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2 Corintios 7 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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2 Corintios 7

1 Pues que tenemos estas promesas, carísimos, purifiquémonos de toda mancha de nuestra carne y nuestro espíritu, acabando la obra de la santificación en el temor de Dios.

2 Acogednos en vuestros corazones; a nadie hemos agraviado, a nadie hemos perjudicado, a nadie hemos explotado.'

3 No lo digo para condenaros, que ya antes os he dicho cuan dentro de nuestro corazón estáis para vida y para muerte.

4 Tengo mucha confianza con vosotros; tengo en vosotros grande motivo de gloria, estoy lleno de consuelo, reboso de gozo en todas nuestras tribulaciones.'

5 Pues aun llegados a Macedonia, no tuvo nuestra carne ningún reposo, sino que en todo fuimos atribulados, luchas por fuera, por dentro temores.

6 Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la llegada de Tito:

7 y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo que él tuvo por causa vuestra, al anunciarnos vuestra ansia, vuestro llanto y vuestro celo por mí, con lo que creció más mi gozo.

8 Porque si con la epístola os entristecí, no me pesa. Y si estaba pesaroso viendo que aquella carta, aunque por un momento, os había contristado,

9 ahora me alegro, no porque os entristecisteis, sino porque os entristecisteis para penitencia. Os contristasteis según Dios, para que no recibieseis daño alguno de nuestra parte.

10 Pues la tristeza según Dios es causa de penitencia saludable, de que jamás hay por qué arrepentirse; mientras que la tristeza según el mundo lleva a la muerte.'

11 Ved cuánta solicitud os ha causado esa misma tristeza según Dios, y qué excusas, qué enojos, qué temores, qué deseos, qué celo y qué vindicaciones. Totalmente limpios os habéis mostrado en este asunto.

12 Pues si yo os escribí, no fue por el que cometió el agravio ni por el que lo recibió, sino para que se manifestase vuestra solicitud por nosotros delante de Dios.

13 Con esto nos hemos consolado. Y a este consuelo nuestro vino a unirse el extremado gozo de Tito, cuyo espíritu habéis todos confortado.

14 Que si en algo me glorié con él de vosotros, no he quedado confundido, sino que así como en todo os habíamos hablado verdad, así resultó también verdadero nuestro gloriarnos con Tito.

15 Y su cariño por vosotros se ha acrecentado viendo vuestra obediencia y el temor y temblor con que le recibisteis.

16 Me alegró de poder en todo confiar en vosotros.

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2 Corintios 7

2 Corintios 7 - Introducción

Una exhortación a la santidad, y toda la iglesia le ruega que tenga afecto al apóstol. (1-4) Se alegró de que se arrepintieran. (5-11) Y en el consuelo que ellos y Tito tenían juntos. (12-16)

2 Corintios 7:1-4

1-4 Las promesas de Dios son fuertes razones para que sigamos la santidad; debemos limpiarnos de toda inmundicia de carne y de espíritu. Si esperamos en Dios como nuestro Padre, debemos procurar ser santos como él es santo, y perfectos como nuestro Padre del cielo. Su gracia, por la influencia de su Espíritu, es la única que puede purificar, pero la santidad debe ser el objeto de nuestras oraciones constantes. Si los ministros del Evangelio son considerados despreciables, existe el peligro de que el Evangelio mismo sea también despreciado; y aunque los ministros no deben adular a nadie, deben ser amables con todos. Los ministros pueden buscar la estima y el favor, cuando pueden apelar con seguridad al pueblo, que no han corrompido a nadie por medio de falsas doctrinas o discursos lisonjeros; que no han defraudado a nadie, ni han tratado de promover sus propios intereses para perjudicar a nadie. Fue el afecto hacia ellos lo que hizo que el apóstol les hablara con tanta libertad, y lo que hizo que se gloriara de ellos, en todos los lugares y en todas las ocasiones.

2 Corintios 7:5-11

5-11 Había luchas en el exterior, o continuas contiendas con, y oposición de judíos y gentiles; y había temores en el interior, y gran preocupación por los que habían abrazado la fe cristiana. Pero Dios consuela a los que están abatidos. Debemos mirar por encima y más allá de todos los medios e instrumentos, a Dios, como el autor de todo el consuelo y el bien que disfrutamos. El dolor según la voluntad de Dios, que tiende a la gloria de Dios, y que es obrado por el Espíritu de Dios, hace que el corazón sea humilde, contrito, sumiso, dispuesto a mortificar todo pecado y a caminar en una vida nueva. Y este arrepentimiento está relacionado con la fe salvadora en Cristo y con el interés en su expiación. Hay una gran diferencia entre este dolor de tipo piadoso y el dolor del mundo. Se mencionan los frutos felices del verdadero arrepentimiento. Donde el corazón es cambiado, la vida y las acciones serán cambiadas. El arrepentimiento produjo indignación contra el pecado, contra ellos mismos, contra el tentador y sus instrumentos. Produjo un temor de vigilancia, y un temor cauteloso del pecado. Produjo el deseo de reconciliarse con Dios. Produjo el celo por el deber y contra el pecado. Generó la venganza contra el pecado y su propia locura, al tratar de satisfacer los daños causados por ellos. La profunda humildad ante Dios, el odio a todo pecado, con la fe en Cristo, un nuevo corazón y una nueva vida, hacen el arrepentimiento para la salvación. Que el Señor lo conceda a cada uno de nosotros.

2 Corintios 7:12-16

12-16 El apóstol no se sintió defraudado con respecto a ellos, lo que le comunicó a Tito; y pudo declarar con alegría la confianza que tenía en ellos para el tiempo venidero. Aquí vemos los deberes de un pastor y de su rebaño; este último debe aligerar los problemas del oficio pastoral, por medio del respeto y la obediencia; el primero hace la debida retribución por su cuidado de ellos, y abriga al rebaño con testimonios de satisfacción, alegría y ternura.


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Biblia Nácar-Colunga

Alberto Colunga Cueto, y Eloíno Nácar Fúster. 1944©

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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