x

Biblia Todo Logo
idiomas
Bibliatodo Comentarios





«

Éxodo 25 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

×

Éxodo 25

1 Yahvé habló a Moisés, diciendo:

2 “Di a los hijos de Israel que me traigan ofrendas; vosotros las recibiréis para mí de cualquiera que de buen corazón las ofrezca.'

3 He aquí las ofrendas que recibiréis de ellos: oro, plata y bronce;'

4 púrpura violeta y púrpura escarlata, carmesí; lino fino y pelo de cabra;'

5 pieles de carnero teñidas de rojo y pieles de tejón, maderas de acacia;'

6 aceite para las lámparas, aromas para el óleo de unción y para el incienso aromático;'

7 piedras de ónice y otras piedras de engaste para el efod y el pectoral.

8 Que me hagan un santuario y habitaré en medio de ellos.

9 Os ajustaréis a cuanto voy a mostrarte como modelo del santuario y de sus utensilios.

10 “Se hará una arca de madera de acacia dos codos y medio de largo, codo y medio de ancho y codo y medio de alto.

11 La cubrirás de oro puro por dentro y por fuera y en torno de ella pondrás una moldura de oro.

12 Fundirás para ella cuatro anillos de oro, que pondrás en los cuatro ángulos, dos de un lado, dos del otro.

13 Harás unas barras de madera de acacia y las cubrirás de oro,

14 y las pasarás por los anillos de los lados del arca para que pueda llevarse.

15 Las barras quedarán siempre en los anillos y no se sacarán.

16 En el arca pondrás el testimonio que yo te daré.

17 Harás un propiciatorio de oro puro de dos codos y medio de largo y un codo y medio de ancho.

18 Harás dos querubines de oro, de oro batido, a los dos extremos del propiciatorio,

19 uno al uno, otro al otro lado de él. Los dos querubines estarán a los dos extremos.

20 Estarán cubriendo cada uno con sus alas desde arriba el propiciatorio, de cara el uno al otro, mirando al propiciatorio.

21 Pondrás el propiciatorio sobre el arca, encerrando en ella el testimonio que yo te daré.

22 Allí me revelaré a ti, y de sobre el propiciatorio, de en medio de los querubines, te comunicaré yo todo cuanto para los hijos de Israel te mandare.”

23 “Harás de madera de acacia una mesa de dos codos de largo, un codo de ancho y codo y medio de alto;'

24 la revestirás de oro puro y harás en ella una moldura todo en derredor.

25 Harás también un reborde de un codo de alto en torno enguirnaldado de oro.

26 Le harás también cuatro anillos de oro y los pondrás en los cuatro ángulos, cada uno a su pie,

27 y por debajo de la moldura de oro, para meter por ellos las barras para llevar la mesa.

28 Las barras para llevar la mesa las harás también de madera de acacia, que cubrirás de oro.

29 Harás también sus platos, sus navetas, sus copas, sus tazas para las libaciones,

30 y tendrá sobre esa mesa perpetuamente ante mí los panes de la proposición.”

31 Harás un candelabro de oro puro, todo lo harás de oro batido, con su base, su tallo, sus cálices, sus bulbos y sus lirios salientes de él.

32 Seis brazos saldrán de sus lados, tres del uno y tres del otro.

33 Tres cálices a modo de flores de almendro tendrá el primer brazo, con sus bulbos y sus lirios; tres cálices a modo de flores de almendro, con sus bulbos y sus lirios, el segundo, y lo mismo todos los seis brazos que salen del tallo.'

34 El tallo llevará cuatro cálices a modo de flores de almendro, con sus bulbos y sus lirios;'

35 de cada dos brazos saldrá una flor, una sobre los dos inferiores, y otra sobre los dos siguientes, y otra sobre los dos superiores.

36 Todo hará un solo cuerpo, y todo de oro puro, batido.

37 Harás para él siete lámparas, que pondrás sobre el candelabro para que luzcan de frente.

38 Las despabiladeras y la cazoleta donde se apaguen los pabilos cortados serán de oro puro.

39 Un talento de oro puro se empleará para hacer el candelabro con todos sus utensilios.

40 Mira y hazlo conforme al modelo que se te ha mostrado.”

×

Éxodo 25

Éxodo 25 - Introducción

* Lo que los israelitas debían ofrecer para hacer el tabernáculo. (1-9) El arca. (10-22) La mesa, con sus muebles. (23-30) El candelero. (31-40)

Éxodo 25:1-9

1-9 Dios eligió al pueblo de Israel para que fuera un pueblo peculiar para Él, por encima de todas las demás naciones, y Él mismo sería su Rey. Ordenó que se construyera un palacio real en medio de ellos para Él, llamado santuario o lugar santo o morada. Allí mostró su presencia entre ellos. Y debido a que en el desierto vivían en tiendas, se ordenó que este palacio real fuera un tabernáculo, para que pudiera moverse con ellos. El pueblo debía proveer a Moisés los materiales de su propia voluntad. El mejor uso que podemos dar a nuestra riqueza terrenal es honrar a Dios con ella en obras de piedad y caridad. Deberíamos preguntarnos no solo qué debemos hacer, sino también qué podemos hacer por Dios. Cualquier cosa que dieran, debían hacerlo con alegría, no de mala gana, porque Dios ama al dador alegre, 2 Corintios 9:7. Lo que se invierte en el servicio de Dios debe considerarse bien empleado; y todo lo que se haga en el servicio de Dios debe hacerse bajo Su dirección.

Éxodo 25:10-22

10-22 El arca era un cofre revestido de oro en el que se debían guardar las dos tablas de la ley. Estas tablas se llamaban el testimonio; en ellas, Dios testificaba su voluntad. Esta ley era un testimonio para los israelitas, para guiarlos en su deber, y sería un testimonio en su contra si la transgredían. Este arca se colocaba en el lugar santísimo; el sumo sacerdote rociaba la sangre de los sacrificios y quemaba incienso delante de ella, y sobre ella aparecía la gloria visible, que era el símbolo de la presencia divina. Esto era un tipo de Cristo en su naturaleza sin pecado, que no vio corrupción, en unión personal con su naturaleza divina, expiando nuestros pecados contra ella mediante su muerte. Los querubines de oro miraban uno hacia el otro, y ambos miraban hacia abajo hacia el arca. Esto denota la asistencia de los ángeles al Redentor, su disposición para hacer su voluntad, su presencia en las asambleas de los santos y su deseo de escudriñar los misterios del evangelio. Estaba cubierta con un recubrimiento de oro llamado el propiciatorio. Se dice que Dios moraba o se sentaba entre los querubines en el propiciatorio. Allí daría su ley y escucharía a los suplicantes, como un príncipe en su trono.

Éxodo 25:23-30

23-30 Se debía hacer una mesa de madera recubierta de oro para colocarla en el tabernáculo exterior, siempre provista con los panes de la proposición. Esta mesa, junto con los objetos que contenía y su uso, parece simbolizar la comunión que el Señor mantiene con su pueblo redimido en sus ordenanzas, las provisiones de su casa y los banquetes de los que disfrutan. También simboliza el alimento para sus almas, que siempre encuentran cuando tienen hambre de él, y el deleite que él siente por sus personas y servicios, presentados ante él en Cristo.

Éxodo 25:31-40

31-40 El candelabro representa la luz de la Palabra de Dios y del Espíritu, en y a través de Cristo Jesús, ofrecida en este mundo oscuro a su pueblo creyente para guiar su adoración y obediencia, y brindarles consuelo. La iglesia todavía está en tinieblas, como lo estaba el tabernáculo en comparación con lo que será en el cielo; pero la Palabra de Dios es una luz que brilla en un lugar oscuro, como dice 2 Pedro 1:19, y el mundo sería realmente oscuro sin ella. ​​​​​​​En Éxodo 25:40 hay una advertencia expresa para Moisés. Nada se dejó a su propia imaginación, ni a la de los trabajadores, ni al pueblo; sino que la voluntad de Dios debía observarse en cada detalle. La instrucción de Cristo a sus discípulos en​​​​​​​ Mateo 28:20, es similar a esto: "Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado". Recordemos que somos templos del Espíritu Santo, que tenemos la ley de Dios en nuestros corazones, que debemos vivir una vida de comunión con Dios, deleitarnos en sus ordenanzas y ser la luz del mundo, si verdaderamente somos seguidores de Cristo. Que el Señor nos ayude a examinarnos a nosotros mismos a la luz de esta perspectiva de la religión y a caminar de acuerdo con ella.


»

Biblia Nácar-Colunga

Alberto Colunga Cueto, y Eloíno Nácar Fúster. 1944©

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

Síguenos en:



Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos