Génesis 20 - Comentario Bíblico de Matthew HenryGénesis 20Abraham y Abimelec1 De allí partió Abraham a la tierra del Neguev, y acampó entre Cades y Shur, y habitó como forastero en Gerar. 2 Y dijo Abraham de Sara su mujer: Es mi hermana. Y Abimelec rey de Gerar envió y tomó a Sara. 3 Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le dijo: He aquí, muerto eres, a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido. 4 Mas Abimelec no se había llegado a ella, y dijo: Señor, ¿matarás también al inocente? 5 ¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? Con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto. 6 Y le dijo Dios en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto; y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocases. 7 Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido; porque es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si no la devolvieres, sabe que de cierto morirás tú, y todos los tuyos. 8 Entonces Abimelec se levantó de mañana y llamó a todos sus siervos, y dijo todas estas palabras en los oídos de ellos; y temieron los hombres en gran manera. 9 Después llamó Abimelec a Abraham, y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan grande pecado? Lo que no debiste hacer has hecho conmigo. 10 Dijo también Abimelec a Abraham: ¿Qué pensabas, para que hicieses esto? 11 Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer. 12 Y a la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y la tomé por mujer. 13 Y cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la merced que tú harás conmigo, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es. 14 Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, y siervos y siervas, y se los dio a Abraham, y le devolvió a Sara su mujer. 15 Y dijo Abimelec: He aquí mi tierra está delante de ti; habita donde bien te parezca. 16 Y a Sara dijo: He aquí he dado mil monedas de plata a tu hermano; mira que él te es como un velo para los ojos de todos los que están contigo, y para con todos; así fue vindicada. 17 Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, y tuvieron hijos. 18 Porque Jehová había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimelec, a causa de Sara mujer de Abraham. Génesis 20Génesis 20 - Introducción* La estancia de Abraham en Gerar, Sarah es tomada por Abimelec. (1-8) La reprensión de Abimelec a Abraham. (9-13) Abimelec restaura a Sarah. (14-18) Génesis 20:1-81-8 La política corrupta no prosperará: nos pone a nosotros y a otros en peligro. Dios le da a Abimelec aviso de su peligro de pecado, y su peligro de muerte por su pecado. Todo pecador voluntario es un hombre muerto, pero Abimelec alega ignorancia. Si nuestra conciencia atestigua que, por más que hayamos sido engañados en una trampa, no hemos pecado conscientemente contra Dios, será nuestro regocijo en el día del mal. Es una cuestión de consuelo para aquellos que son honestos, que Dios conoce su honestidad y la reconocerá. Es una gran misericordia ser impedido de cometer pecado; de esto Dios debe tener la gloria. Pero si hemos hecho mal por ignorancia, eso no nos disculpará si persistimos conscientemente en ello. El que hace mal, sea quien sea, príncipe o campesino, ciertamente recibirá por el mal que ha hecho, a menos que se arrepienta y, si es posible, haga una restitución. Génesis 20:9-139-13 Vea aquí mucha culpa, incluso en el padre de los fieles. Marque su desconfianza en Dios, su excesiva preocupación por la vida, su intención de engañar. También lanzó la tentación a la manera de los demás, les causó aflicción, se expuso a sí mismo y a Sarah a reprimirlos, y sin embargo intentó una excusa. Estas cosas están escritas para nuestra advertencia, no para que las imitemos. Hasta Abraham no tiene de qué gloriarse. No puede ser justificado por sus obras, sino que debe estar en deuda con la justificación, con esa justicia que está sobre todos y con todos los que creen. No debemos condenar a todos como hipócritas que caen en pecado, si no continúan en él. Pero que los humildes e impenitentes presten atención a que no pecan, pensando que la gracia puede abundar. Abimelec, siendo advertido de Dios, toma la advertencia; y realmente temiendo al pecado y sus consecuencias, se levantó temprano para seguir las instrucciones que se le dieron. Génesis 20:14-1814-18 A menudo nos preocupamos, e incluso somos llevados a la tentación y al pecado, por sospechas infundadas; y encuentra el temor de Dios donde no lo esperábamos. Los acuerdos para engañar generalmente terminan en vergüenza y pena; y las restricciones del pecado, aunque por el sufrimiento, deberían ser reconocidas afortunadamente. Aunque el Señor reprenda, perdonará y liberará a su pueblo, y les dará el favor a la vista de aquellos con quienes se hospeden; y anulan sus enfermedades, cuando se sienten humillados por ellos, para que demuestren ser útiles para ellos y para los demás. |
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Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit