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Nehemías 10 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Nehemías 10

1 Por todo esto, nosotros hacemos hoy una fiel alianza y la escribimos, signada por nuestros príncipes, nuestros levitas y nuestros sacerdotes.

2 Los que firmaron con sus sellos fueron: Nehemías el gobernador, hijo de Helcías; Sedecías,'

3 Serayas Azarías, Jeremías,

4 Pasjur, Amarías, Malaquías,

5 Jatús, Sebanías, Maluc,

6 Jarín, Meremot, Obadías,

7 Daniel, Guinetón, Baruc,

8 Mesulam, Abías, Miyamín,

9 Maasías, Bilgai y Semeyas. Estos sacerdotes.

10 Levitas: Josué, hijo de Azanías; Binuí, de los hijos de Jenadad; Cadmiel'

11 y sus hermanos; Sebanías, Odias, Quelita, Pelayas, Jonán,'

12 Mica, Rejob, Jasabías,

13 Zacur, Serebías, Sebanías,

14 Odias, Baní y Beninu.

15 Cabezas del pueblo: Paros, Pahat Moab, Elam, Zatu, Baní,

16 Buní, Azgab, Babai,

17 Adonías, Bigval, Adim,

18 Ater, Je-jisquía, Azur,

19 Odias, Jasum, Besai,

20 Jarif, Anatot, Nebaí,

21 Magpías, Mesulam, Jezir,

22 Mesezabeel, Sadoc, Jadúa,

23 Pelatías, Janán, Ananías,

24 Hoseas, Jonanías, Jasub,

25 Halojes, Pilja, Sobeo,

26 Rejum, Jesabna, Maaseas,

27 Ajías, Janán, Anán,

28 Maluc, Jarim, Baana.

29 Y el resto del pueblo, los sacerdotes y los levitas, porteros y cantores, los netineos y todos los que se habían apartado de los pueblos de la región, volviendo a la Ley de Dios, sus mujeres, sus hijos y sus hijas y todos cuantos tenían conocimiento y discreción,

30 se adhirieron a sus hermanos, sus príncipes, y convinieron en la protestación y el juramento de andar en la Ley de Dios, que dio por mano de Moisés, su siervo, y guardar y cumplir los mandamientos de Yahvé, nuestro Señor, y sus juicios y preceptos;'

31 de no dar nuestras hijas a los pueblos de aquella tierra, ni tomar sus hijas para nuestros hijos;'

32 de no comprar nada en día de sábado, en día santificado, de las mercaderías y comestibles que en sábado trajesen a vender los pueblos de la tierra; de liberar la tierra el año séptimo y remitir toda deuda.'

33 Impusimos, además, por ley la carga de contribuir cada año con un tercio de siclo para la obra de la casa de nuestro Dios,

34 para los panes de la proposición, para la ofrenda perpetua y para el holocausto continuo, el de los sábados, el de los novilunios y el de las solemnidades, para las santificaciones y sacrificios expiatorios por Israel y para toda la obra de la casa de nuestro Dios.

35 Echamos también suertes entre los sacerdotes, los levitas y el pueblo, sobre la ofrenda de la leña, y para traerla a la casa de nuestro Dios en tiempos determinados cada año, para quemarla sobre el altar de Yahvé, nuestro Dios, según está prescrito;'

36 de traer cada año las primicias de nuestra tierra y las primicias de los frutos de nuestros árboles a la casa de Yahvé, así como los primogénitos de nuestros hijos y de nuestras bestias, como está escrito en la Ley;'

37 y de traer los primogénitos de nuestras vacas y de nuestras ovejas a la casa de nuestro Dios, a los sacerdotes que ministran en la casa de nuestro Dios;'

38 de traer las primicias de nuestras masas y nuestras ofrendas, y del fruto de todo árbol, del vino, del aceite, a los sacerdotes, a las cámaras de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestra tierra a los levitas; y de que recibirían los levitas las décimas de nuestras labores en todas las ciudades.'

39 De que estaría el sacerdote hijo de Aarón con los levitas cuando los levitas recibieran el diezmo, y que los levitas llevarían el diezmo del diezmo a la casa de nuestro Dios, a las cámaras de la casa del tesoro;'

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Nehemías 10

Nehemías 10 - Introducción

* El pacto, los que lo firmaron. (1-31) Su compromiso con los ritos sagrados. (32-39)

Nehemías 10:1-31

1-31 La conversión se está separando del curso y la costumbre de este mundo, dedicándonos a la conducta dirigida por la Palabra de Dios. Cuando nos comprometemos a hacer los mandamientos de Dios, es hacer todos sus mandamientos y mirarlo como el Señor y nuestro Señor.

Nehemías 10:32-39

32-39 Habiendo hecho convenio contra los pecados de los cuales habían sido culpables, se obligaron a observar los deberes que habían descuidado. No solo debemos dejar de hacer el mal, sino aprender a hacerlo bien. Que ninguna gente espere la bendición de Dios, a menos que continúen con la adoración pública. Es probable que vaya bien con nuestras casas, cuando se tiene cuidado de que el trabajo de la casa de Dios continúe bien. Cuando todos ayudan, y todos dan, aunque sea poco, hacia un buen trabajo, el total se convertirá en una gran suma. Debemos hacer lo que podamos en obras de piedad y caridad; y en cualquier estado en el que estemos ubicados, cumplamos alegremente con nuestro deber hacia Dios, que será la forma más segura de tranquilidad y libertad. Como las ordenanzas de Dios son los medios designados de apoyo a nuestras almas, el creyente no guardará rencor a los gastos; Sin embargo, la mayoría de las personas dejan sus almas para morir de hambre.


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Biblia Nácar-Colunga

Alberto Colunga Cueto, y Eloíno Nácar Fúster. 1944©

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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