2 Crónicas 1 - Comentario Bíblico de Matthew Henry2 Crónicas 11 Salomón, hijo de David, se afirmó en su reino; Yahvé, su Dios, estaba con él y le engrandeció sobremanera.' 2 Salomón convocó a todo Israel, a los jefes de millares y centenas, a los jueces, a los príncipes de todo Israel, a los jefes de las casas paternas;' 3 y fue Salomón con toda la asamblea al alto de Gabaón, donde estaba el tabernáculo del testimonio de Dios, que Moisés, siervo de Yahvé, había hecho en el desierto. 4 El arca de Dios había sido ya trasladada por David, de Quiriat-Jearim al lugar que él la había preparado, pues había alzado para ella una tienda en Jerusalén. 5 Allí estaba también ante el tabernáculo de Yahvé el altar de bronce que había hecho Besabel, hijo de Uri, hijo de Jur. 6 Salomón y la asamblea adoraron a Yahvé, y Salomón ofreció allí, en el altar de bronce, que estaba ante el tabernáculo del testimonio, mil holocaustos a Yahvé. 7 Durante la noche aparecióse Dios a Salomón y le dijo: “Pide que quieres que te dé”;' 8 y Salomón respondió a Dios: “Tú hiciste con David, mi padre, gran misericordia, y a mí me has hecho reinar en su lugar. 9 Ahora, pues, ¡oh Yahvé! cumple tu palabra a David, mi padre, ya que me has hecho rey de un pueblo numeroso como el polvo de la tierra. 10 Dame la sabiduría y el entendimiento, para que pueda conducir a este pueblo; porque ¿quién podrá gobernar a este tu gran pueblo?” 11 Dios dijo a Salomón: “Pues que esto es lo que más deseas, y no me has pedido riquezas, hacienda o gloria, ni la vida de tus enemigos, ni muchedumbre de días, sino que me has pedido la sabiduría y el entendimiento para gobernar a mi pueblo, cuyo rey te he hecho, 12 la sabiduría y el entendimiento te doy; pero te daré también riquezas, hacienda y gloria tales como no las tuvieron nunca los reyes que te han precedido, ni las tendrán los que te sucedan.” 13 Tornóse Salomón a Jerusalén desde el alto de Gabaón desde el tabernáculo del testimonio, y reinó sobre Israel. 14 Salomón juntó carros y caballos; tuvo mil cuatrocientos carros y doce mil jinetes, que distribuyó entre las ciudades donde tenía los carros, y en Jerusalén, cerca del rey.' 15 Hizo la plata y el oro en Jerusalén tan comunes como las piedras, y los cedros tan numerosos como los sicómoros, que se dan con abundancia en los campos. 16 De Musri traía Salomón los caballos. Iban a buscarlos a Musri y Coa mercaderes del rey, que los compraban allí a un precio determinado. 17 Un tiro de cuatro caballos costaba seiscientos siclos de plata, y un caballo, ciento cincuenta, y los compraban también para todos los reyes de los jéteos y para los de Siria. |
Alberto Colunga Cueto, y Eloíno Nácar Fúster. 1944©
Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit