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Joel 2 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Joel 2

1 ¡Tocad la trompeta en Sión! ¡Dad en mi monte santo la voz de alarma! Tiemblen los habitantes todos de la tierra, que viene el día de Yahvé. 1 Ya está cerca.

2 Día de tinieblas y de oscuridad, día de nublados y de densa niebla. Se extiende sobre los montes como la aurora ! un pueblo numeroso y robusto; i semejante a él no ha existido desde los siglos, ni después de él volverá a existir por generaciones de generaciones.'

3 Delante de él va el fuego consumiendo, y detrás la llama abrasa. Delante de él es la tierra como el paraíso de Edén, detrás queda convertida en desolado desierto; ante él no hay quien escape.'

4 Parecen caballos, y corren cual jinetes.

5 Como ruido de carros sobre las cimas de los montes, como crepitar de las ardientes llamas que devoran la paja, como pueblo robusto en orden de batalla.

6 Ante él las gentes se llenan de zozobra, todos los rostros se demudan.

7 Corren como valientes, asaltan los muros como hombres de guerra, marchan cada uno por su senda y no confunden sus caminos.

8 Ni aprieta ninguno a su vecino; va cada uno por su calzada, y aun atravesando por entre las armas se precipitan sin romperse.'

9 Asaltan la ciudad, corren por las murallas, escalan las casas y entran por las ventanas como ladrones.

10 Ante ellos tiembla la tierra, se conmueven los cielos, se oscurecen el sol y la luna, y las estrellas extinguen su brillo.

11 Yahvé hace sonar su voz ante su ejército. Su campamento es inmenso, pues es fuerte el ejecutor de sus palabras. Grande es el día de Yahvé, sobremanera terrible; ¿quién podrá, pues, soportarlo?'

12 Por eso, pues, ahora dice aún Yahvé: Convertios a mí de todo corazón en ayuno, en llanto y en gemidos,

13 Rasgad vuestros corazones, no vuestras vestiduras, y convertios a Yahvé, vuestro Dios, que es clemente y misericordioso, tardo a la ira y rico en benignidad, y se arrepiente en castigar).

14 ¿Quién sabe si se volverá y se apiadará, y dejará tras sí bendición, ofrenda y libación para Yahvé, vuestro Dios?

15 Tocad la trompeta en Sión, promulgad ayuno, convocad asamblea.

16 Reunid al pueblo, promulgad santa congregación, convocad a los ancianos, reunid a los niños, aun a los niños de pecho. Que deje el esposo su cámara, y su tálamo la esposa.

17 Entre el pórtico y el altar oren los sacerdotes, ministros de Yahvé, y digan: Perdona, ¡oh Yahvé! a tu pueblo y no des al oprobio tu heredad para que se enseñoreen de ella las gentes. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: “Dónde está su Dios”?

18 Entonces Yahvé, encendido en celo por su tierra, perdonó a su pueblo,

19 y respondió a su pueblo, diciendo: Os mando el trigo, el mosto y el aceite, y os saciaréis de ello, y no os expondré ya más al oprobio de las gentes.

20 Y alejaré de vosotros al norteño y le echaré a tierra desierta y árida, poniendo sus vanguardias hacia el mar oriental, y su retaguardia hacia el mar occidental; y subirá su hedor y exhalará hediondez, pues ha hecho Yahvé grandes cosas.'

21 No ternas, suelo; alégrate y gózate, porque son muy grandes cosas las que Yahvé va a cumplir.'

22 No temáis, del campo, que reverdecerán los pastizales del desierto, y darán fruto los árboles, y la higuera y la vid riqueza.

23 Alegraos y gózaos, hijos de Sión, en Yahvé, vuestro Dios, que os dará la lluvia a su tiempo y hará descender sobre vosotros la lluvia otoñal y primaveral como al principio.

24 Y rebosarán de trigo las eras, y de mosto y aceite los lagares.

25 Y os compensaré de los años en que lo comieron (todo) el “arbé,” el “yéleq,” el “jasil” y el “gazam,” mi gran ejército, que mandé contra vosotros.

26 Y comeréis hasta la saciedad y alabaréis el nombre de Yahvé, vuestro Dios, que hizo con vosotros maravillas, y jamás será confundido mi pueblo.

27 Sabréis que en medio de Israal estoy yo y que yo soy Yahvé, vuestro Dios, y no hay otro; y jamás será mi pueblo confundido.'

28 (31) Después de esto derramaré mi espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas, y vuestros ancianos tendrán sueños, y vuestros mozos verán visiones.

29 (2) Aun sobre los siervos y las siervas) derramaré mi espíritu en aquellos días,

30 (3) y haré prodigios en el cielo, y en la tierra sangre y fuego y columnas de humo.

31 (4) Y el sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y terrible de Yahvé.

32 (5) Y todo el que invocare el nombre de Yahvé será salvo, porque en el monte de Sión y en Jerusa-lén estará el resto de los salvados, como lo ha dicho Yahvé, y lo mismo será de los escapados, llamados por Yahvé.

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Joel 2

Joel 2 - Introducción

* Los juicios de Dios. (1-14) Exhortaciones al ayuno y la oración; bendiciones prometidas (15-27) Una promesa del Espíritu Santo y de misericordias futuras. (28-32)

Joel 2:1-14

1-14 Los sacerdotes debían alarmar a la gente con el acercamiento cercano de los juicios divinos. Es obra de los ministros advertir de las consecuencias fatales del pecado y revelar la ira del cielo contra la impiedad y la injusticia de los hombres. La sorprendente descripción que sigue muestra lo que acompañaría a las devastaciones de las langostas, pero también puede describir los efectos de los estragos de la tierra por parte de los caldeos. Si se da la alarma de los juicios temporales a las naciones ofensivas, ¡cuánto más se debe advertir a los pecadores para que busquen la liberación de la ira venidera! Por lo tanto, nuestro negocio en la tierra debe ser especialmente, para asegurar un interés en nuestro Señor Jesucristo; y debemos tratar de ser destetados de los objetos que pronto serán arrancados de todos los que ahora los hacen ídolos. Debe haber expresiones externas de tristeza y vergüenza, ayuno, llanto y duelo; las lágrimas por problemas deben convertirse en lágrimas por el pecado que lo causó. Pero desgarrar las prendas sería en vano, excepto que sus corazones se desgarraron por humillación y aborrecimiento; por pena por sus pecados, y separación de ellos. No hay duda de que si realmente nos arrepentimos de nuestros pecados, Dios los perdonará; pero no se promete si eliminará la aflicción, pero la probabilidad de que esto nos anime a arrepentirnos.

Joel 2:15-27

15-27 Los sacerdotes y gobernantes deben nombrar un ayuno solemne. La súplica del pecador es: Ahórranos, buen Señor. Dios está listo para socorrer a su pueblo; y él espera ser amable. Oraron para que Dios los perdonara, y él les respondió. Sus promesas son respuestas reales a las oraciones de fe; con él diciendo y haciendo no son dos cosas. Algunos entienden estas promesas en sentido figurado, como señalando la gracia del evangelio, y como cumplidas en las abundantes comodidades atesoradas por los creyentes en el pacto de la gracia.

Joel 2:28-32

28-32 La promesa comenzó a cumplirse el día de Pentecostés, cuando se derramó el Espíritu Santo, y se continuó con la gracia de conversión y los dones milagrosos conferidos tanto a judíos como a gentiles. Los juicios de Dios sobre un mundo pecaminoso, solo van antes del juicio del mundo en el último día. Invocar a Dios supone conocimiento de él, fe en él, deseo hacia él, dependencia de él y, como evidencia de la sinceridad de todo esto, obediencia consciente a él. Aquellos solo serán entregados en el gran día, que ahora son efectivamente llamados del pecado a Dios, del yo a Cristo, de las cosas de abajo a las de arriba.


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Biblia Nácar-Colunga

Alberto Colunga Cueto, y Eloíno Nácar Fúster. 1944©

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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