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Salmos 125 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Salmos 125

1 Cántico gradual. Los que confían en Yahvé son como el monte de Sión, que es inconmovible y está asentado para siempre.

2 Está Jerusalén rodeada de montes, y así circunda Yahvé a su pueblo desde ahora y por siempre.

3 De cierto no permanecerá el cetro de los impíos sobre el lote de los justos, para que no tiendan los justos sus manos a la iniquidad.

4 Colma, ¡oh Yahvé! de bienes a los buenos, a los rectos de corazón.

5 Mas a los que van por sendas tortuosas, remuévalos Yahvé juntamente con los impíos. ¡Paz sobre Israel!

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Salmos 125

Salmo 125 - Introducción

* La seguridad de los justos. (1-3) Oración por ellos, La ruina de los impíos. (4,5)

Salmo 125:1-3

1-3 Todas esas mentes se mantendrán verdaderamente, que se quedarán en Dios. Serán como el Monte Sión, firmes como son; una montaña apoyada por la providencia, mucho más como una montaña sagrada apoyada por la promesa. No pueden ser removidos de la confianza en Dios. Permanecen para siempre en esa gracia que es la garantía de su eterna permanencia en la gloria. Al comprometerse con Dios, estarán a salvo de sus enemigos. Incluso las montañas pueden moldearse y quedar en nada, y las rocas pueden ser removidas, pero el pacto de Dios con su pueblo no puede romperse, ni su cuidado por ellos cesará. Sus problemas no durarán más de lo que su fuerza los soportará debajo de ellos. La vara de los impíos puede venir, puede caer sobre los justos, sobre sus personas, sus propiedades, sus libertades, los nombres de sus familias, sobre cualquier cosa que recaiga en su suerte; solo que no puede alcanzar sus almas. Y aunque pueda venir sobre su suerte, no descansará sobre ellos. El Señor hará que todos trabajen juntos por su bien. Los malvados solo probarán una vara correctora, no una espada destructora; incluso esta vara no permanecerá sobre ellos, para que no desconfíen de la promesa, pensando que Dios los ha desechado.

Salmo 125:4-5

4,5 Las promesas de Dios deberían acelerar nuestras oraciones. El camino de la santidad es recto; No hay vueltas ni desplazamientos en él. Pero los caminos de los pecadores son torcidos. Cambian de un propósito a otro, y se vuelven de aquí para allá para engañar; pero la desilusión y la miseria les sobrevendrán. Aquellos que se adhieren a los caminos de Dios, aunque puedan tener problemas en su camino, su fin será la paz. La súplica de su Salvador por ellos les asegura el poder de defensa y la preservación de la gracia de su Dios. Señor, cuéntanos con ellos, a tiempo y hasta la eternidad.


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Biblia Nácar-Colunga

Alberto Colunga Cueto, y Eloíno Nácar Fúster. 1944©

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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