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Jeremías 37 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Jeremías 37

Encarcelamiento de Jeremías

1 En lugar de Conías hijo de Joacim reinó el rey Sedequías hijo de Josías, al cual Nabucodonosor rey de Babilonia constituyó por rey en la tierra de Judá.

2 Pero no obedeció él ni sus siervos ni el pueblo de la tierra a las palabras de Jehová, las cuales dijo por el profeta Jeremías.

3 Y envió el rey Sedequías a Jucal hijo de Selemías, y al sacerdote Sofonías hijo de Maasías, para que dijesen al profeta Jeremías: Ruega ahora por nosotros a Jehová nuestro Dios.

4 Y Jeremías entraba y salía en medio del pueblo; porque todavía no lo habían puesto en la cárcel.

5 Y cuando el ejército de Faraón había salido de Egipto, y llegó noticia de ello a oídos de los caldeos que tenían sitiada a Jerusalén, se retiraron de Jerusalén.

6 Entonces vino palabra de Jehová al profeta Jeremías, diciendo:

7 Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Diréis así al rey de Judá, que os envió a mí para que me consultaseis: He aquí que el ejército de Faraón que había salido en vuestro socorro, se volvió a su tierra en Egipto.

8 Y volverán los caldeos y atacarán esta ciudad, y la tomarán y la pondrán a fuego.

9 Así ha dicho Jehová: No os engañéis a vosotros mismos, diciendo: Sin duda ya los caldeos se apartarán de nosotros; porque no se apartarán.

10 Porque aun cuando hirieseis a todo el ejército de los caldeos que pelean contra vosotros, y quedasen de ellos solamente hombres heridos, cada uno se levantará de su tienda, y pondrán esta ciudad a fuego.

11 Y aconteció que cuando el ejército de los caldeos se retiró de Jerusalén a causa del ejército de Faraón,

12 salía Jeremías de Jerusalén para irse a tierra de Benjamín, para apartarse de en medio del pueblo.

13 Y cuando fue a la puerta de Benjamín, estaba allí un capitán que se llamaba Irías hijo de Selemías, hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, diciendo: Tú te pasas a los caldeos.

14 Y Jeremías dijo: Falso; no me paso a los caldeos. Pero él no lo escuchó, sino prendió Irías a Jeremías, y lo llevó delante de los príncipes.

15 Y los príncipes se airaron contra Jeremías, y le azotaron y le pusieron en prisión en la casa del escriba Jonatán, porque la habían convertido en cárcel.

16 Entró, pues, Jeremías en la casa de la cisterna, y en las bóvedas. Y habiendo estado allá Jeremías por muchos días,

17 el rey Sedequías envió y le sacó; y le preguntó el rey secretamente en su casa, y dijo: ¿Hay palabra de Jehová? Y Jeremías dijo: Hay. Y dijo más: En mano del rey de Babilonia serás entregado.

18 Dijo también Jeremías al rey Sedequías: ¿En qué pequé contra ti, y contra tus siervos, y contra este pueblo, para que me pusieseis en la cárcel?

19 ¿Y dónde están vuestros profetas que os profetizaban diciendo: No vendrá el rey de Babilonia contra vosotros, ni contra esta tierra?

20 Ahora pues, oye, te ruego, oh rey mi señor; caiga ahora mi súplica delante de ti, y no me hagas volver a casa del escriba Jonatán, para que no muera allí.

21 Entonces dio orden el rey Sedequías, y custodiaron a Jeremías en el patio de la cárcel, haciéndole dar una torta de pan al día, de la calle de los Panaderos, hasta que todo el pan de la ciudad se gastase. Y quedó Jeremías en el patio de la cárcel.

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Jeremías 37

Jeremias 37 - Introducción

* El ejército caldeo regresará. (1-10) Jeremías es encarcelado. (11-21)

Jeremias 37:1-10

1-10 Los números son testigos de los efectos fatales de los pecados de otros hombres, sin embargo, sin darse cuenta, entran en sus lugares y siguen el mismo curso destructivo. Cuando estamos angustiados, debemos desear las oraciones de ministros y amigos cristianos. Y es común que aquellos que deseen ser rezados, a quienes no se les aconseje; sin embargo, los pecadores a menudo se endurecen por una pausa en los juicios. Pero si Dios no nos ayuda, ninguna criatura puede. Cualesquiera que sean los instrumentos que Dios ha decidido usar, harán el trabajo, aunque parezcan poco probables.

Jeremias 37:11-21

11-21 Hay momentos en que la sabiduría de los buenos hombres es retirarse, entrar en sus aposentos y cerrar las puertas, Isaías 26:20. Jeremías fue capturado como desertor y comprometido en prisión. Pero no es algo nuevo que los mejores amigos de la iglesia sean desmentidos, como en interés de sus peores enemigos. Cuando así se nos acusa falsamente, podemos negar el cargo y comprometer nuestra causa a Aquel que juzga con rectitud. Jeremías obtuvo la misericordia del Señor para ser fiel y, para obtener la misericordia del hombre, no le sería infiel a Dios ni a su príncipe; le dice al rey toda la verdad. Cuando Jeremías entregó el mensaje de Dios, habló con denuedo; pero cuando hizo su propio pedido, habló sumisamente. Un león en la causa de Dios debe ser un cordero en sí mismo. Y Dios le dio a Jeremías el favor a los ojos del rey. El Señor Dios puede hacer que incluso las celdas de una prisión se conviertan en pastos para su pueblo, y levantará amigos para mantenerlos, de modo que en los días de hambre sean satisfechos.


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Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Copyright © 1960 by American Bible Society

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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