Génesis 44 - Comentario Bíblico de Matthew HenryGénesis 44La copa de José1 Entonces José ordenó al mayordomo de su casa, diciendo: Llena de alimento los costales de los hombres, todo lo que puedan llevar, y pon el dinero de cada uno de ellos en la boca de su costal. 2 Y mi copa, la copa de plata, ponla en la boca del costal del menor, con el dinero de su grano. Y él hizo conforme a lo que había dicho José. 3 Al rayar el alba, fueron despedidos los hombres con sus asnos. 4 Cuando habían salido ellos de la ciudad, y no estaban muy lejos, José dijo al mayordomo de su casa: Levántate, sigue a esos hombres; y cuando los alcances, diles: «¿Por qué habéis pagado mal por bien? 5 ¿No es esta la copa en que bebe mi señor, y que de hecho usa para adivinar? Obrasteis mal en lo que hicisteis». 6 Así que los alcanzó, les dijo estas palabras. 7 Y ellos le dijeron: ¿Por qué habla mi señor de esta manera? Lejos esté de tus siervos hacer tal cosa. 8 He aquí, el dinero que encontramos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos a traer de la tierra de Canaán. ¿Cómo, pues, habíamos de robar de la casa de tu señor plata u oro? 9 Aquel de tus siervos que sea hallado con ella, que muera, y también nosotros entonces seremos esclavos de mi señor. 10 Y él dijo: Sea ahora también conforme a vuestras palabras; aquel que sea hallado con ella será mi esclavo, y los demás de vosotros seréis inocentes. 11 Ellos se dieron prisa; cada uno bajó su costal a tierra, y cada cual abrió su costal. 12 Y él registró, comenzando con el mayor y acabando con el menor; y la copa fue hallada en el costal de Benjamín. 13 Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y después de cargar cada uno su asno, regresaron a la ciudad. 14 Cuando Judá llegó con sus hermanos a casa de José, él estaba aún allí, y ellos cayeron a tierra delante de él. 15 Y José les dijo: ¿Qué acción es esta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo puede ciertamente adivinar? 16 Entonces dijo Judá: ¿Qué podemos decir a mi señor? ¿Qué podemos hablar y cómo nos justificaremos? Dios ha descubierto la iniquidad de tus siervos; he aquí, somos esclavos de mi señor, tanto nosotros como aquel en cuyo poder fue encontrada la copa. 17 Mas él respondió: Lejos esté de mí hacer eso. El hombre en cuyo poder ha sido encontrada la copa será mi esclavo; pero vosotros, subid en paz a vuestro padre. Judá intercede por Benjamín18 Entonces Judá se le acercó, y dijo: Oh señor mío, permite a tu siervo hablar una palabra a los oídos de mi señor, y que no se encienda tu ira contra tu siervo, pues tú eres como Faraón mismo. 19 Mi señor preguntó a sus siervos, diciendo: «¿Tenéis padre o hermano?». 20 Y respondimos a mi señor: «Tenemos un padre ya anciano y un hermano pequeño, hijo de su vejez. Y su hermano ha muerto, así que solo queda él de los hijos de su madre, y su padre lo ama». 21 Entonces tú dijiste a tus siervos: «Traédmelo para que yo lo vea». 22 Y nosotros respondimos a mi señor: «El muchacho no puede dejar a su padre, pues si dejara a su padre, este moriría». 23 Tú, sin embargo, dijiste a tus siervos: «Si vuestro hermano menor no desciende con vosotros, no volveréis a ver mi rostro». 24 Aconteció, pues, que cuando subimos a mi padre, tu siervo, le contamos las palabras de mi señor. 25 Y nuestro padre dijo: «Regresad, compradnos un poco de alimento». 26 Mas nosotros respondimos: «No podemos ir. Si nuestro hermano menor va con nosotros, entonces iremos; porque no podemos ver el rostro del hombre si nuestro hermano no está con nosotros». 27 Y mi padre, tu siervo, nos dijo: «Vosotros sabéis que mi mujer me dio a luz dos hijos; 28 el uno salió de mi lado, y dije: “Seguro que ha sido despedazado”, y no lo he visto desde entonces. 29 Y si también os lleváis a este de mi presencia, y algo malo le sucede, haréis descender mis canas con dolor al Seol». 30 Ahora pues, cuando yo vuelva a mi padre, tu siervo, y el muchacho no esté con nosotros, como su vida está ligada a la vida del muchacho, 31 sucederá que cuando él vea que el muchacho no está con nosotros, morirá. Así pues, tus siervos harán descender las canas de nuestro padre, tu siervo, con dolor al Seol. 32 Porque yo, tu siervo, me hice responsable del muchacho con mi padre, diciendo: «Si no te lo traigo, que lleve yo la culpa delante de mi padre para siempre». 33 Ahora pues, te ruego que quede este tu siervo como esclavo de mi señor, en lugar del muchacho, y que el muchacho suba con sus hermanos. 34 Pues, ¿cómo subiré a mi padre no estando el muchacho conmigo, sin que yo vea el mal que sobrevendrá a mi padre? Génesis 44Génesis 44 - Introducción* La política de José de quedarse con sus hermanos y probar su afecto por Benjamin. (1-17) la súplica de Judá a José. (18-34) Génesis 44:1-171-17 José probó cómo se sentían sus hermanos hacia Benjamín. Si hubieran envidiado y odiado al otro hijo de Rachel como lo habían odiado a él, y si hubieran tenido la misma falta de sentimiento hacia su padre Jacob que hasta ahora, ahora lo habrían demostrado. Cuando se encontrara la copa sobre Benjamin, tendrían un pretexto para dejarlo como esclavo. Pero no podemos juzgar qué son los hombres ahora, por lo que han sido anteriormente; ni lo que harán, por lo que han hecho. El mayordomo los acusó de ser ingratos, premiando el mal por el bien; con locura, al quitar la taza de uso diario, que pronto se echaría de menos, y se hizo una búsqueda diligente; porque así puede leerse: ¿No es esto en lo que bebe mi señor, que tiene un cariño particular por él, y que él buscaría a fondo? O, ¿por lo cual, dejándolo descuidadamente en su mesa, lo juzgaría si fueran hombres honestos o no? Se arrojan a la misericordia de José y reconocen la justicia de Dios, tal vez pensando en la herida que anteriormente le habían hecho a José, por lo que pensaban que Dios ahora contaba con ellos. Incluso en las aflicciones en las que nos creemos perjudicados por los hombres, debemos reconocer que Dios es justo y que descubre nuestro pecado. Génesis 44:18-3418-34 Si José hubiera sido, como Judá lo suponía, un completo desconocido para la familia, no podía dejar de ser forzado por sus poderosos razonamientos. Pero ni Jacob ni Benjamin necesitan un intercesor con José; porque él mismo los amaba. El fiel apego de Judá a Benjamín, ahora, en su angustia, fue recompensado mucho después por la tribu de Benjamín manteniéndose con la tribu de Judá, cuando las otras tribus lo abandonaron. El apóstol, cuando habla de la mediación de Cristo, observa que nuestro Señor surgió de Judá, Hebreos 7:14; y no solo hizo intercesión por los transgresores, sino que se convirtió en una Garantía para ellos, dando testimonio de su tierna preocupación, tanto por su Padre como por sus hermanos. Jesús, el gran antitipo de José, humilla y prueba a su pueblo, incluso después de haber probado algunos de su bondad amorosa. Él recuerda sus pecados, para que puedan ejercer y mostrar arrepentimiento, y sentir cuánto le deben a su misericordia. |
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Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit