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Apocalipsis 20 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Apocalipsis 20

Los mil años

1 Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano.

2 Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años;

3 y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.

4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.

5 Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.

6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.

7 Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión,

8 y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar.

9 Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.

10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

El juicio ante el gran trono blanco

11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.

12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.

14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.

15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

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Apocalipsis 20

Apocalipsis 20 - Introducción

* (1) Satanás es atado por mil años. (1-3) La primera resurrección; son bienaventurados los que tienen parte en ella. (4-6) Satanás desatado, Gog y Magog. (7-10) La última y general resurrección. (11-15)

Apocalipsis 20:1-3

1-3 He aquí una visión que muestra por medio de una figura las restricciones impuestas al propio Satanás. Cristo, con su poder todopoderoso, impedirá que el diablo engañe a la humanidad como lo ha hecho hasta ahora. No quiere poder ni instrumentos para romper el poder de Satanás. Cristo cierra con su poder, y sella con su autoridad. La iglesia tendrá un tiempo de paz y prosperidad, pero aún no han terminado todas sus pruebas.

Apocalipsis 20:4-6

4-6 He aquí un relato del reinado de los santos, por el mismo espacio de tiempo que Satanás está atado. Los que sufren con Cristo, reinarán con él en su reino espiritual y celestial, en conformidad con él en su sabiduría, justicia y santidad: esto se llama la primera resurrección, con la que no serán favorecidos sino los que sirven a Cristo y sufren por él. Se declara la felicidad de estos siervos de Dios. Nadie puede ser bendecido sino los que son santos; y todos los que son santos serán bendecidos. Sabemos algo de lo que es la primera muerte, y es muy terrible; pero no sabemos lo que es esta segunda muerte. Debe ser mucho más terrible; es la muerte del alma, la separación eterna de Dios. Ojalá no sepamos nunca lo que es: los que han sido hechos partícipes de una resurrección espiritual, están salvados del poder de la segunda muerte. Podemos esperar que mil años seguirán a la destrucción de los poderes anticristianos, idólatras y perseguidores, durante los cuales el cristianismo puro, en doctrina, culto y santidad, se dará a conocer en toda la tierra. Por la obra omnipotente del Espíritu Santo, el hombre caído será creado de nuevo; y la fe y la santidad prevalecerán tan ciertamente como lo hacen ahora la incredulidad y la impiedad. Podemos percibir fácilmente qué variedad de espantosos dolores, enfermedades y otras calamidades cesarían, si todos los hombres fueran cristianos verdaderos y consecuentes. Se pondría fin a todos los males de las contiendas públicas y privadas, y aumentaría en gran medida la felicidad de todo tipo. Cada hombre trataría de aligerar el sufrimiento, en lugar de aumentar las penas que le rodean. Es nuestro deber orar por los días gloriosos prometidos, y hacer todo lo que pueda preparar para ellos en nuestros puestos públicos y privados.

Apocalipsis 20:7-10

7-10 Mientras dure este mundo, el poder de Satanás en él no será totalmente destruido, aunque puede ser limitado y disminuido. Apenas se suelta a Satanás, vuelve a engañar a las naciones y a incitarlas a hacer la guerra contra los santos y siervos de Dios. Sería bueno que los siervos y ministros de Cristo fueran tan activos y perseverantes en hacer el bien, como sus enemigos en hacer el mal. Dios librará esta última y decisiva batalla por su pueblo, para que la victoria sea completa y la gloria sea para él.

Apocalipsis 20:11-15

11-15 Después de los sucesos que acaban de ser predichos, el fin vendrá rápidamente; y no se menciona ninguna otra cosa, antes de la aparición de Cristo para juzgar al mundo. Este será el gran día: el Juez, el Señor Jesucristo, se revestirá entonces de majestad y terror. Las personas que serán juzgadas son los muertos, pequeños y grandes; jóvenes y viejos, bajos y altos, pobres y ricos. Ninguno es tan insignificante, sino que tiene algunos talentos de los que dar cuentas; y ninguno es tan grande, como para no tener que dar cuenta de ellos. No sólo los que estén vivos en la venida de Cristo, sino todos los muertos. Hay un libro de memoria tanto para lo bueno como para lo malo; y el libro de la conciencia del pecador, aunque antes era secreto, se abrirá entonces. Todo hombre recordará todas sus acciones pasadas, aunque haya olvidado muchas de ellas durante mucho tiempo. Se abrirá otro libro, el libro de las Escrituras, la regla de vida; representa el conocimiento que el Señor tiene de su pueblo, y su declaración de su arrepentimiento, fe y buenas obras; mostrando las bendiciones del nuevo pacto. Por sus obras los hombres serán justificados o condenados; él probará sus principios por sus prácticas. Aquellos justificados y absueltos por el evangelio, serán justificados y absueltos por el Juez, y entrarán en la vida eterna, sin tener nada más que temer de la muerte, o del infierno, o de los hombres malvados; porque todos ellos son destruidos juntos. Esta es la segunda muerte; es la separación final de los pecadores de Dios. Que sea nuestra gran preocupación ver si nuestras Biblias nos justifican o condenan ahora; porque Cristo juzgará los secretos de todos los hombres según el evangelio. ¿Quién morará con las llamas devoradoras?


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Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Copyright © 1960 by American Bible Society

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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