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Lucas 20 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Lucas 20

La autoridad de Jesús puesta en duda

1 Y aconteció que en uno de los días cuando Él enseñaba a la gente en el templo y anunciaba el evangelio, se le enfrentaron los principales sacerdotes y los escribas con los ancianos,

2 y le hablaron, diciéndole: Dinos, ¿con qué autoridad haces estas cosas, o quién te dio esta autoridad?

3 Respondiendo Él, les dijo: Yo también os haré una pregunta; decidme:

4 El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres?

5 Y ellos discurrían entre sí, diciendo: Si decimos: «Del cielo», Él dirá: «¿Por qué no le creísteis?».

6 Pero si decimos: «De los hombres», todo el pueblo nos matará a pedradas, pues están convencidos de que Juan era un profeta.

7 Y respondieron que no sabían de dónde era.

8 Jesús entonces les dijo: Tampoco yo os diré con qué autoridad hago estas cosas.

Parábola de los labradores malvados

9 Y comenzó a referir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, y la arrendó a labradores, y se fue de viaje por mucho tiempo.

10 Y al tiempo de la vendimia envió un siervo a los labradores para que le dieran parte del fruto de la viña; pero los labradores, después de golpearlo, lo enviaron con las manos vacías.

11 Volvió a enviar otro siervo; y ellos también a este, después de golpearlo y ultrajarlo, lo enviaron con las manos vacías.

12 Volvió a enviar un tercero; y a este también lo hirieron y echaron fuera.

13 Entonces el dueño de la viña dijo: «¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizá a él lo respetarán».

14 Pero cuando los labradores lo vieron, razonaron entre sí, diciendo: «Este es el heredero; matémoslo para que la heredad sea nuestra».

15 Y arrojándolo fuera de la viña, lo mataron. Por tanto, ¿qué les hará el dueño de la viña?

16 Vendrá y destruirá a estos labradores, y dará la viña a otros. Y cuando ellos oyeron esto, dijeron: ¡Nunca suceda tal cosa!

17 Pero Él, mirándolos fijamente, dijo: Entonces, ¿qué quiere decir esto que está escrito: «La piedra que desecharon los constructores, esa, en piedra angular se ha convertido»?

18 Todo el que caiga sobre esa piedra será hecho pedazos; y aquel sobre quien ella caiga, lo esparcirá como polvo.

El pago del impuesto al César

19 Los escribas y los principales sacerdotes procuraron echarle mano en aquella misma hora, pero temieron al pueblo; porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola.

20 Y acechándole, enviaron espías que fingieran ser justos, para sorprenderle en alguna declaración a fin de entregarle al poder y autoridad del gobernador.

21 Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que hablas y enseñas rectamente, y no te guías por las apariencias, sino que enseñas con verdad el camino de Dios.

22 ¿Nos es lícito pagar impuesto al César, o no?

23 Pero Él, percibiendo su astucia, les dijo:

24 Mostradme un denario. ¿De quién es la imagen y la inscripción que lleva? Y ellos le dijeron: Del César.

25 Entonces Él les dijo: Pues dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.

26 Y no podían sorprenderle en palabra alguna delante del pueblo; y maravillados de su respuesta, callaron.

Pregunta sobre la resurrección

27 Y acercándose a Él algunos de los saduceos (los que dicen que no hay resurrección), le preguntaron,

28 diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: «Si el hermano de alguno muere, teniendo mujer, y no deja hijos, que su hermano tome la mujer y levante descendencia a su hermano».

29 Eran, pues, siete hermanos; y el primero tomó esposa, y murió sin dejar hijos;

30 y el segundo

31 y el tercero la tomaron; y de la misma manera también los siete, y murieron sin dejar hijos.

32 Por último, murió también la mujer.

33 Por tanto, en la resurrección, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer.

34 Y Jesús les dijo: Los hijos de este siglo se casan y son dados en matrimonio,

35 pero los que son tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan ni son dados en matrimonio;

36 porque tampoco pueden ya morir, pues son como ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección.

37 Pero que los muertos resucitan, aun Moisés lo enseñó, en aquel pasaje sobre la zarza ardiendo, donde llama al Señor, el Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob.

38 Él no es Dios de muertos, sino de vivos; porque todos viven para Él.

39 Y algunos de los escribas respondieron, y dijeron: Maestro, bien has hablado.

40 Porque ya no se atrevían a preguntarle nada.

Jesús, Hijo y Señor de David

41 Entonces Él les dijo: ¿Cómo es que dicen que el Cristo es el hijo de David?

42 Pues David mismo dice en el libro de los Salmos: El Señor dijo a mi Señor: «Siéntate a mi diestra,

43 hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies».

44 David, por tanto, le llama «Señor». ¿Cómo, pues, es Él su hijo?

Advertencia contra los escribas

45 Mientras todo el pueblo escuchaba, dijo a los discípulos:

46 Cuidaos de los escribas, a quienes les gusta andar con vestiduras largas, y son amantes de los saludos respetuosos en las plazas, y de ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los lugares de honor en los banquetes;

47 que devoran las casas de las viudas, y por las apariencias hacen largas oraciones; ellos recibirán mayor condenación.

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Lucas 20

Lucas 20 - Introducción

Los sacerdotes y los escribas cuestionan la autoridad de Cristo. (1-8) La parábola de la viña y los labradores. (9-19) De la entrega del tributo. (20-26) Sobre la resurrección. (27-38) Los escribas callan. (39-47)

Lucas 20:1-8

1-8 Los hombres a menudo pretenden examinar las evidencias de la revelación, y la verdad del evangelio, cuando sólo buscan excusas para su propia incredulidad y desobediencia. Cristo contestó a estos sacerdotes y escribas con una pregunta sencilla sobre el bautismo de Juan, que la gente común podía responder. Todos sabían que era del cielo, nada en él tenía una tendencia terrenal. A los que entierran el conocimiento que tienen, se les niega justamente más conocimiento. Fue justo que Cristo se negara a dar cuenta de su autoridad a quienes sabían que el bautismo de Juan era del cielo, pero no querían creer en él ni reconocer su conocimiento.

Lucas 20:9-19

9-19 Cristo habló esta parábola contra aquellos que decidieron no ser dueños de su autoridad, aunque la evidencia de ello era tan completa. ¡Cuántos se parecen a los judíos que asesinaron a los profetas y crucificaron a Cristo, en su enemistad con Dios y su aversión a su servicio, deseando vivir de acuerdo con sus deseos, sin control! Deje que todos los favorecidos con la palabra de Dios velen por que hagan un uso adecuado de sus ventajas. Terrible será el destino, tanto de los que rechazan al Hijo como de los que profesan reverenciarlo, pero no rinden los frutos a su debido tiempo. Aunque no podían sino reconocer que por tal pecado, tal castigo era justo, no podían soportar escucharlo. Es la locura de los pecadores, que perseveran en formas pecaminosas, aunque temen la destrucción al final de esas formas.

Lucas 20:20-26

20-26 Aquellos que son más astutos en sus designios contra Cristo y su evangelio, no pueden ocultarlos. No dio una respuesta directa, sino que los reprendió por haber ofrecido imponerse a él; y no pudieron aferrarse a nada con lo que incitaran al gobernador o al pueblo contra él. La sabiduría que viene de lo alto, dirigirá a todos los que enseñan el camino de Dios verdaderamente, para evitar las trampas que les tienden los hombres malvados; y enseñará nuestro deber hacia Dios, hacia nuestros gobernantes y hacia todos los hombres, tan claramente, que los opositores no tendrán nada malo que decir de nosotros.

Lucas 20:27-38

27-38 Es común que los que se proponen socavar cualquier verdad de Dios, la carguen de dificultades. Pero nos equivocamos a nosotros mismos, y equivocamos la verdad de Cristo, cuando formamos nuestras nociones del mundo de los espíritus por este mundo de los sentidos. Hay más mundos que uno; un mundo visible presente, y un mundo invisible futuro; y que cada uno compare este mundo y aquel mundo, y dé la preferencia en sus pensamientos y cuidados al que lo merece. Los creyentes obtendrán la resurrección de entre los muertos, es decir, la bendita resurrección. No podemos expresar ni concebir cuál será el estado feliz de los habitantes de ese mundo 1 Corintios 2:9. Aquellos que entran en el gozo de su Señor, están enteramente ocupados con eso; cuando haya perfección de santidad no habrá ocasión para preservadores del pecado. Y cuando Dios se llamó a sí mismo el Dios de estos patriarcas, quiso decir que era un Dios completamente suficiente para ellos, Génesis 17:1, su gran recompensa, Génesis 15:1. Nunca hizo eso por ellos en este mundo, lo que respondió en toda su extensión; por lo tanto, debe haber otra vida, en la que hará eso por ellos, que cumplirá completamente la promesa.

Lucas 20:39-47

39-47 Los escribas elogiaron la respuesta que Cristo hizo a los saduceos acerca de la resurrección, pero fueron silenciados por una pregunta sobre el Mesías. Cristo, como Dios, era el Señor de David; pero Cristo, como hombre, era el hijo de David. Los escribas recibirían el juicio más severo por defraudar a las viudas pobres y por su abuso de la religión, particularmente de la oración, que utilizaron como pretexto para llevar a cabo planes mundanos y malvados. La piedad fingida es doble pecado. Entonces roguemos a Dios que nos guarde del orgullo, la ambición, la codicia y todo lo malo; y enseñarnos a buscar ese honor que proviene solo de él.


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La Biblia de las América

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Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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