1 Tesalonicenses 1 - Comentario Bíblico de Matthew Henry1 Tesalonicenses 11 PABLO, y Silvano, y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses, que es en Dios el Padre, y en el Señor Jesu Cristo. Gracia a vosotros, y paz de Dios Padre nuestro, y del Señor Jesu Cristo. 2 Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones: 3 Sin cesar acordándonos de vuestra obra de fé, y trabajo de amor, y paciencia de esperanza en el Señor nuestro Jesu Cristo, delante del Dios y Padre nuestro: 4 Sabiendo, hermanos, amados de Dios, vuestra elección; 5 Por cuanto nuestro evangelio no vino a vosotros en palabra solamente, mas también en potencia, y en el Espíritu Santo, y en muy cierta persuasión: como sabéis cuales fuimos entre vosotros por amor de vosotros. 6 Y vosotros fuisteis hechos imitadores de nosotros, y del Señor, recibiendo la palabra en mucha tribulación, con gozo del Espíritu Santo: 7 En tal manera que hayais sido ejemplo a todos los que han creido en Macedonia, y en Acaya. 8 Porque por vosotros ha resonado la palabra del Señor, no solo en Macedonia, y en Acaya, mas aun en todo lugar vuestra fé, que es en Dios, se ha extendido de tal manera que no tengamos necesidad de hablar nada. 9 Porque ellos cuentan de nosotros cual entrada tuvimos a vosotros; y de qué manera fuisteis convertidos de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero; 10 Y para esperar a su hijo de los cielos, al cual él levantó de los muertos, es a saber, Jesús, el cual nos libró de la ira que ha de venir. 1 Tesalonicenses 11 Tesalonicenses 1:1-51-5 Como todo bien viene de Dios, así ningún bien pueden esperar los pecadores, sino de Dios en Cristo. Y el mejor bien puede esperarse de Dios, como nuestro Padre, por causa de Cristo. Debemos orar, no sólo por nosotros, sino también por los demás; acordándonos de ellos sin cesar. Dondequiera que haya una fe verdadera, ésta obrará; afectará tanto al corazón como a la vida. La fe actúa por medio del amor; se manifiesta en el amor a Dios y en el amor al prójimo. Y dondequiera que haya una esperanza bien fundada de la vida eterna, esto aparecerá por el ejercicio de la paciencia; y es una señal de sinceridad, cuando en todo lo que hacemos, buscamos la aprobación de Dios. Por esto podemos conocer nuestra elección, si no sólo hablamos de las cosas de Dios con nuestros labios, sino que sentimos su poder en nuestros corazones, mortificando nuestras lujurias, destetándonos del mundo y elevándonos a las cosas celestiales. Si el Espíritu de Dios no viene con la palabra de Dios, ésta será para nosotros letra muerta. Así la contenían por el poder del Espíritu Santo. Estaban plenamente convencidos de la verdad de la misma, como para no ser sacudidos en su mente por objeciones y dudas; y estaban dispuestos a dejar todo por Cristo, y a aventurar sus almas y su condición eterna sobre la verdad de la revelación del Evangelio.s; y estaban dispuestos a dejar todo por Cristo, y aventurar sus almas y su condición eterna sobre la verdad de la revelación del evangelio. 1 Tesalonicenses 1:6-106-10 Cuando las personas descuidadas, ignorantes e inmorales se apartan de sus actividades y conexiones carnales, para creer y obedecer al Señor Jesús, para vivir sobria, justa y piadosamente, el asunto habla por sí mismo. Los creyentes bajo el Antiguo Testamento esperaban la venida del Mesías, y los creyentes ahora esperan su segunda venida. Él todavía está por venir. Y Dios lo resucitó de entre los muertos, lo cual es una garantía plena para todos los hombres de que vendrá a juzgar. Vino a comprar la salvación y, cuando vuelva, traerá consigo la salvación, la liberación plena y definitiva de esa ira que aún está por venir. Que todos, sin demora, huyan de la ira venidera, y busquen refugio en Cristo y su salvación. |
Casiodoro de Reina © Versión de Dominio Público.
Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit