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Deuteronomio 5 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Deuteronomio 5

Repite la Ley del Decalogo. II. El miedo del Pueblo oyda la Ley, à cauſa del qual pidió que Moyſen fueſſe tercero entre Dios y ellos, y Dios lo approuó.

1 Y Llamó Moyſen à todo Iſrael, y dixoles, Oye Iſrael los estatutos y derechos, que yo pronuncio oy en vuestros oydos, y aprendeldos, y guardarlos eys para hazerlos.

2 Iehoua nuestro Dios hizo Concierto con noſotros en Horeb.

3 No con nuestros padres hizo Iehoua eſte Concierto, ſino cõ noſotros todos los que estamos aqui oy biuos.

4 Cara à cara habló Iehoua cõ vosotros en el monte de en medio del fuego:

5 Y yo eſtaua entonces entre Iehoua y vosotros, para denunciaros la palabra de Iehoua: porque vosotros tuuistes temor del fuego, y no subistes al monte, diziendo,

6 Yo ſoy Iehoua tu Dios, que te saqué de tierra de Egypto, de caſa de sieruos,

7 No tendrás dioses estraños delante de mi.

8 No harás para ti esculptura, ninguna imagen de coſa que eſte arriba en los cielos, o abaxo en la tierra, o en las aguas debaxo de la tierra.

9 No te inclinarás à ellas ni les seruirás: porque yo ſoy Iehoua tu Dios, Fuerte, Zeloso, que visito la iniquidad de los padres ſobre los hijos, y ſobre los terceros, y ſobre los quartos à los que me aborrecen,

10 Y que hago misericordia à millares à los que me aman, y guardan mis mandamientos.

11 No tomarás en vano el nombre de tu Dios Iehoua, porque Iehoua no dará por innocente àl que tomare en vano ſu nombre.

12 Guardarás el dia del Sabbado para sanctificarlo, como Iehoua tu Dios te ha mandado.

13 Seys dias obrarás, y harás toda tu obra.

14 Y el Septimo, Sabbado à Iehoua tu Dios: ninguna obra harás tu, ni tu hijo, nitu hija, ni tu sieruo, ni tu ſierua, ni tu buey, ni tu asno, ni ningun animal tuyo, ni tu peregrino, que eſta dentro de tus puertas, porque descanse tu sieruo y tu ſierua, como tu.

15 Y acuerdate que fueste sieruo en tierra de Egypto, y Iehoua tu Dios te sacó de alla con mano fuerre, y braço estendido: por lo qual Iehoua tu Dios te ha mãdado, que hagas el dia del Sabbado.

16 Honrra à tu padre y à tu madre, como Iehoua tu Dios te ha mandado, para que ſean prolongados tus dias, y para que ayas bien ſobre la tierra que Iehoua tu Dios te da.

17 No matarás.

18 No adulterarás,

19 No hurtarás.

20 No dirás falso testimonio contra tu proximo.

21 No cobdiciarás la muger de tu proximo, ni cobdiciarás la caſa de tu proximo, ni ſu tierra, ni ſu sieruo, ni ſu ſierua, ni ſu buey, ni ſu asno, ni ninguna coſa, que ſea de tu proximo.

22 Estas palabras habló Iehoua à toda vuestra congregacion en el monte de en medio del fuego, de la nuue, y de la escuridad, à gran boz, y no añidió. Y escriuiolas en dos tablas de piedra, las quales medio à mi.

23 ¶ Y acontecio, que como vosotros oystes la boz de en medio de las tinieblas, y vistes àl monte que ardia en fuego, llegastes à mi todos los principes de vuestros tribus, y vuestros ancianos,

24 Y dixistes, Heaqui, Iehoua nuestro Dios nos ha moſtrado ſu gloria, y ſu grandeza, y ſu boz hemos oydo de en medio del fuego: oy auemos viſto que Iehoua habla ál hombre, y biue.

25 Aora pues porque moriremos? que eſte gran fuego nos consumirá: ſi tornaremos à oyr la boz de Iehoua nuestro Dios, moriremos.

26 Porque que es toda carne, para que oyga la boz del Dios biuiente que habla de en medio del fuego, como nosottos, y biua?

27 Llega tu, y oye todas las coſas que dixere Iehoua nuestro Dios, y tu nos diras à noſotros todo lo que te dixere Iehoua nuestro Dios à ti, y oyremos, y haremos.

28 Y oyó Iehoua la boz de vuestras palabras, quando me hablauades à mi, y dixo me Iehoua, Yo he oydo la boz de las palabras deste pueblo, que hã hablado: bien es todo loque han dicho.

29 Quien dieſſe que tuuieſſen tal coraçon, que me temieſſen, y guardaſſen todos mis mandamiẽtos todos los dias, para que ouieſſen bien para siempre ellos y ſus hijos.

30 Ve, diles, Bolueos à vuestras tiendas.

31 Y tu estâte aqui cõmigo, para que yo te diga todos los mandamientos, y estatutos y derechos, que tu les enseñarás que hagan en la tierra, que yo les doy para que la hereden.

32 Guardad pues que hagays, como Iehoua vuestro Dios os ha mandado, no os aparteys à diestra ni â siniestra.

33 En todo camino que Iehoua vuestro Dios os ha mandado, andareys, porque biuays, y ayays bien, y tengays largos dias en la tierra, que aueys de heredar.

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Deuteronomio 5

Deuteronomio 5 - Introducción

* El pacto en Horeb. (1-5) Los diez mandamientos repetidos. (6-22) La solicitud de la gente de que la ley se pueda cumplir a través de Moisés. (23-33)

Deuteronomio 5:1-5

1-5 Moisés exige atención. Cuando escuchamos la palabra de Dios debemos aprenderla; y lo que hemos aprendido debemos ponerlo en práctica, porque ese es el final de escuchar y aprender; no para llenar nuestras cabezas con nociones, o nuestras bocas con charlas, sino para dirigir nuestros afectos y conductas.

Deuteronomio 5:6-22

6-22 Aquí hay alguna variación de Deuteronomio 5:20 entre la oración del Señor en Deuteronomio 5:6 y Deuteronomio 5:11. Es más necesario que nos unamos a las cosas, que a las palabras inalterablemente. La razón original para santificar el sábado, tomada del descanso de Dios de la obra de la creación en el séptimo día, no se menciona aquí. Aunque esto sigue vigente, no es la única razón. Aquí se toma de la liberación de Israel fuera de Egipto; porque eso era típico de nuestra redención por Jesucristo, en recuerdo de lo cual debía observarse el sábado cristiano. En la resurrección de Cristo fuimos llevados a la gloriosa libertad de los hijos de Dios, con una mano poderosa y un brazo extendido. ¡Qué dulce es para un alma verdaderamente angustiada bajo los terrores de una ley quebrantada, escuchar el lenguaje suave y revitalizante del evangelio!

Deuteronomio 5:23-33

23-33 Moisés se refiere a la consternación causada por el terror con que se dio la ley. Las apariencias de Dios siempre han sido terribles para el hombre, desde la caída; pero Cristo, habiendo quitado el pecado, nos invita a venir valientemente al trono de la gracia. Estaban en una buena mente, bajo las fuertes convicciones de la palabra que escucharon. Muchos tienen sus conciencias sobresaltadas por la ley que no las ha purificado; Se les extorsionan promesas justas, pero no se fijan ni arraigan buenos principios en ellas. Dios elogió lo que dijeron. Él desea el bienestar y la salvación de los pobres pecadores. Él ha dado abundantes pruebas de que lo hace; nos da tiempo y espacio para arrepentirnos. Él ha enviado a su Hijo para redimirnos, prometió su Espíritu a los que oran por él y ha declarado que no le agrada la ruina de los pecadores. Sería bueno para muchos, si siempre hubiera un corazón en ellos, como parece haberlo a veces; cuando están bajo la convicción de pecado, o las reprensiones de la providencia, o cuando llegan a mirar la muerte a la cara. La única forma de ser feliz es ser santo. Di a los justos: les irá bien. Dejemos que los creyentes hagan cada vez más su estudio y deleite, hacer lo que el Señor Dios ha mandado.


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La Biblia del Oso 1559

Casiodoro de Reina © Versión de Dominio Público.

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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