Jeremías 16
Jeremias 16 - Introducción
* Prohibiciones dadas al profeta. (1-9) La justicia de Dios en estos juicios. (10-13) futura restauración de los judíos y la conversión de los gentiles. (14-21)
Jeremias 16:1-9
1-9 El profeta debe comportarse como alguien que esperaba ver su país arruinado muy pronto. Ante la perspectiva de momentos tristes, debe abstenerse del matrimonio, llorar por los muertos y el placer. Aquellos que convencerían a otros de las verdades de Dios, deben hacer que parezca que ellos mismos lo creen. La paz, interna y externa, familiar y pública, es totalmente obra de Dios, y de su bondad y misericordia. Cuando le quita la paz a cualquier persona, la angustia debe seguir. Puede haber ocasiones en que sea apropiado evitar las cosas, de lo contrario nuestro deber; y siempre debemos sentarnos solos a los placeres y preocupaciones de esta vida.
Jeremias 16:10-13
10-13 Aquí parece ser el lenguaje de aquellos que pelean por la palabra de Dios, y en lugar de humillarse y condenarse a sí mismos, se justifican, como si Dios los hubiera hecho mal. Se da una respuesta simple y completa. Eran más obstinados en el pecado que sus padres, caminando cada uno según los dispositivos de su corazón. Como no escucharán, serán llevados a un país lejano, una tierra que no conocen. Si tuvieran el favor de Dios, eso haría incluso agradable la tierra de su cautiverio.
Jeremias 16:14-21
14-21 La restauración del cautiverio babilónico sería recordada en lugar de la liberación de Egipto; también tipificaba la redención espiritual y la futura liberación de la iglesia de la opresión anticristiana. Pero ninguno de los pecados de los pecadores puede ser escondido de Dios, o será ignorado por él. Descubrirá y levantará instrumentos de su ira, que destruirán a los judíos, por fraude como pescadores, por la fuerza como cazadores. El profeta, regocijándose por la esperanza de la misericordia por venir, se dirigió al Señor como su fuerza y refugio. La liberación del cautiverio será una figura de la gran salvación que el Mesías forjará. Las naciones a menudo han conocido el poder de Jehová en su ira; pero lo conocerán como la fuerza de su pueblo y su refugio en tiempos de problemas.