Génesis 31 - Comentario Bíblico de Matthew HenryGénesis 311 Y oía Jacob las palabras de los hijos de Labán, que decían: Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza. 2 Miraba también Jacob el semblante de Labán, y veía que no era para con él como había sido antes. 3 También Jehová dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela, y yo estaré contigo. 4 Envió, pues, Jacob, y llamó a Raquel y a Lea al campo donde estaban sus ovejas, 5 y les dijo: Veo que el semblante de vuestro padre no es para conmigo como era antes; mas el Dios de mi padre ha estado conmigo. 6 Vosotras sabéis que con todas mis fuerzas he servido a vuestro padre; 7 y vuestro padre me ha engañado, y me ha cambiado el salario diez veces; pero Dios no le ha permitido que me hiciese mal. 8 Si él decía así: Los pintados serán tu salario, entonces todas las ovejas parían pintados; y si decía así: Los listados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían listados. 9 Así quitó Dios el ganado de vuestro padre, y me lo dio a mí. 10 Y sucedió que al tiempo que las ovejas estaban en celo, alcé yo mis ojos y vi en sueños, y he aquí los machos que cubrían a las hembras eran listados, pintados y abigarrados. 11 Y me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí. 12 Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho. 13 Yo soy el Dios de Bet-el, donde tú ungiste la piedra, y donde me hiciste un voto. Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento. 14 Respondieron Raquel y Lea, y le dijeron: ¿Tenemos acaso parte o heredad en la casa de nuestro padre? 15 ¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun se ha comido del todo nuestro precio? 16 Porque toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es y de nuestros hijos; ahora, pues, haz todo lo que Dios te ha dicho. Jacob huye de Labán17 Entonces se levantó Jacob, y subió sus hijos y sus mujeres sobre los camellos, 18 y puso en camino todo su ganado, y todo cuanto había adquirido, el ganado de su ganancia que había obtenido en Padan-aram, para volverse a Isaac su padre en la tierra de Canaán. 19 Pero Labán había ido a trasquilar sus ovejas; y Raquel hurtó los ídolos de su padre. 20 Y Jacob engañó a Labán arameo, no haciéndole saber que se iba. 21 Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó y pasó el Éufrates, y se dirigió al monte de Galaad. 22 Y al tercer día fue dicho a Labán que Jacob había huido. 23 Entonces Labán tomó a sus parientes consigo, y fue tras Jacob camino de siete días, y le alcanzó en el monte de Galaad. 24 Y vino Dios a Labán arameo en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente. 25 Alcanzó, pues, Labán a Jacob; y este había fijado su tienda en el monte; y Labán acampó con sus parientes en el monte de Galaad. 26 Y dijo Labán a Jacob: ¿Qué has hecho, que me engañaste, y has traído a mis hijas como prisioneras de guerra? 27 ¿Por qué te escondiste para huir, y me engañaste, y no me lo hiciste saber para que yo te despidiera con alegría y con cantares, con tamborín y arpa? 28 Pues ni aun me dejaste besar a mis hijos y mis hijas. Ahora, locamente has hecho. 29 Poder hay en mi mano para haceros mal; mas el Dios de tu padre me habló anoche diciendo: Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente. 30 Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis dioses? 31 Respondió Jacob y dijo a Labán: Porque tuve miedo; pues pensé que quizá me quitarías por fuerza tus hijas. 32 Aquel en cuyo poder hallares tus dioses, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tenga tuyo, y llévatelo. Jacob no sabía que Raquel los había hurtado. 33 Entró Labán en la tienda de Jacob, en la tienda de Lea, y en la tienda de las dos siervas, y no los halló; y salió de la tienda de Lea, y entró en la tienda de Raquel. 34 Pero tomó Raquel los ídolos y los puso en una albarda de un camello, y se sentó sobre ellos; y buscó Labán en toda la tienda, y no los halló. 35 Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor, porque no me puedo levantar delante de ti; pues estoy con la costumbre de las mujeres. Y él buscó, pero no halló los ídolos. 36 Entonces Jacob se enojó, y riñó con Labán; y respondió Jacob y dijo a Labán: ¿Qué transgresión es la mía? ¿Cuál es mi pecado, para que con tanto ardor hayas venido en mi persecución? 37 Pues que has buscado en todas mis cosas, ¿qué has hallado de todos los enseres de tu casa? Ponlo aquí delante de mis hermanos y de los tuyos, y juzguen entre nosotros. 38 Estos veinte años he estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí carnero de tus ovejas. 39 Nunca te traje lo arrebatado por las fieras: yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, a mí me lo cobrabas. 40 De día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos. 41 Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces. 42 Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con las manos vacías; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche. 43 Respondió Labán y dijo a Jacob: Las hijas son hijas mías, y los hijos, hijos míos son, y las ovejas son mis ovejas, y todo lo que tú ves es mío: ¿y qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos que ellas han dado a luz? 44 Ven, pues, ahora, y hagamos pacto tú y yo, y sea por testimonio entre nosotros dos. 45 Entonces Jacob tomó una piedra, y la levantó por señal. 46 Y dijo Jacob a sus hermanos: Recoged piedras. Y tomaron piedras e hicieron un majano, y comieron allí sobre aquel majano. 47 Y lo llamó Labán, Jegar Sahaduta; y lo llamó Jacob, Galaad. 48 Porque Labán dijo: Este majano es testigo hoy entre nosotros dos; por eso fue llamado su nombre Galaad; 49 y Mizpa, por cuanto dijo: Atalaye Jehová entre tú y yo, cuando nos apartemos el uno del otro. 50 Si afligieres a mis hijas, o si tomares otras mujeres además de mis hijas, nadie está con nosotros; mira, Dios es testigo entre nosotros dos. 51 Dijo más Labán a Jacob: He aquí este majano, y he aquí esta señal, que he erigido entre tú y yo. 52 Testigo sea este majano, y testigo sea esta señal, que ni yo pasaré de este majano contra ti, ni tú pasarás de este majano ni de esta señal contra mí, para mal. 53 El Dios de Abraham y el Dios de Nacor juzgue entre nosotros, el Dios de sus padres. Y Jacob juró por aquel a quien temía Isaac su padre. 54 Entonces Jacob inmoló víctimas en el monte, y llamó a sus hermanos a comer pan; y comieron pan, y durmieron aquella noche en el monte. 55 Y se levantó Labán de mañana, y besó sus hijos y sus hijas, y los bendijo; y regresó y se volvió a su lugar. Génesis 31Génesis 31 - Introducción* Jacob se va en secreto. (1-21) Labán persigue a Jacob. (23-35) la queja de Jacob de la conducta de Labán. (36-42) Su pacto en Galeed. (43-55) Génesis 31:1-211-21 Los asuntos de estas familias se relacionan muy minuciosamente, mientras que (lo que se llama) los grandes eventos de estados y reinos en ese período, no se mencionan. La Biblia enseña a las personas los deberes comunes de la vida, cómo servir a Dios, cómo disfrutar de las bendiciones que él otorga y cómo hacer el bien en las diversas estaciones y deberes de la vida. Los hombres egoístas se consideran despojados de todo lo que les pasa, y la codicia incluso se tragará el afecto natural. La sobrevaluación de la riqueza mundana de los hombres es ese error que es la raíz de la codicia, la envidia y todo mal. Los hombres del mundo se interponen en el camino del otro, y cada uno parece estar alejándose del resto; de ahí descontento, envidia y discordia. Pero hay posesiones que serán suficientes para todos; felices los que los buscan en primer lugar. En todos nuestros retiros debemos respetar el mandato y la promesa de Dios. Si Él está con nosotros, no debemos temer. Los peligros que nos rodean son tantos, que nada más puede realmente alentar nuestros corazones. Recordar las temporadas favoritas de comunión con Dios es muy refrescante cuando está en dificultades; y a menudo debemos recordar nuestros votos, que no los cumplimos. Génesis 31:22-3522-35 Dios puede poner una brida en la boca de los hombres malvados, para contener su malicia, aunque no cambie sus corazones. Aunque no aman al pueblo de Dios, lo pretenderán y tratarán de hacer un mérito por necesidad. ¡Laban tonto! ¡llamar a esas cosas sus dioses que podrían ser robados! Los enemigos pueden robar nuestros bienes, pero no nuestro Dios. Aquí Labán pone a cargo de Jacob cosas que él no sabía. Aquellos que comprometen su causa a Dios, no tienen prohibido defenderla ellos mismos con mansedumbre y miedo. Cuando leemos que Rachel está robando las imágenes de su padre, ¡qué escena de iniquidad se abre! La familia de Nacor, que dejó a los caldeos idólatras; ¿Esta familia misma se ha vuelto idólatra? Es aun así. La verdad parece ser que fueron como algunos en tiempos posteriores, que se juramentaron por el Señor y por Malcham, Sofonías 1:5; y como otros en nuestros tiempos, que desean servir a Dios y a Mammon. Grandes números reconocerán al verdadero Dios en palabras, pero sus corazones y casas son las moradas de la idolatría espiritual. Cuando un hombre se entrega a la codicia, como Labán, el mundo es su dios; y solo tiene que residir entre grandes idólatras para convertirse en uno, o al menos en un favorito de sus abominaciones. Génesis 31:36-4236-42 Si Jacob fuera voluntariamente consumido por el calor en el día, y las heladas por la noche, para convertirse en el yerno de Labán, ¿qué deberíamos negarnos a soportar para convertirnos en hijos de Dios? Jacob habla de Dios como el Dios de su padre; se consideraba indigno de ser considerado, pero era amado por el bien de su padre. Lo llama el Dios de Abraham, y el temor de Isaac; porque Abraham estaba muerto y se había ido a ese mundo donde el amor perfecto expulsa el miedo; pero Isaac todavía estaba vivo, santificando al Señor en su corazón, como su miedo y su temor. Génesis 31:43-5543-55 Labán no podía justificarse ni condenar a Jacob, por lo tanto, no desea saber más sobre ese asunto. No está dispuesto a ser culpable, como debería haberlo hecho. Pero él propone un pacto de amistad entre ellos, a lo que Jacob acepta de inmediato. Se levantó un montón de piedras para mantener el recuerdo del evento, y la escritura no se conocía ni se usaba poco. Se ofreció un sacrificio de ofrendas de paz. La paz con Dios pone verdadero consuelo en nuestra paz con nuestros amigos. Comieron pan juntos, participaron de la fiesta sobre el sacrificio. En la antigüedad, los pactos de amistad eran ratificados por las partes que comían y bebían juntas. Dios es juez entre las partes contendientes, y juzgará con rectitud; quien hace mal, es bajo su propio riesgo. Le dieron un nuevo nombre al lugar, El montón de testigos. Después de esta conversación enojada, se separan amigos. Dios a menudo es mejor para nosotros que nuestros temores, y anula los espíritus de los hombres a nuestro favor, más allá de lo que podríamos haber esperado; porque no es en vano confiar en él |
Copyright © 1960 by American Bible Society
Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit