidad de ser reparado, lo que puede llamarse vanidad. Nos concierne vigilar estrictamente nuestros pensamientos, porque Dios los presta especial atención. Los pensamientos son palabras para Dios. Salmo 94:12-2312-23 Ese hombre es bendecido, quien, bajo el castigo del Señor, se le enseña su voluntad y sus verdades, de su palabra santa, y por el Espíritu Santo. Debería ver misericordia a través de sus sufrimientos. Queda un descanso para el pueblo de Dios después de los días de su adversidad, que no durará siempre. El que envía el problema, enviará el resto. El salmista encontró socorro y alivio solo en el Señor, cuando todos los amigos terrenales fallaron. Estamos en deuda, no solo con el poder de Dios, sino con su piedad, por sus apoyos espirituales; y si se nos ha impedido caer en pecado, o dejar de cumplir con nuestro deber, debemos darle la gloria y alentar a nuestros hermanos. El salmista tenía muchos pensamientos problemáticos sobre el caso en el que se encontraba, sobre el curso que debía tomar y lo que probablemente sería el final de la misma. La complacencia de tales artimañas y miedos, se suma al cuidado y la desconfianza, y hace que nuestros puntos de vista sean más sombríos y confusos. Los hombres buenos a veces tienen pensamientos perplejos y angustiados con respecto a Dios. Pero que miren las grandes y preciosas promesas del evangelio. Las comodidades del mundo dan poco placer al alma cuando se apresuran con pensamientos melancólicos; pero las comodidades de Dios traen esa paz y placer que las sonrisas del mundo no pueden dar, y que los ceños del mundo no pueden quitar. Dios es el refugio de su pueblo, a quien pueden huir, en quien están seguros y pueden estar seguros. Y él contará con los impíos. Un hombre no puede ser más miserable de lo que su propia maldad lo hará, si el Señor lo visita sobre él. |
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Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit