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Ezequiel 18 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Ezequiel 18

1 Fueme dirigida la palabra de Yahvé, diciendo:

2 ¿Qué andáis repitiendo este proverbio en la tierra de Israel y decís: “Los padres comieron las agraces, y los dientes de los hijos sufren la dentera”?

3 Por mi vida, dice Yahvé, que nunca más diréis este refrán en Israel.

4 Mías son las almas todas; lo mismo la del padre que la del hijo, mías son, y el alma que peca , ésa perecerá.'

5 El que sea justo y haga juicio y justicia,

6 no banquetee por los montes, y no alce los ojos a los ídolos de la casa de Israel, no deshonre a la mujer de su prójimo y no se llegue a la menstruada,

7 y no oprima a nadie y devuelva al deudor su prenda, no robe y dé pan al hambriento y vestido al desnudo,

8 no dé a logro ni reciba a usura, retraiga su mano del mal y haga juicio de verdad entre hombre y hombre,

9 camine en mis mandatos y guarde mis leyes, obrando rectamente, ése es justo, vivirá, dice Yahvé.

10 Pero, si engendró un hijo violento, vertedor de sangre o que haga una de esas otras cosas,

11 y, no imitando a sus padres, coma por los montes, manche a la mujer de su prójimo,

12 oprima al pobre y al desvalido, robe, no devuelva la prenda, alce los ojos a los ídolos y haga abominaciones,

13 dé a logro y reciba a usura, ¿vivirá éste? No vivirá. Hizo todas esas abominaciones, de cierto morirá. Recaerá su sangre sobre él.

14 Pero, si éste engendró un hijo que, viendo todos los pecados de su padre, no los imita,

15 ni come por los montes, ni alza sus ojos a los ídolos de Israel, ni mancha a la mujer de su prójimo,

16 ni oprime a nadie, ni retiene la prenda, ni roba, da su pan al hambriento y viste al desnudo,

17 contiene su mano de la iniquidad, no recibe usura ni interés y cumple mis preceptos, éste no morirá por la iniquidad de su padre, vivirá.

18 Su padre, que agravió y despojó a su hermano y no obró el bien en medio de su pueblo, éste morirá por su iniquidad.

19 Y si dijereis: ¿Por qué no ha de pagar el hijo la iniquidad del padre? Pues porque el hijo hizo juicio y justicia y guardó mis mandamientos y los puso por obra, y de cierto vivirá.

20 El alma que pecare, ésa morirá; el hijo no llevará sobre sí la iniquidad del padre, ni el padre la del hijo; la justicia del justo será sobre él, y sobre él será la iniquidad del malvado.'

21 Y si el malvado se retrae de su maldad, y guarda todos mis mandamientos, y hace lo que es recto y justo, vivirá y no morirá.

22 Todos los pecados que cometió no le serán recordados, y en la justicia que obró vivirá.

23 ¿Quiero yo acaso la muerte del impío, dice el Señor, Yahvé, y no más bien que se convierta de su mal camino y viva?

24 Pero, si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad conforme a todas las abominaciones que hace el impío, ¿va a vivir? Todas las justicias que hizo no le serán recordadas; por sus rebeliones con que se rebeló, por sus pecados que cometió, por ellos morirá'

25 Y si dijereis: No es recto el camino del Señor, escucha, casa de Israel. ¿Que no es derecho mi camino? ¿No son más bien los vuestros los torcidos ?

26 Si el justo se aparta de su justicia para obrar la maldad y por eso muere, muere por la iniquidad que cometió.

27 Y si el malvado se aparta de su iniquidad que cometió y hace lo que es recto y justo, hará vivir su propia alma.

28 Abrió los ojos y se apartó de los pecados cometidos, y vivirá y no morirá.

29 Y dice la casa de Israel: ¿No son derechos los caminos del Señor? ¿Que no son derechos mis caminos, casa de Israel? ¿No son más bien los vuestros los torcidos?

30 Yo, pues, os juzgaré a cada uno según sus caminos, ¡oh casa de Israel! dice Yahvé. Volveos y convertios de vuestros pecados, y así no serán la causa de vuestra ruina.

31 Arrojad de sobre vosotros todas las iniquidades que cometéis, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué habéis de querer morir, casa de Israel?

32 Que no quiero yo la muerte del que muere. Convertios y vivid.

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Ezequiel 18

Ezequiel 18 - Introducción

* Dios no respeta a las personas. (1-20) La divina providencia es vindicada. (21-29) Una amable invitación al arrepentimiento. (30-32)

Ezequiel 18:1-20

1-20 El alma que peca, morirá. En cuanto a la eternidad, cada hombre fue, es y será tratado, ya que su conducta demuestra que estuvo bajo el antiguo pacto de obras, o el nuevo pacto de gracia. Cualesquiera que sean los sufrimientos externos que vengan los hombres a través de los pecados de otros, se merecen por sus propios pecados todo lo que sufren; y el Señor anula cada evento para el bien eterno de los creyentes. Todas las almas están en manos del gran Creador: las tratará con justicia o misericordia; ni perecerá ninguno por los pecados de otro, que en algún sentido no es digno de muerte por los suyos. Todos hemos pecado, y nuestras almas deben perderse, si Dios trata con nosotros de acuerdo con su santa ley; pero estamos invitados a venir a Cristo. Si un hombre que había demostrado su fe por sus obras, tuviera un hijo malvado, cuyo carácter y conducta fueran al revés de los de sus padres, ¿podría esperarse que escapara de la venganza divina a causa de la piedad de su padre? Seguramente no. Y si un hombre malvado tuviera un hijo que caminara delante de Dios como justo, este hombre no perecería por los pecados de su padre. Si el hijo no estaba libre de males en esta vida, aún así debería ser partícipe de la salvación. La pregunta aquí no es sobre el fundamento meritorio de la justificación, sino sobre los tratos del Señor con los justos y los malvados.

Ezequiel 18:21-29

21-29 El hombre malvado se salvaría si se apartara de sus malos caminos. El verdadero penitente es un verdadero creyente. Ninguna de sus transgresiones anteriores le serán mencionadas, pero en la justicia que ha hecho, como fruto de la fe y el efecto de la conversión, seguramente vivirá. La pregunta no es si los verdaderos justos alguna vez se convierten en apóstatas. Es cierto que muchos de los que durante un tiempo fueron considerados justos, lo hacen, mientras que ver. Ezequiel 18:26; Ezequiel 18:27 habla de la plenitud del perdón de la misericordia: cuando el pecado se perdona, se borra, ya no se recuerda. En su justicia vivirán; no por su justicia, como si fuera una expiación por sus pecados, sino en su justicia, que es una de las bendiciones compradas por el Mediador. ¡Qué aliento tiene un pecador arrepentido y que regresa para esperar perdón y vida según esta promesa! En el verso Ezequiel 18:28 es el comienzo y el progreso del arrepentimiento. Los verdaderos creyentes miran y oran, y continúan hasta el final, y son salvos. En todas nuestras disputas con Dios, él está en lo correcto y nosotros estamos en lo incorrecto.

Ezequiel 18:30-32

30-32 El Señor juzgará a cada uno de los israelitas según sus caminos. En esto se basa una exhortación a arrepentirse y hacer de ellos un nuevo corazón y un nuevo espíritu. Dios no ordena lo que no se puede hacer, sino que nos exhorta a hacer lo que está a nuestro alcance y a rezar por lo que no. Se nombran ordenanzas y medios, se dan instrucciones y promesas, para que quienes deseen este cambio puedan buscarlo de Dios.


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Biblia Nácar-Colunga

Alberto Colunga Cueto, y Eloíno Nácar Fúster. 1944©

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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