Génesis 33 - Comentario Bíblico de Matthew HenryGénesis 33Encuentro de Jacob y Esaú1 Y alzando Jacob los ojos miró, y he aquí, Esaú venía y cuatrocientos hombres con él. Entonces dividió a los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas. 2 Y puso a las siervas con sus hijos delante, y a Lea con sus hijos después, y a Raquel con José en último lugar; 3 y él se les adelantó, y se inclinó hasta el suelo siete veces hasta que llegó cerca de su hermano. 4 Entonces Esaú corrió a su encuentro y lo abrazó, y echándose sobre su cuello lo besó, y lloraron. 5 Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y a los niños, y dijo: ¿Quiénes son estos que vienen contigo? Y él respondió: Son los hijos que Dios en su misericordia ha concedido a tu siervo. 6 Entonces se acercaron las siervas con sus hijos, y se inclinaron. 7 Lea también se acercó con sus hijos, y se inclinaron; y después José se acercó con Raquel, y se inclinaron. 8 Y dijo Esaú: ¿Qué te propones con toda esta muchedumbre que he encontrado? Y él respondió: Hallar gracia ante los ojos de mi señor. 9 Pero Esaú dijo: Tengo bastante, hermano mío; sea tuyo lo que es tuyo. 10 Mas Jacob respondió: No, te ruego que si ahora he hallado gracia ante tus ojos, tomes el presente de mi mano, porque veo tu rostro como uno ve el rostro de Dios, y favorablemente me has recibido. 11 Acepta, te ruego, el presente que se te ha traído, pues Dios me ha favorecido, y porque yo tengo mucho. Y le insistió, y él lo aceptó. 12 Entonces Esaú dijo: Pongámonos en marcha y vámonos; yo iré delante de ti. 13 Pero él le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que debo cuidar de las ovejas y las vacas que están criando. Si los apuramos mucho, en un solo día todos los rebaños morirán. 14 Adelántese ahora mi señor a su siervo; y yo avanzaré sin prisa, al paso del ganado que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor en Seir. 15 Y Esaú dijo: Permíteme dejarte parte de la gente que está conmigo. Pero él dijo: ¿Para qué? Halle yo gracia ante los ojos de mi señor. 16 Aquel mismo día regresó Esaú por su camino a Seir; 17 y Jacob siguió hasta Sucot, y se edificó una casa, e hizo cobertizos para su ganado; por eso al lugar se le puso el nombre de Sucot. Jacob en Siquem18 Y Jacob llegó sin novedad a la ciudad de Siquem, que está en la tierra de Canaán, cuando vino de Padán-aram, y acampó frente a la ciudad. 19 La parcela de campo donde había plantado su tienda la compró de mano de los hijos de Hamor, padre de Siquem, por cien monedas, 20 y levantó allí un altar, y lo llamó: El-Elohe-Israel. Génesis 33Génesis 33 - Introducción* La reunión amistosa de Jacob y Esaú. (1-16) Jacob viene a Sucot y Shalem, construye un altar. (17-20) Génesis 33:1-161-16 Jacob, habiendo orado por haber entregado su caso a Dios, siguió su camino. Pase lo que pase, nada puede salirle mal a aquel cuyo corazón está fijo, confiando en Dios. Jacob se inclinó ante Esaú. Un comportamiento humilde y sumiso va lejos para alejar la ira. Esaú abrazó a Jacob. Dios tiene los corazones de todos los hombres en sus manos, y puede convertirlos cuando y como le plazca. No es en vano confiar en Dios y llamarlo en el día de la angustia. Y cuando los caminos de un hombre complacen al Señor, él hace que incluso sus enemigos estén en paz con él. Esaú recibe a Jacob como un hermano, y mucha ternura pasa entre ellos. Esaú pregunta: ¿Quiénes son esos que están contigo? A esta pregunta común, Jacob habló como él mismo, como un hombre cuyos ojos están siempre dirigidos hacia el Señor. Jacob instó a Esaú, aunque su miedo había terminado, y él tomó su regalo. Es bueno cuando la religión de los hombres los hace generosos, de corazón libre y con las manos abiertas. Pero Jacob rechazó la oferta de Esaú de acompañarlo. No es deseable ser demasiado íntimo con relaciones impías superiores, que esperarán que nos unamos a sus vanidades, o al menos que les guiñemos un ojo, aunque culpan y quizás se burlen de nuestra religión. Tal será una trampa para nosotros u ofendido con nosotros. Aventuraremos la pérdida de todas las cosas, en lugar de poner en peligro nuestras almas, si conocemos su valor; en lugar de renunciar a Cristo, si realmente lo amamos. Y dejemos que el cuidado y la tierna atención de Jacob hacia su familia y los rebaños nos recuerden al buen Pastor de nuestras almas, que recoge los corderos con su brazo, y los lleva en su seno, y conduce suavemente a los que están con crías, Isaías 40:11. Como padres, maestros o pastores, todos debemos seguir su ejemplo. Génesis 33:17-2017-20 Jacob no se contentó con palabras de agradecimiento por el favor de Dios hacia él, sino que dio gracias de verdad. También mantuvo la religión y la adoración de Dios en su familia. Donde tenemos una tienda de campaña, Dios debe tener un altar. Jacob dedicó este altar al honor de El-elohe-Israel, Dios, el Dios de Israel; para honor de Dios, el único Dios vivo y verdadero; y para el honor del Dios de Israel, como un Dios en alianza con él. El Dios de Israel es la gloria de Israel. Bendito sea su nombre, él sigue siendo el Dios poderoso, el Dios de Israel. Que podamos alabar su nombre, y regocijarnos en su amor, a través de nuestra peregrinación aquí en la tierra, y para siempre en el celestial Canaán. |
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Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit