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Miqueas 7 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Miqueas 7

Qvexaſe el Propheta de la raridad de los pios, y de la abundancia de la iniquidad y perfidia de los de ſus tiempos. II. Introduze à la Igleſia de los pios affligida que ſe consuela y esfuerça en la eſperança que tiene en Dios de ſu restauracion cõtra la insolẽcia de la canalla del mundo que la afflige y ſe burla de ſus eſperanças: laqual restauracion gloriosa predize. III Sobre eſta premeſſa ora el propheta por la venida del Mess ias y la restauracion de ſu pueblo &c:

1 AY de mi, que he sido como quando han cogido los frutos del verano, como quando han rebuscado deſpues de la vendimia, que no queda razimo para comer: mi alma deſſeó primeros frutos.

2 Faltó el Misericordioso de la tierra, recto no ay entre los hombres, todos assechan à la sangre, cadaqual arma red à ſu hermano.

3 Para perficionar la maldad con ſus manos, el Principe demanda, y el juez juzga por la paga: Y el grande habla el quebrantó de ſu anima, y fortalecenla.

4 El mejor deellos es como el escambron: el mas recto, como çarçal: el dia de tus atalayas, tu visitacion, viene: aora ſerá ſu confusion.

5 No creays en amigo, ni confieys en Principe: de la que duerme á tu lado guarda no abras tu boca.

6 Porque el hijo deshonrra àl padre, la hija ſe leuãta contra la madre, la nuera cõtra ſu suegra, y los enemigos del hombre ſon los de ſu caſa.

7 Yo empero à Iehoua eſperaré, eſperaré àl Dios de mi salud, el Dios mio me oyrá.

8 ¶ Tu mi enemiga no te huelgues de mi: porque ſi cay, leuantarmehé: ſi moráre en tinieblas, Iehoua es mi luz.

9 La yra de Iehoua supportaré, porque pequé à el: haſta que juzgue mi cauſa, y haga mi juyzio: el me sacara à luz, veré ſu justicia.

10 Y mi enemiga verá, y cubrirlahá verguença: laque me dezia, Donde eſta tu Dios Iehoua? mis ojos la veran: aora ſerá hollada como lodo de las plaças.

11 El dia en que ſe edificaran tus cercas, aquel dia ſerá alexado el mandamiento.

12 En eſſe dia vendrá haſta ti desde Aſſyria v las ciudades fuertes: y defde las ciudades fuertes haſta el Rio: y de mar, à mar:, y de monte à monte.

13 Y la tierra cõ ſus moradores sera affolada por el fruto de ſus obras.

14 ¶ Apacienta tu Pueblo con tu cayado: el rebaño de tu heredad, que mora solo en la montaña, en medio del Carmelo: pazcan á Basan y à Galaad como en el tiempo paſſado.

15 Yo le mostraré marauillas como el dia que ſaliste de Egypto.

16 Las Gentes verán, y auergonçarsehán de todas ſus valentias: pondrán la mano ſobre ſu boca, ſus orejas ſe ensordeceran.

17 Lamerán el poluo como la culebra, como las ſerpientes de la tierra: temblarán en ſus encerramientos: de Iehoua nuestro Dios ſe espauoreceran, y temerán de ti.

18 Que Dios como tu: Que perdonas la maldad, y que paſſas por la rebellion con el resto de ſu heredad? No retuuo para siempre ſu enojo, porque es amador de misericor dia.

19 El tornará, el aurá misericordia de noſotros, el ſujetará nuestras iniquidades y echará en los profundos de la mar todos nuestros peccados.

20 Darás la verdad à Iacob, y à Abraham la misericordia que juraste à nuestros Padres desde tiempos antigos. FIN DE MICHEAS.

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Miqueas 7

Miqueas 7 - Introducción

* La prevalencia general de la maldad. (1-7) Confía en Dios y triunfa sobre los enemigos. (8-13) Promesas y estímulos para Israel. (14-20)

Miqueas 7:1-7

1-7 El profeta se lamenta de haber vivido entre un pueblo que está madurando rápidamente para la ruina, en el que sufrirían muchas personas buenas. Los hombres no tenían consuelo, ni satisfacción en sus propias familias o en sus parientes más cercanos. El desprecio y la violación de los deberes domésticos son un triste síntoma de corrupción universal. Es probable que nunca lleguen a ser buenos quienes no son dignos de sus padres. El profeta no vio seguridad ni consuelo sino mirar al Señor y esperar en Dios su salvación. Cuando estamos bajo pruebas, debemos mirar continuamente a nuestro Divino Redentor, para que podamos tener la fuerza y ​​la gracia de confiar en él y ser ejemplos para quienes nos rodean.

Miqueas 7:8-13

8-13 Aquellos verdaderamente penitentes por el pecado, verán una gran razón para ser pacientes bajo la aflicción. Cuando nos quejamos al Señor de la maldad de los tiempos, debemos quejarnos de la maldad de nuestros corazones. Debemos depender de Dios para que nos libere a su debido tiempo. No solo debemos mirarlo, sino buscarlo. En nuestras mayores angustias, no veremos ninguna razón para desesperarnos por la salvación, si por fe miramos al Señor como el Dios de nuestra salvación. Aunque los enemigos triunfen e insulten, serán silenciados y avergonzados. Aunque los muros de Sion pueden estar en ruinas durante mucho tiempo, llegará un día en que serán reparados. Israel vendrá de todas las partes remotas, sin retroceder en busca de desánimo. Aunque nuestros enemigos parezcan prevalecer contra nosotros y alegrarse por nosotros, no debemos desanimarnos. Aunque derribados, no somos destruidos; podemos unir la esperanza en la misericordia de Dios, con sumisión a su corrección. Ningún obstáculo puede impedir los favores que el Señor pretende para su iglesia.

Miqueas 7:14-20

14-20 Cuando Dios está a punto de liberar a su pueblo, agita a sus amigos para orar por ellos. Aplique espiritualmente la oración del profeta a Cristo, para cuidar de su iglesia, como el gran Pastor de las ovejas, y para ir delante de ellas, mientras están aquí en este mundo como en un bosque, en este mundo pero no de él. Dios promete en respuesta a esta oración, hará lo que sea por ellos, lo cual repetirá los milagros de épocas pasadas. Así como su pecado los llevó a la esclavitud, así Dios perdonando su pecado los sacó. Todos los que encuentran la indulgencia de la misericordia, no pueden sino maravillarse de esa misericordia; Tenemos razones para quedarnos asombrados, si sabemos lo que es. Cuando el Señor quita la culpa del pecado, para que no nos condene, él romperá el poder del pecado, para que no tenga dominio sobre nosotros. Si nos dejamos a nosotros mismos, nuestros pecados serán demasiado difíciles para nosotros; pero la gracia de Dios será suficiente para someterlos, para que no nos gobiernen, y luego no nos arruinarán. Cuando Dios perdona el pecado, se encarga de que nunca más se recuerde contra el pecador. Él arroja sus pecados al mar; No cerca de la orilla, donde pueden aparecer de nuevo, sino en la profundidad del mar, para nunca más levantarse. Todos sus pecados serán arrojados allí, porque cuando Dios perdona el pecado, perdona a todos. Perfeccionará lo que nos concierne, y con este buen trabajo hará todo por nosotros, lo que nuestro caso requiere y lo que ha prometido. Estos compromisos se relacionan con Cristo, y el éxito del evangelio hasta el fin de los tiempos, la restauración futura de Israel y el triunfo final de la verdadera religión en todas las tierras. El Señor llevará a cabo su verdad y misericordia, ni una jota ni una tilde de ella caerán al suelo: fiel es el que ha prometido, que también lo hará. Recordemos que el Señor ha dado la seguridad de su pacto, para un fuerte consuelo a todos los que huyen en busca de refugio para aferrarse a la esperanza puesta delante de ellos en Cristo Jesús.


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La Biblia del Oso 1559

Casiodoro de Reina © Versión de Dominio Público.

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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