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Eclesiastés 11 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Eclesiastés 11

1 Echa tu pan sobre las aguas, que después de muchos días lo hallarás.

2 Reparte tu porción con siete, o aun con ocho, porque no sabes qué mal puede venir sobre la tierra.

3 Si las nubes están llenas, derraman lluvia sobre la tierra; y caiga el árbol al sur o al norte, donde cae el árbol allí se queda.

4 Él que observa el viento no siembra, y el que mira las nubes no siega.

5 Como no sabes cuál es el camino del viento, o cómo se forman los huesos en el vientre de la mujer encinta, tampoco conoces la obra de Dios que hace todas las cosas.

6 De mañana siembra tu semilla y a la tarde no des reposo a tu mano, porque no sabes si esto o aquello prosperará, o si ambas cosas serán igualmente buenas.

Consejos a la juventud

7 Agradable es la luz, y bueno para los ojos ver el sol.

8 Ciertamente, si un hombre vive muchos años, que en todos ellos se regocije, pero recuerde que los días de tinieblas serán muchos. Todo lo por venir es vanidad.

9 Alégrate, joven, en tu mocedad, y tome placer tu corazón en los días de tu juventud. Sigue los impulsos de tu corazón y el gusto de tus ojos; mas debes saber que por todas estas cosas, Dios te traerá a juicio.

10 Por tanto, aparta de tu corazón la congoja y aleja el sufrimiento de tu cuerpo, porque la mocedad y la primavera de la vida son vanidad.

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Eclesiastés 11

Eclesiastés 11 - Introducción

* Exhortación a la liberalidad. (1-6) Una advertencia para prepararse para la muerte, y para que los jóvenes sean religiosos. (7-10)

Eclesiastés 11:1-6

1-6 Salomón presiona a los ricos para que hagan el bien a los demás. Dar libremente, aunque parezca desechado y perdido. Dar a muchos. No te disculpes con el bien que has hecho, del bien que tienes que hacer. No está perdido, pero está bien distribuido. Tenemos razones para esperar el mal, porque hemos nacido para los problemas; Es sabio hacer el bien en el día de la prosperidad. Las riquezas no pueden beneficiarnos si no beneficiamos a los demás. Todo hombre debe trabajar para ser una bendición en ese lugar donde la providencia de Dios lo arroja. Dondequiera que estemos, podemos encontrar un buen trabajo que hacer, si tenemos más corazones para hacerlo. Si ampliamos cada pequeña dificultad, comenzamos a objetar y nos enfrentamos a dificultades, nunca continuaremos, y mucho menos continuaremos con nuestro trabajo. Los vientos y las nubes de tribulación están, en manos de Dios, diseñados para probarnos. La obra de Dios estará de acuerdo con su palabra, lo veamos o no. Y bien podemos confiar en que Dios nos proveerá, sin nuestros inquietos e inquietantes cuidados. No se canse de hacer el bien, porque a su debido tiempo, en el tiempo de Dios, cosechará, Gálatas 6:9.

Eclesiastés 11:7-10

7-10 La vida es dulce para los hombres malos, porque tienen su parte en esta vida; es dulce para los hombres buenos, porque es el momento de preparación para un mejor; Es dulce para todos. Aquí hay una advertencia para pensar en la muerte, incluso cuando la vida es más dulce. Salomón hace un discurso efectivo a los jóvenes. Desearían tener la oportunidad de perseguir cada placer. Luego sigue tus deseos, pero ten la seguridad de que Dios te llamará a juicio. ¡Cuántos dan rienda suelta a cada apetito y se precipitan en cada placer vicioso! Pero Dios registra cada uno de sus pensamientos y deseos pecaminosos, sus palabras ociosas y sus palabras malvadas. Si evitaran el remordimiento y el terror, si tuvieran esperanza y consuelo en una cama agonizante, si escaparan de la miseria aquí y en el más allá, que recuerden la vanidad de los placeres juveniles. Que Salomón significa condenar los placeres del pecado es evidente. Su objetivo es atraer a los jóvenes hacia alegrías más puras y duraderas. Este no es el lenguaje de uno de los placeres juveniles a regañadientes, porque ya no puede participar de ellos; pero de alguien que, por un milagro de misericordia, ha sido devuelto a salvo. Persuadiría a los jóvenes de intentar un curso del que tan pocos regresan. Si los jóvenes vivirían una vida de verdadera felicidad, si lograran la felicidad de aquí en adelante, que recuerden a su Creador en los días de su juventud.


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La Biblia de las América

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Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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