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Cantares 7 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Cantares 7

1 ¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, Oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, Obra de mano de excelente maestro.

2 Tu ombligo como una taza redonda Que no le falta bebida. Tu vientre como montón de trigo Cercado de lirios.

3 Tus dos pechos, como gemelos de gacela.

4 Tu cuello, como torre de marfil; Tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim; Tu nariz, como la torre del Líbano, Que mira hacia Damasco.

5 Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo; Y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey Suspendida en los corredores.

6 ¡Qué hermosa eres, y cuán suave, Oh amor deleitoso!

7 Tu estatura es semejante a la palmera, Y tus pechos a los racimos.

8 Yo dije: Subiré a la palmera, Asiré sus ramas. Deja que tus pechos sean como racimos de vid, Y el olor de tu boca como de manzanas,

9 Y tu paladar como el buen vino, Que se entra a mi amado suavemente, Y hace hablar los labios de los viejos.

10 Yo soy de mi amado, Y conmigo tiene su contentamiento.

11 Ven, oh amado mío, salgamos al campo, Moremos en las aldeas.

12 Levantémonos de mañana a las viñas; Veamos si brotan las vides, si están en cierne, Si han florecido los granados; Allí te daré mis amores.

13 Las mandrágoras han dado olor, Y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas, Nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado.

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Cantares 7

Cantares de los Cantares 7 - Introducción

* Las gracias de la iglesia. (1-9) El deleite de la iglesia en Cristo. (10-13)

Cantares de los Cantares 7:1-9

1-9 Las similitudes aquí son diferentes de lo que eran antes, y en el original se refieren a ropas gloriosas y espléndidas. Tal honor tiene todos sus santos; y después de vestirse de Cristo, se distinguen por su ropa hermosa y gloriosa. Adornan la doctrina de Dios su Salvador en todas las cosas. Los creyentes consistentes honran a Cristo, recomiendan el evangelio y convencen y despiertan a los pecadores. La iglesia se asemeja a la palma majestuosa y extendida; mientras que su amor por Cristo, y la obediencia que de allí resulta, son preciosos frutos de la verdadera vid. El rey se celebra en las galerías. Cristo se deleita en las asambleas y ordenanzas de su pueblo; y admira el fruto de su gracia en ellos. Cuando se aplica a la iglesia y a cada cristiano fiel, todo esto denota esa belleza de santidad, en la cual serán presentados a su Novio celestial.

Cantares de los Cantares 7:10-13

10-13 La iglesia, el alma creyente, triunfa en su relación con Cristo e interés en él. Ella humildemente desea comunión con él. Caminemos juntos, para que pueda recibir consejo, instrucción y consuelo de ti; y puede darte a conocer mis deseos y mis quejas, con libertad y sin interrupción. La comunión con Cristo es lo que todos los santificados respiran fervientemente. Y aquellos que conversen con Cristo, deben salir del mundo. Dondequiera que estemos, podemos mantener la comunión con Dios. Tampoco debemos ir a donde no podemos en fe pedirle que vaya con nosotros. Aquellos que irían al extranjero con Cristo, deben comenzar temprano en la mañana de sus días; debe comenzar cada día con él, buscarlo temprano, buscarlo diligentemente. Un alma amable puede reconciliarse con los lugares más pobres, si puede tener comunión con Dios en ellos; pero los campos más encantadores no satisfarán, a menos que el Amado esté allí. No pensemos estar satisfechos con ningún objeto terrenal. Nuestras propias almas son nuestros viñedos; deberían ser plantados con árboles útiles. A menudo debemos buscar si somos fructíferos en justicia. La presencia de Cristo hará que la vid florezca, y aparezcan las tiernas uvas, cuando el sol que regresa revive los jardines. Si podemos apelar a él, Tú lo sabes todo, tú sabes que te amo; si su Espíritu testifica con nuestro espíritu, que nuestras almas prosperan, es suficiente. Y debemos rogarle que nos busque y pruebe, que nos descubra a nosotros mismos. Los frutos y ejercicios de gracias son agradables para el Señor Jesús. Estos deben estar guardados y siempre listos; para que al dar mucho fruto, él pueda ser glorificado. Es todo de él, por lo tanto, es adecuado, debería ser todo para él.


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Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Copyright © 1960 by American Bible Society

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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