Éxodo 40 - Comentario Bíblico de Matthew HenryÉxodo 40Moisés erige el tabernáculo1 Luego Jehová habló a Moisés, diciendo: 2 En el primer día del mes primero harás levantar el tabernáculo, el tabernáculo de reunión; 3 y pondrás en él el arca del testimonio, y la cubrirás con el velo. 4 Meterás la mesa y la pondrás en orden; meterás también el candelero y encenderás sus lámparas, 5 y pondrás el altar de oro para el incienso delante del arca del testimonio, y pondrás la cortina delante a la entrada del tabernáculo. 6 Después pondrás el altar del holocausto delante de la entrada del tabernáculo, del tabernáculo de reunión. 7 Luego pondrás la fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás agua en ella. 8 Finalmente pondrás el atrio alrededor, y la cortina a la entrada del atrio. 9 Y tomarás el aceite de la unción y ungirás el tabernáculo, y todo lo que está en él; y lo santificarás con todos sus utensilios, y será santo. 10 Ungirás también el altar del holocausto y todos sus utensilios; y santificarás el altar, y será un altar santísimo. 11 Asimismo ungirás la fuente y su base, y la santificarás. 12 Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua. 13 Y harás vestir a Aarón las vestiduras sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás, para que sea mi sacerdote. 14 Después harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas; 15 y los ungirás, como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes, y su unción les servirá por sacerdocio perpetuo, por sus generaciones. 16 Y Moisés hizo conforme a todo lo que Jehová le mandó; así lo hizo. 17 Así, en el día primero del primer mes, en el segundo año, el tabernáculo fue erigido. 18 Moisés hizo levantar el tabernáculo, y asentó sus basas, y colocó sus tablas, y puso sus barras, e hizo alzar sus columnas. 19 Levantó la tienda sobre el tabernáculo, y puso la sobrecubierta encima del mismo, como Jehová había mandado a Moisés. 20 Y tomó el testimonio y lo puso dentro del arca, y colocó las varas en el arca, y encima el propiciatorio sobre el arca. 21 Luego metió el arca en el tabernáculo, y puso el velo extendido, y ocultó el arca del testimonio, como Jehová había mandado a Moisés. 22 Puso la mesa en el tabernáculo de reunión, al lado norte de la cortina, fuera del velo, 23 y sobre ella puso por orden los panes delante de Jehová, como Jehová había mandado a Moisés. 24 Puso el candelero en el tabernáculo de reunión, enfrente de la mesa, al lado sur de la cortina, 25 y encendió las lámparas delante de Jehová, como Jehová había mandado a Moisés. 26 Puso también el altar de oro en el tabernáculo de reunión, delante del velo, 27 y quemó sobre él incienso aromático, como Jehová había mandado a Moisés. 28 Puso asimismo la cortina a la entrada del tabernáculo. 29 Y colocó el altar del holocausto a la entrada del tabernáculo, del tabernáculo de reunión, y sacrificó sobre él holocausto y ofrenda, como Jehová había mandado a Moisés. 30 Y puso la fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar, y puso en ella agua para lavar. 31 Y Moisés y Aarón y sus hijos lavaban en ella sus manos y sus pies. 32 Cuando entraban en el tabernáculo de reunión, y cuando se acercaban al altar, se lavaban, como Jehová había mandado a Moisés. 33 Finalmente erigió el atrio alrededor del tabernáculo y del altar, y puso la cortina a la entrada del atrio. Así acabó Moisés la obra. La nube sobre el tabernáculo(Nm. 9.15-23) 34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. 35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba. 36 Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas; 37 pero si la nube no se alzaba, no se movían hasta el día en que ella se alzaba. 38 Porque la nube de Jehová estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche sobre él, a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas. Éxodo 40Éxodo 40 - Introducción* Se establecerá el tabernáculo, y Aarón y sus hijos serán santificados. (1-15) Moisés realiza todo según las indicaciones. (16-33) La gloria del Señor llena el tabernáculo. (34-38) Éxodo 40:1-151-15 Cuando comienza un nuevo año, debemos tratar de servir a Dios mejor que el año anterior. En medio año se completó el tabernáculo. Cuando los corazones de los números son sinceros por una buena causa, se puede hacer mucho en poco tiempo; y cuando los mandamientos de Dios son atendidos continuamente, como regla de trabajo, todo se hará bien. El sumo sacerdocio estaba en la familia de Aarón hasta que Cristo vino, y en Él, la sustancia de todas estas sombras, continúa para siempre. Éxodo 40:16-3316-33 Cuando el tabernáculo y sus muebles estaban preparados, no pospusieron la crianza hasta que llegaron a Canaán; pero, en obediencia a la voluntad de Dios, la establecieron en medio de su campamento. Los que están inquietos en el mundo, no deben pensar que esto excusará la falta de religión; como si fuera suficiente para comenzar a servir a Dios cuando comienzan a establecerse en el mundo. No; un tabernáculo para Dios es muy necesario, incluso en un desierto, especialmente porque podemos estar en otro mundo antes de venir a arreglarlo. Y podemos temer con justicia para no engañarnos con una forma de piedad. La idea de que tan pocos ingresaron a Canaán debería advertir especialmente a los jóvenes, que no pospongan el cuidado de sus almas. Éxodo 40:34-3834-38 La nube cubrió el tabernáculo incluso en el día más despejado; no era una nube la que dispersa el sol. Esta nube era una muestra de la presencia de Dios para ser vista día y noche, por todo Israel, para que nunca más volvieran a preguntarse: ¿Está el Señor entre nosotros o no? Guió el campamento de Israel a través del desierto. Mientras la nube descansaba sobre el tabernáculo, ellos descansaban; cuando se quitó, lo siguieron. La gloria del Señor llenó el tabernáculo. En luz y fuego, la Shejiná se hizo visible: Dios es Luz; nuestro Dios es un fuego consumidor. Sin embargo, la luz era tan deslumbrante y el fuego tan terrible que Moisés no pudo entrar en la tienda de la congregación, hasta que el esplendor disminuyó. Pero lo que Moisés no pudo hacer, nuestro Señor Jesús lo hizo, a quien Dios hizo que se acercara; y quién nos ha invitado a venir con valentía, incluso al propiciatorio. Al ser enseñados por el Espíritu Santo a seguir el ejemplo de Cristo, así como a depender de él, a asistir a sus ordenanzas y a obedecer sus preceptos, se nos impedirá perder el camino y seremos guiados en medio de los caminos de juicio, hasta que lleguemos al cielo, la habitación de su santidad. ¡BENDITO SEA DIOS POR JESUCRISTO! |
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Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit