Salmos 91 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

Salmos 91

¹ Aquele que habita no abrigo do Altíssimo e descansa à sombra do Todo-poderoso

² pode dizer ao Senhor: “Tu és o meu refúgio e a minha fortaleza, o meu Deus, em quem confio”.

³ Ele o livrará do laço do caçador e do veneno mortal.

⁴ Ele o cobrirá com as suas penas, e sob as suas asas você encontrará refúgio; a fidelidade dele será o seu escudo protetor.

⁵ Você não temerá o pavor da noite nem a flecha que voa de dia,

⁶ nem a peste que se move sorrateira nas trevas, nem a praga que devasta ao meio-dia.

⁷ Mil poderão cair ao seu lado; dez mil, à sua direita, mas nada o atingirá.

⁸ Você simplesmente olhará, e verá o castigo dos ímpios.

⁹ Se você fizer do Altíssimo o seu abrigo, do Senhor o seu refúgio,

¹⁰ nenhum mal o atingirá, desgraça alguma chegará à sua tenda.

¹¹ Porque a seus anjos ele dará ordens a seu respeito, para que o protejam em todos os seus caminhos;

¹² com as mãos eles o segurarão, para que você não tropece em alguma pedra.

¹³ Você pisará o leão e a cobra; pisoteará o leão forte e a serpente.

¹⁴ “Porque ele me ama, eu o resgatarei; eu o protegerei, pois conhece o meu nome.

¹⁵ Ele clamará a mim, e eu lhe darei resposta, e na adversidade estarei com ele; vou livrá-lo e cobri-lo de honra.

¹⁶ Vida longa eu lhe darei, e lhe mostrarei a minha salvação.”

Salmos 91

Salmo 91 - Introducción

* La seguridad de quienes tienen a Dios como refugio. (1-8) Su favor con Él. (9-16)

Salmo 91:1-8

1-8 El que por fe elige a Dios como su protector, encontrará en él todo lo que necesita o puede desear. Y aquellos que han encontrado la comodidad de hacer del Señor su refugio, no pueden sino desear que otros puedan hacerlo. La vida espiritual está protegida por la gracia divina de las tentaciones de Satanás, que son como las trampas del cazador, y del contagio del pecado, que es una peste ruidosa. Se promete una gran seguridad a los creyentes en medio del peligro. La sabiduría evitará que tengan miedo sin causa, y la fe evitará que tengan demasiado miedo. Cualquier cosa que se haga, se hará la voluntad de nuestro Padre celestial; y no tenemos motivos para temer. El pueblo de Dios verá, no solo las promesas de Dios cumplidas, sino también sus amenazas. Entonces, que los pecadores vengan al Señor en su propiciatorio, a través del nombre del Redentor; y animar a otros a confiar en él también.

Salmo 91:9-16

9-16 Pase lo que pase, nada lastimará al creyente; aunque surjan problemas y aflicciones, vendrán, no por su dolor, sino para bien, aunque por el momento no sean alegres sino dolorosos. Aquellos que con razón conocen a Dios, pondrán su amor sobre él. Ellos por oración constantemente lo invocan. Su promesa es que, a su debido tiempo, librará al creyente de problemas y, mientras tanto, estará con él en problemas. El Señor manejará todas sus preocupaciones mundanas y preservará su vida en la tierra, siempre que sea bueno para él. Para alentarlo, mira a Jesús. Vivirá lo suficiente; hasta que haya hecho el trabajo para el que fue enviado a este mundo y esté listo para el cielo. ¿Quién desearía vivir un día más de lo que Dios tiene que hacer, ya sea por él o sobre él? Un hombre puede morir joven, pero estar satisfecho con la vida. Pero un hombre malvado no está satisfecho incluso con una larga vida. Finalmente el conflicto del creyente termina; lo ha hecho para siempre con problemas, pecado y tentación