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Éxodo 4 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Éxodo 4

Escusandoſe Moyſen la segunda vez con la incredulidad delos otros aquien era embiado, Dios le da potencia de hazer ſeñales maravillosas con que los pudieſſe cõuencer de ſu vocacion. II. Escusandoſe la tercera vez con la rudeza de ſu lengua, Dios le promete que el ſerá en ſu boca. III. Refusando del todo el officio por la quarta vez Dios ſe enoja cõ el, y dize que le dará por compañero a ſu hermano Aaron. IIII. Ansi ſe va Moyſen, y despedido de ſu suegro toma ſu muger y hijos, y parteſe parà Egypto. V. Aaron por auiso de Dios le sale à recebir, y Moyſen le da cuenta de toda la empresa. VI. Llegados à Egypto proponen el negocio àl Pueblo de Iſrael, el qual les dá credito, y alaba à Dios por la libertad que les preſenta.

1 Entonces Moyſen respondió, y dixo: He aqui que ellos no me creerán, ni oyran mi boz, porque dirán: Noteha aparecido Iehoua.

2 Y Iehoua le dixo: Que es eſſo, que tienes en tu mano? Y el respondió: vna vara.

3 Y el le dixo: Echala en tierra. Y el la echó en tierra, y tornose vna culebra: y Moyſen huya deella.

4 Entõces dixo Iehoua à Moyſen: Estiẽde tu mano, y tomala por la cola. Y el estẽdió ſu mano, y tomola, y tornose en la vara en ſu mano.

5 Por eſto creerán, que Iehoua el Dios de ſus padres ſe te há aparecido: el Dios de Abraham, Dios de Iſaac, y Dios de Iacob.

6 Y dixole mas Iehoua: Mete aora tu mano en tu seno. Y el metió lamano en ſu seno: y como la sacó, heaqui que ſu mano eſtaua leprosa, como la nieue.

7 Y dixo: Buelue à meter tu mano en tu seno y el boluió à meter ſu mano en ſu seno, y boluiendo la à sacar del seno, heaqui que era buelta como la otta carne.

8 Si aconteciere, que no te crey eren, ni obedecieren à la boz de la primera señal, creerán à la boz de la postrera.

9 Y ſi aun no creyeren à estas dos ſeñales, ni oyeren tu boz, tomarás de las aguas del Rio, y derramaras en tierra, y boluer sehan aquellas aguas que tu tomares del Rio, boluer sehan en sangre en la tierra.

10 ¶ Entonces dixo Moyſen à Iehoua: Ruego Señor, yo no ſoy hombre de palabras de ayer ni de antier, ni aun desde que tu hablas à tusieruo: porque ſoy peſado de boca y peſado de lengua.

11 Y Iehoua le respondió: Quien dió la boca àl hombre? o, quien hizo àl mudo y àl sordo? àl que vee y àl ciego? Nos ſoy yo Iehoua?

12 Ve pues aora, que yo seré en tu boca, y te enseñaré lo que ayas de hablar.

13 ¶ Y el dixo: Ruego Señor que embies por mano del que has de embiar.

14 Entõces Iehoua ſe enojó contra Moyſen, y dixo: No conozco yo à tu hermano Aaron Leuita, que el hablará? Y aun heaqui, que el te ſaldrá à recebir, y en viendote, ſe àlegrará de ſu coraçon.

15 Tu hablarás àel y pondras en ſu boca las palabras, y yo seré en tu boca, y en la suya, y os enseñaré loque ayays de hazer.

16 Y el hablará porti àl pueblo, y el te ſerá por boca, y tu serás à el por Dios.

17 Y tomarás eſta vara en tu mano, con la qual harás las ſeñales.

18 ¶ Ansi ſe fué Moyſen, y boluiendo à ſu suegro Iethro dixole: Yo yré aora, y bolueré à mis hermanos, que eſtan en Egypto, para ver ſi aun biuen. Y Iethró dixo à Moyſen: Ve en paz.

19 Dixo tambiẽ Iehoua à Moyſen en Madian: Ve, y bueluete en Egypto, porque todos los que te procurauan la muerte, ſon muertos.

20 Entonces Moyſen tomó ſu muger y ſus hijos, y pusolos ſobre vn asno, y boluiose à tierra de Egypto: tomó tambien Moyſen la vara de Dios en ſu mano.

21 Y dixo Iehoua à Moyſen: Quando fueres buelto à Egypto, mira que hagas delãte de Pharaon todas las marauillas, que yo he pueſto en tu mano: yo empero en dureceré ſu coraçõ para que no dexe yr el pueblo.

22 Y diras à Pharaon: Iehoua ha dicho anſi: Iſrael es mi hijo, mi primogenito.

23 Y yo te hedicho, que dexes yr mi hijo, para que me sirua: y no has querido dexarlo yr por tanto, heaqui yo mato tu hijo, tu primogenito.

24 Y acontecio en el camino, que en vna posada lo encõtro Iehoua, y lo quiſo matar.

25 Entonces Sephora arrebató vn pedernal, y cottó el capullo de ſu hijo, y echolo à ſus pies diziendo: Porque tu me eres esposo de sangre.

26 Entonces ſe aparto deel. Y ella le dixó, Esposo de sangre, à cauſa de la circuncision.

27 ¶ Y Iehoua dixo à Aaron: Ve à recebir à Moyſen àl desierto. Y el fué, y encontrolo en el Monte de Dios, y besolo.

28 Entonces Moyſen contó à Aaron todas las palabras de Iehoua, que lo embiaua, y todas las ſeñales, que le auia dado.

29 ¶ Y fueron Moyſen y Aaron, y iuntaron todos los ancianos de los hijos de Iſrael,

30 Y Aaron habló todas las palabras, que Iehoua auia dicho à Moyſen, y hizo las ſeñales delante de los ojos del pueblo.

31 Y el pueblo creyó: y oyendo, que Iehoua auia visitado los hijos de Iſrael, y que auia viſto ſu afflicion, inclinaronſe, y adoraron.

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Éxodo 4

Éxodo 4 - Introducción

* Dios le da poder a Moisés para obrar milagros. (1-9) Moisés debe ser enviado, Aaron debe ayudarlo. (10-17) Moisés deja a Madián, el mensaje de Dios al faraón. (18-23) El desagrado de Dios contra Moisés, Aarón se encuentra con él, la gente les cree. (24-31)

Éxodo 4:1-9

1-9 Moisés objeta que el pueblo no creería en su palabra a menos que les mostrara alguna señal. Dios le da el poder para hacer milagros. Pero aquellos que son enviados a entregar los mensajes de Dios a los hombres no necesitan el poder para hacer milagros: su carácter y sus doctrinas deben ser juzgados por la Palabra de Dios a la que apelan. Estos milagros se refieren especialmente a los milagros del Señor Jesucristo. Solo le correspondía a Él echar el poder del diablo fuera del alma y sanar el alma de la lepra del pecado; y así fue para Él primero echar al diablo fuera del cuerpo y sanar la lepra del cuerpo.

Éxodo 4:10-17

10-17 Moisés continuó mostrando reticencia ante la tarea que Dios tenía planeada para él; había mucha cobardía, pereza y falta de fe en él. No debemos juzgar a las personas por la rapidez de su discurso. Mucho de sabiduría y verdadero valor pueden encontrarse en alguien con una lengua lenta. A veces, Dios elige como sus mensajeros a aquellos que tienen menos ventajas en el arte o la naturaleza, para que su gracia en ellos pueda resplandecer aún más gloriosamente. Los discípulos de Cristo no eran oradores, hasta que el Espíritu Santo los hizo tales. Dios condesciende a responder a la excusa de Moisés. Incluso la falta de confianza en uno mismo, cuando nos impide cumplir un deber o nos dificulta hacerlo, desagrada mucho al Señor. Pero mientras culpamos a Moisés por retroceder de este servicio peligroso, examinemos nuestros propios corazones para ver si no estamos descuidando deberes más fáciles y menos peligrosos. La lengua de Aarón, con la cabeza y el corazón de Moisés, harían a alguien completamente apto para esta tarea. Dios promete: "Yo estaré con tu boca, y con su boca". Incluso Aarón, que podía hablar bien, no podría hablar con eficacia a menos que Dios le diera enseñanza y ayuda constantes; porque sin la ayuda constante de la gracia divina, los mejores dones fracasarán.

Éxodo 4:18-23

18-23 Después de que Dios se manifestó en el arbusto, habló a menudo con Moisés. Faraón había endurecido su propio corazón ante los gemidos y clamores de los oprimidos israelitas; y ahora Dios, en el camino del justo juicio, endurece su corazón ante la enseñanza de los milagros y el terror de las plagas. Pero ya sea que Faraón escuche o no, Moisés debe decirle: Así dice el Señor. Debe exigir una liberación para Israel: Deja ir a mi hijo; no solo a mi siervo, a quien no tienes derecho a retener, sino a mi hijo. Es mi hijo quien me sirve y, por lo tanto, debe ser perdonado, debe ser defendido. En caso de negativa, mataré a tu hijo, incluso a tu primogénito. Como los hombres tratan al pueblo de Dios, así deben esperar ser tratados.

Éxodo 4:24-31

24-31 Dios se encontró con Moisés enojado. El Señor lo amenazó con la muerte o envió enfermedad sobre él como castigo por haber descuidado circuncidar a su hijo. Cuando Dios nos revela lo que está mal en nuestras vidas, debemos hacer todo lo posible por enmendarlo rápidamente. Esta es la voz de cada vara; nos llama a volver a Él que nos golpea. Dios envió a Aarón a encontrarse con Moisés. Cuanto más veían de Dios reuniéndolos, más agradable era su encuentro. Los ancianos de Israel se encontraron con ellos en fe y estuvieron listos para obedecerlos. A menudo sucede que se encuentra menos dificultad de la que se esperaba en empresas que están de acuerdo con la voluntad de Dios y para su gloria. Si nos levantamos y tratamos de hacer nuestra tarea adecuadamente, el Señor estará con nosotros y nos prosperará. Si Israel acogió con satisfacción las noticias de su liberación y adoró al Señor, ¿cómo deberíamos acoger las buenas noticias de la redención, abrazarlas con fe y adorar al Redentor?


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La Biblia del Oso 1559

Casiodoro de Reina © Versión de Dominio Público.

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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