1 Crónicas 22 - Comentario Bíblico de Matthew Henry1 Crónicas 221 Y dijo David: Aquí estará la casa de Jehová Dios, y aquí el altar del holocausto para Israel. Preparativos para el templo2 Después mandó David que se reuniese a los extranjeros que había en la tierra de Israel, y señaló de entre ellos canteros que labrasen piedras para edificar la casa de Dios. 3 Asimismo preparó David mucho hierro para la clavazón de las puertas, y para las junturas; y mucho bronce sin peso, y madera de cedro sin cuenta. 4 Porque los sidonios y tirios habían traído a David abundancia de madera de cedro. 5 Y dijo David: Salomón mi hijo es muchacho y de tierna edad, y la casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnífica por excelencia, para renombre y honra en todas las tierras; ahora, pues, yo le prepararé lo necesario. Y David antes de su muerte hizo preparativos en gran abundancia. 6 Llamó entonces David a Salomón su hijo, y le mandó que edificase casa a Jehová Dios de Israel. 7 Y dijo David a Salomón: Hijo mío, en mi corazón tuve el edificar templo al nombre de Jehová mi Dios. 8 Mas vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has hecho grandes guerras; no edificarás casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí. 9 He aquí te nacerá un hijo, el cual será varón de paz, porque yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor; por tanto, su nombre será Salomón, y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días. 10 Él edificará casa a mi nombre, y él me será a mí por hijo, y yo le seré por padre; y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre. 11 Ahora pues, hijo mío, Jehová esté contigo, y seas prosperado, y edifiques casa a Jehová tu Dios, como él ha dicho de ti. 12 Y Jehová te dé entendimiento y prudencia, para que cuando gobiernes a Israel, guardes la ley de Jehová tu Dios. 13 Entonces serás prosperado, si cuidares de poner por obra los estatutos y decretos que Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes. 14 He aquí, yo con grandes esfuerzos he preparado para la casa de Jehová cien mil talentos de oro, y un millón de talentos de plata, y bronce y hierro sin medida, porque es mucho. Asimismo he preparado madera y piedra, a lo cual tú añadirás. 15 Tú tienes contigo muchos obreros, canteros, albañiles, carpinteros, y todo hombre experto en toda obra. 16 Del oro, de la plata, del bronce y del hierro, no hay cuenta. Levántate, y manos a la obra; y Jehová esté contigo. 17 Asimismo mandó David a todos los principales de Israel que ayudasen a Salomón su hijo, diciendo: 18 ¿No está con vosotros Jehová vuestro Dios, el cual os ha dado paz por todas partes? Porque él ha entregado en mi mano a los moradores de la tierra, y la tierra ha sido sometida delante de Jehová, y delante de su pueblo. 19 Poned, pues, ahora vuestros corazones y vuestros ánimos en buscar a Jehová vuestro Dios; y levantaos, y edificad el santuario de Jehová Dios, para traer el arca del pacto de Jehová, y los utensilios consagrados a Dios, a la casa edificada al nombre de Jehová. 1 Crónicas 221 Crónicas 22 - Introducción* Los preparativos de David para el templo. (1-5) las instrucciones de David a Salomón. (6-16) Los precios ordenados para ayudar. (17-19) 1 Crónicas 22:1-51-5 En ocasión del terrible juicio infligido a Israel por el pecado de David, Dios señaló el lugar donde tendría que construirse el templo. A raíz de esto, David se mostró emocionado por preparar todo para esta gran obra. Aunque a David no se le permitió construirlo, hizo todo lo posible y se preparó abundantemente antes de su muerte. Lo que encontremos en nuestras manos para hacer por Dios, nuestras almas y aquellos que nos rodean, hagámoslo con todo nuestro empeño antes de nuestra muerte, porque después de la muerte no hay plan ni acción posible. Y cuando el Señor se niegue a emplearnos en esos servicios que anhelábamos, no debemos desanimarnos ni ociosos, sino hacer lo que podamos, aunque sea en un ámbito más humilde. 1 Crónicas 22:6-166-16 David le da a Salomón la razón por la cual debería construir el templo. Porque Dios lo designó. Nada nos impulsa más poderosamente a dedicarnos a cualquier servicio para Dios que saber que estamos designados para ello. Porque tendría el tiempo y la oportunidad para hacerlo. Debería contar con paz y tranquilidad. Donde Dios otorga descanso, espera trabajo. Porque Dios había prometido establecer su reino. Las bondadosas promesas de Dios deben avivar y fortalecer nuestro servicio religioso. David le entregó a Salomón un relato de las vastas preparaciones que había hecho para esta construcción; no por orgullo o vanagloria, sino para animar a Salomón a dedicarse alegremente a esta gran obra. No debe pensar que al construir el templo adquirirá una dispensa para pecar; al contrario, su acción no sería aceptada si no se esforzara por cumplir los estatutos del Señor. En nuestro trabajo espiritual, al igual que en nuestra lucha espiritual, necesitamos valor y determinación. 1 Crónicas 22:17-1917-19 Todo lo que se hace para difundir la palabra de Dios y lograr que sea escuchada por todos es como llevar una piedra o un lingote de oro para la construcción del templo. Esto debería animarnos cuando nos entristece no ver más frutos de nuestros esfuerzos; mucho bien puede manifestarse después de nuestra muerte, algo que nunca imaginamos. Entonces, no nos cansemos de hacer el bien. La labor está en manos del Príncipe de la paz. Como él, el Autor y Consumador de la obra, se complace en emplearnos como sus instrumentos, levantémonos y actuemos, animándonos y ayudándonos mutuamente; trabajando conforme a su norma, siguiendo su ejemplo, confiando en su gracia, seguros de que él estará con nosotros y que nuestro trabajo no será en vano en el Señor. |
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Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit