x

Biblia Todo Logo
idiomas
Bibliatodo Comentarios





«

Hechos 13 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

×

Hechos 13

Bernabé y Saulo comienzan su primer viaje misionero

1 Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.

2 Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.

3 Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.

Los apóstoles predican en Chipre

4 Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.

5 Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan de ayudante.

6 Y habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos, hallaron a cierto mago, falso profeta, judío, llamado Barjesús,

7 que estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la palabra de Dios.

8 Pero les resistía Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul.

9 Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos,

10 dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?

11 Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano.

12 Entonces el procónsul, viendo lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor.

Pablo y Bernabé en Antioquía de Pisidia

13 Habiendo zarpado de Pafos, Pablo y sus compañeros arribaron a Perge de Panfilia; pero Juan, apartándose de ellos, volvió a Jerusalén.

14 Ellos, pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y entraron en la sinagoga un día de reposo y se sentaron.

15 Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los principales de la sinagoga mandaron a decirles: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.

16 Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano, dijo: Varones israelitas, y los que teméis a Dios, oíd:

17 El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y enalteció al pueblo, siendo ellos extranjeros en tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de ella.

18 Y por un tiempo como de cuarenta años los soportó en el desierto;

19 y habiendo destruido siete naciones en la tierra de Canaán, les dio en herencia su territorio.

20 Después, como por cuatrocientos cincuenta años, les dio jueces hasta el profeta Samuel.

21 Luego pidieron rey, y Dios les dio a Saúl hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años.

22 Quitado este, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero.

23 De la descendencia de este, y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel.

24 Antes de su venida, predicó Juan el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel.

25 Mas cuando Juan terminaba su carrera, dijo: ¿Quién pensáis que soy? No soy yo él; mas he aquí viene tras mí uno de quien no soy digno de desatar el calzado de los pies.

26 Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios, a vosotros es enviada la palabra de esta salvación.

27 Porque los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes, no conociendo a Jesús, ni las palabras de los profetas que se leen todos los días de reposo, las cumplieron al condenarle.

28 Y sin hallar en él causa digna de muerte, pidieron a Pilato que se le matase.

29 Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban escritas, quitándolo del madero, lo pusieron en el sepulcro.

30 Mas Dios le levantó de los muertos.

31 Y él se apareció durante muchos días a los que habían subido juntamente con él de Galilea a Jerusalén, los cuales ahora son sus testigos ante el pueblo.

32 Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres,

33 la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.

34 Y en cuanto a que le levantó de los muertos para nunca más volver a corrupción, lo dijo así: Os daré las misericordias fieles de David.

35 Por eso dice también en otro salmo: No permitirás que tu Santo vea corrupción.

36 Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió, y fue reunido con sus padres, y vio corrupción.

37 Mas aquel a quien Dios levantó, no vio corrupción.

38 Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados,

39 y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree.

40 Mirad, pues, que no venga sobre vosotros lo que está dicho en los profetas:

41 Mirad, oh menospreciadores, y asombraos, y desapareced; Porque yo hago una obra en vuestros días, Obra que no creeréis, si alguien os la contare.

42 Cuando salieron ellos de la sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el siguiente día de reposo les hablasen de estas cosas.

43 Y despedida la congregación, muchos de los judíos y de los prosélitos piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablándoles, les persuadían a que perseverasen en la gracia de Dios.

44 El siguiente día de reposo se juntó casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios.

45 Pero viendo los judíos la muchedumbre, se llenaron de celos, y rebatían lo que Pablo decía, contradiciendo y blasfemando.

46 Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles.

47 Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.

48 Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.

49 Y la palabra del Señor se difundía por toda aquella provincia.

50 Pero los judíos instigaron a mujeres piadosas y distinguidas, y a los principales de la ciudad, y levantaron persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de sus límites.

51 Ellos entonces, sacudiendo contra ellos el polvo de sus pies, llegaron a Iconio.

52 Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo.

×

Hechos 13

Hechos 13 - Introducción

La misión de Pablo y Bernabé. (1-3) Elimás, el hechicero. (4-13) El discurso de Pablo en Antioquía. (14-41) Predica a los gentiles y es perseguido por los judíos. (42-52)

Hechos 13:1-3

1-3 ¡Qué reunión había aquí! En estos nombres vemos que el Señor levanta instrumentos para su obra, desde diversos lugares y estaciones de la vida; y el celo por su gloria induce a los hombres a renunciar a conexiones y perspectivas halagadoras para promover su causa. Es por el Espíritu de Cristo que sus ministros son capacitados y dispuestos para su servicio, y apartados de otras preocupaciones que lo obstaculizarían. Los ministros de Cristo deben emplearse en la obra de Cristo y, bajo la guía del Espíritu, actuar para la gloria de Dios Padre. Se les separa para que se esmeren, y no para que se pongan en estado. Se pedía una bendición sobre Bernabé y Saulo en su presente empresa, y que fueran llenos del Espíritu Santo en su trabajo. Cualesquiera que sean los medios que se utilicen, o las reglas que se observen, sólo el Espíritu Santo puede capacitar a los ministros para su importante labor, y llamarlos a ella.

Hechos 13:4-13

4-13 Satanás se ocupa de manera especial de los grandes hombres y de los hombres en el poder, para evitar que sean piadosos, pues su ejemplo influirá en muchos. Saulo se llama aquí por primera vez Pablo, y nunca después de Saulo. Saulo era su nombre por ser hebreo; Pablo era su nombre por ser ciudadano de Roma. Bajo la influencia directa del Espíritu Santo, dio a Elimas su verdadero carácter, pero no en la pasión. La plenitud del engaño y de la maldad juntos, hacen que un hombre sea realmente un hijo del diablo. Y los que son enemigos de la doctrina de Jesús, son enemigos de toda justicia; porque en ella se cumple toda justicia. Los caminos del Señor Jesús son los únicos caminos correctos hacia el cielo y la felicidad. Hay muchos que no sólo se apartan de estos caminos, sino que ponen a otros en contra de ellos. Por lo general, están tan endurecidos que no dejan de hacer el mal. El procónsul se asombró de la fuerza de la doctrina en su propio corazón y en su conciencia, y del poder de Dios por el que fue confirmada. La doctrina de Cristo asombra; y cuanto más la conozcamos, más razones veremos para asombrarnos de ella. Los que ponen la mano en el arado y miran hacia atrás, no son aptos para el reino de Dios. Los que no están preparados para enfrentar la oposición y soportar las dificultades, no son aptos para la obra del ministerio.

Hechos 13:14-31

14-31 Cuando nos reunimos para adorar a Dios, debemos hacerlo, no sólo con la oración y la alabanza, sino con la lectura y la escucha de la palabra de Dios. La mera lectura de las Escrituras en las asambleas públicas no es suficiente; deben ser expuestas, y el pueblo debe ser exhortado a partir de ellas. Esto es ayudar a la gente a hacer lo necesario para que la palabra sea provechosa, para aplicarla a sí misma. En este sermón se abordan todas las cosas que podrían convencer a los judíos de recibir y abrazar a Cristo como el Mesías prometido. Y cada visión, por breve o tenue que sea, de los tratos del Señor con su iglesia, nos recuerda su misericordia y longanimidad, y la ingratitud y perversidad del hombre. Pablo pasa de David al Hijo de David, y muestra que este Jesús es su Semilla prometida; un Salvador que hará por ellos lo que los jueces de antaño no pudieron hacer, salvarlos de sus pecados, sus peores enemigos. Cuando los apóstoles predicaban a Cristo como el Salvador, estaban tan lejos de ocultar su muerte, que siempre predicaban a Cristo crucificado. Nuestra completa separación del pecado, está representada por nuestra sepultura con Cristo. Pero él resucitó de entre los muertos, y no vio la corrupción: ésta era la gran verdad que había que predicar.

Hechos 13:32-37

32-37 La resurrección de Cristo fue la gran prueba de su condición de Hijo de Dios. No era posible que fuera retenido por la muerte, porque era el Hijo de Dios, y por lo tanto tenía vida en sí mismo, que no podía dejar sino con el propósito de tomarla de nuevo. Las misericordias seguras de David son esa vida eterna, de la cual la resurrección era una prenda segura; y las bendiciones de la redención en Cristo son una garantía segura, incluso en este mundo. David fue una gran bendición para la época en que vivió. No hemos nacido para nosotros mismos, sino que hay quienes viven a nuestro alrededor, a quienes debemos estudiar para ser útiles. Sin embargo, aquí está la diferencia; Cristo debía servir a todas las generaciones. Que miremos a aquel que ha sido declarado Hijo de Dios por su resurrección de entre los muertos, para que por la fe en él podamos caminar con Dios, y servir a nuestra generación según su voluntad; y cuando llegue la muerte, que nos durmamos en él, con la alegre esperanza de una bendita resurrección.

Hechos 13:38-41

38-41 Que todos los que escuchen el evangelio de Cristo, sepan estas dos cosas: 1. Que por medio de este Hombre, que murió y resucitó, se os predica el perdón de los pecados. Vuestros pecados, aunque sean muchos y grandes, pueden ser perdonados, y pueden serlo sin ninguna lesión al honor de Dios. 2. Es sólo por Cristo que los que creen en él, y no en otro, son justificados de todas las cosas; de toda la culpa y mancha del pecado, de la que no podían ser justificados por la ley de Moisés. La gran preocupación de los pecadores convencidos es ser justificados, ser absueltos de toda su culpa y ser aceptados como justos a los ojos de Dios, pues si queda alguna carga sobre el pecador, está deshecho. Por Jesucristo obtenemos una justificación completa; porque por él se hizo una expiación completa por el pecado. Somos justificados, no sólo por él como nuestro Juez, sino por él como el Señor nuestra Justicia. Lo que la ley no pudo hacer por nosotros, por ser débil, lo hace el evangelio de Cristo. Esta es la bendición más necesaria, que trae consigo todas las demás. Las amenazas son advertencias; lo que se nos dice que vendrá sobre los pecadores impenitentes, tiene por objeto despertarnos para que tengamos cuidado de que no venga sobre nosotros. Arruina a muchos, que desprecian la religión. Los que no se maravillen y se salven, se maravillarán y perecerán.

Hechos 13:42-52

42-52 Los judíos se opusieron a la doctrina que predicaban los apóstoles; y cuando no pudieron encontrar ninguna objeción, blasfemaron de Cristo y de su evangelio. Comúnmente los que comienzan contradiciendo, terminan blasfemando. Pero cuando los adversarios de la causa de Cristo son atrevidos, sus defensores deberían ser los más audaces. Y mientras muchos se juzgan indignos de la vida eterna, otros, que parecen menos probables, desean oír más de las buenas nuevas de la salvación. Esto es lo que se predijo en el Antiguo Testamento. ¡Qué luz, qué poder, qué tesoro trae consigo este evangelio! ¡Qué excelentes son sus verdades, sus preceptos, sus promesas! Vinieron a Cristo aquellos a quienes el Padre atrajo, y a quienes el Espíritu hizo efectivo el llamado del evangelio, Romanos 8:30. Todos los que estaban dispuestos a la vida eterna, todos los que se preocupaban por su estado eterno, y querían asegurarse la vida eterna, creyeron en Cristo, en quien Dios ha atesorado esa vida, y que es el único camino hacia ella; y fue la gracia de Dios la que obró en ellos. Es bueno ver a las mujeres honradas ser devotas; cuanto menos tengan que hacer en el mundo, más deberían hacer por sus propias almas y por las de los demás; pero es triste, cuando, bajo el color de la devoción a Dios, tratan de mostrar odio a Cristo. Y cuanto más saboreemos los consuelos y los estímulos que encontramos en el poder de la piedad, y cuanto más llenos estén nuestros corazones de ellos, mejor preparados estaremos para afrontar las dificultades en la profesión de la piedad.


»

Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Copyright © 1960 by American Bible Society

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

Síguenos en:



Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos