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Génesis 8 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Génesis 8

1 Acordóse Dios de Noé y de todas las fieras y bestias que con él estaban en el arca, e hizo Dios pasar un viento sobre la tierra y comenzaron a menguar las aguas.

2 Cerráronse las fuentes del abismo y las compuertas del cielo, y cesó la lluvia de los cielos,

3 y las aguas iban menguando poco a poco sobre la haz de la tierra; comenzaron a bajar al cabo de ciento cincuenta días.'

4 El día veintisiete del séptimo mes se asentó el arca sobre los montes de Ararat.

5 Siguieron menguando las aguas hasta el mes décimo, y el día primero de este mes aparecieron las cumbres de los montes.

6 Pasados cuarenta más, abrió Noé la ventana que había hecho en el arca,

7 y, para ver cuánto habían menguado las aguas, soltó un cuervo, que volando iba y venía mientras se secaban las aguas sobre la tierra.

8 Siete días después, para ver si se habían secado ya las aguas sobre la haz de la tierra, soltó una paloma,

9 que, como no hallase dónde hacer pie, se volvió al arca, porque las aguas cubrían todavía la haz de la tierra. Sacó él la mano y, agarrándola, la metió en el arca.

10 Esperó otros siete días, y al cabo de ellos soltó otra vez la paloma,

11 que volvió a él a la tarde, trayendo en el pico una ramita de olivo. Conoció por esto Noé que las aguas no cubrían ya la tierra;'

12 pero todavía esperó otros siete días, y volvió a soltar la paloma, que no volvió más a él.

13 El año seiscientos uno, en el primer mes, el día primero de él, comenzó a secarse la superficie de la tierra, y, abriendo Noé el techo del arca, vio que estaba seca la superficie de la tierra.

14 El día veintisiete del segundo mes estaba ya seca la tierra.

15 Habló, pues, Dios a Noé, y le dijo:

16 “Sal del arca tú y tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos contigo.

17 Saca contigo también a todos los animales de toda especie, aves, ganados, y todos los reptiles que se arrastran sobre la tierra; llenad la tierra, procread y multiplicaos sobre ella.”

18 Salió, pues, Noé con sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos,

19 y salieron también todas las fieras, ganados, aves y reptiles que se arrastran sobre la tierra, según sus especies.

20 Alzó Noé un altar a Yahvé y, tomando de todos los animales puros y de todas las aves puras, ofreció sobre el altar un holocausto.

21 Y aspiró Yahvé el suave olor, y se dijo en su corazón: “No volveré ya más a maldecir a la tierra por el hombre, pues los deseos del corazón humano, desde la adolescencia, tienden al mal; no volveré ya a exterminar cuanto vivo hice sobre la tierra.'

22 Mientras dure la tierra, habrá sementera y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche.”

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Génesis 8

Génesis 8 - Introducción

* Dios recuerda a Noé y seca las aguas. (1-3)

El arca descansa sobre Ararat, Noé envía un cuervo y una paloma. (4-12)

Noé siendo ordenado, sale del arca. (13-19)

Noé ofrece sacrificios, Dios promete no maldecir más la tierra. (20-22)

Génesis 8:1-3

1-3 Toda la raza de la humanidad, excepto Noé y su familia, ahora estaban muertos, de modo que Dios recordando a Noé, fue el regreso de su misericordia a la humanidad, de la cual no terminaría por completo. Las demandas de la justicia divina habían sido respondidas por la ruina de los pecadores. Dios envió su viento para secar la tierra y sellar sus aguas. La misma mano que trae la desolación, debe traer la liberación; a esa mano, por lo tanto, debemos mirar siempre. Cuando las aflicciones hayan realizado el trabajo para el que fueron enviadas, ya sea matar o curar, se las llevarán. Como la tierra no se ahogó en un día, tampoco se secó en un día. Dios usualmente libera a su pueblo gradualmente, para que el día de las cosas pequeñas no sea despreciado, ni el día de las grandes cosas se desespere.

Génesis 8:4-12

4-12 El arca descansaba sobre una montaña, donde fuera dirigida por la sabia y amable providencia de Dios, que podría descansar antes. Dios tiene momentos y lugares de descanso para su pueblo después de su lanzamiento; y muchas veces se las arregla para su asentamiento razonable y cómodo, sin su propia invención, y más allá de su propia previsión. Dios le había dicho a Noé cuándo vendría el diluvio, pero no le dio cuenta por revelación, en qué momentos y en qué pasos debería irse.

El conocimiento del primero era necesario para preparar el arca; pero el conocimiento de esto último solo serviría para satisfacer la curiosidad; y ocultárselo ejercitaría su fe y paciencia. Noé envió un cuervo desde el arca, que salió volando y alimentándose de los cadáveres que flotaban. Entonces Noé envió una paloma, que regresó la primera vez sin buenas noticias; pero la segunda vez, trajo una hoja de olivo en su pico, arrancada, mostrando claramente que los árboles, los árboles frutales, comenzaron a aparecer sobre el agua. Noé envió la paloma la segunda vez, siete días después de la primera, y la tercera vez fue después de siete días también; probablemente en el día de reposo. Habiendo guardado el sábado con su pequeña iglesia, esperaba bendiciones especiales del Cielo y preguntó acerca de ellas.

La paloma es un emblema de un alma amable, que, al no encontrar una paz sólida de satisfacción en este mundo inundado y contaminante, regresa a Cristo en cuanto a su arca, en cuanto a su Noé, su descanso. El corazón carnal, como el cuervo, toma el mundo y se alimenta de la carroña que encuentra allí; pero regresa a mi descanso, alma mía; a tu Noé, entonces la palabra es, Salmo 116:7. Y cuando Noé extendió su mano, tomó la paloma y la atrajo hacia él, dentro del arca, así Cristo salvará, ayudará y dará la bienvenida a aquellos que huyen a él para descansar.

Génesis 8:13-19

13-19 Dios consulta nuestro beneficio, en lugar de nuestros deseos; Él sabe lo que es bueno para nosotros mejor que nosotros para nosotros mismos, y cuánto tiempo es adecuado para que nuestras restricciones continúen, y las misericordias deseadas deberían retrasarse. Saldríamos del arca antes de que se seque el suelo; y tal vez, si la puerta está cerrada, estén listos para salir de la cubierta y subir de otra manera; pero el tiempo de Dios de mostrar misericordia es el mejor momento. Como Noé tenía la orden de entrar en el arca, entonces, cuán tedioso fuera su encierro, esperaría a que se le ordenara salir de él nuevamente. Debemos, en todos nuestros sentidos, reconocer a Dios y ponerlo delante de nosotros en todos nuestros traslados. Los que solo están bajo la protección de Dios, que siguen la dirección de Dios y se someten a él.

Génesis 8:20-22

20-22 Noé había salido ahora a un mundo desolado, donde, se podría haber pensado, su primer cuidado habría sido construir una casa para sí mismo, pero comienza con un altar para Dios. Comienza bien, comienza con Dios. Aunque el ganado de Noé era pequeño, y lo había guardado con gran cuidado y esfuerzo, no tuvo reparos en servir a Dios con él. Servir a Dios con nuestro poco es la manera de hacerlo más; nunca debemos pensar que se desperdicia aquello con lo que se honra a Dios. Lo primero que se hizo en el nuevo mundo fue un acto de adoración. Ahora debemos expresar nuestro agradecimiento, no con holocaustos, sino con alabanzas y piadosas devociones y conversaciones.

Dios estaba muy complacido con lo que se había hecho. Pero la carne quemada no podía agradar a Dios más que la sangre de los toros y de los machos cabríos, excepto como típica del sacrificio de Cristo, y como expresión de la humilde fe y devoción de Noé a Dios. El diluvio lavó la raza de los hombres malvados, pero no quitó el pecado de la naturaleza del hombre, que habiendo sido concebido y nacido en pecado, piensa, trama y ama la maldad, aun desde su juventud, y eso tanto después del diluvio como antes. Pero Dios declaró bondadosamente que nunca volvería a ahogar al mundo. Mientras la tierra permanezca, y el hombre sobre ella, habrá verano e invierno. Es evidente que esta tierra no permanecerá para siempre. Dentro de poco, ella y todas las obras que hay en ella serán quemadas; y esperamos cielos nuevos y tierra nueva, cuando todas estas cosas sean disueltas. Pero mientras permanezca, la providencia de Dios hará que el curso de los tiempos y las estaciones continúe, y hace que cada uno conozca su lugar. Y de esta palabra dependemos, que así será. Vemos cumplidas las promesas de Dios a las criaturas, y podemos inferir que sus promesas a todos los creyentes serán así


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Biblia Nácar-Colunga

Alberto Colunga Cueto, y Eloíno Nácar Fúster. 1944©

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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