x

Biblia Todo Logo
idiomas
Bibliatodo Comentarios





«

1 Samuel 24 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

×

1 Samuel 24

David perdona la vida a Saúl

1 Y aconteció que cuando Saúl volvió de perseguir a los filisteos, le dieron aviso, diciendo: He aquí, David está en el desierto de En-gadi.

2 Entonces Saúl tomó de todo Israel tres mil hombres escogidos, y fue en busca de David y de sus hombres por los peñascos de las cabras monteses.

3 Llegó a unos rediles de ovejas en el camino, donde había una cueva, y Saúl entró en ella para hacer sus necesidades. Y David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva.

4 Y los hombres de David le dijeron: Mira, este es el día del que te habló el Señor: «He aquí, voy a entregar a tu enemigo en tu mano, y harás con él como bien te parezca». Entonces David se levantó y cortó a escondidas la orilla del manto de Saúl.

5 Aconteció después de esto que la conciencia de David le remordía, porque había cortado la orilla del manto de Saúl.

6 Y dijo a sus hombres: El Señor me guarde de hacer tal cosa contra mi rey, el ungido del Señor, de extender contra él mi mano, porque es el ungido del Señor.

7 David contuvo a sus hombres con estas palabras y no les permitió que se levantaran contra Saúl. Y Saúl se levantó, salió de la cueva, y siguió su camino.

8 Después de esto David se levantó, salió de la cueva y dio voces tras Saúl, diciendo: ¡Mi señor el rey! Y cuando Saúl miró hacia atrás, David inclinó su rostro a tierra y se postró.

9 Y dijo David a Saúl: ¿Por qué escuchas las palabras de los hombres, que dicen: «Mira que David procura tu mal»?

10 He aquí, hoy han visto tus ojos que el Señor te ha puesto en mis manos en la cueva en este día; y algunos me dijeron que te matara, pero mis ojos tuvieron piedad de ti, y dije: «No extenderé mi mano contra mi rey, porque es el ungido del Señor».

11 Y mira, padre mío, mira la orilla de tu manto en mi mano. Puesto que corté la orilla de tu manto y no te maté, reconoce y ve que no hay maldad ni rebelión en mis manos y que no he pecado contra ti, a pesar de que tú acechas mi vida para quitármela.

12 Juzgue el Señor entre tú y yo y que el Señor me vengue de ti, pero mi mano no será contra ti.

13 Como dice el proverbio de los antiguos: «De los malos procede la maldad», pero mi mano no será contra ti.

14 ¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigues? ¿A un perro muerto? ¿A una pulga?

15 Sea el Señor juez y decida entre tú y yo; que Él vea y defienda mi causa y me libre de tu mano.

16 Y sucedió que cuando David acabó de decir a Saúl estas palabras, Saúl dijo: ¿Es esta tu voz, David, hijo mío? Entonces Saúl alzó su voz y lloró.

17 Y dijo a David: Eres más justo que yo, porque tú me has tratado bien mientras que yo te he tratado con maldad.

18 Tú has demostrado hoy que me has hecho bien, ya que el Señor me entregó en tu mano y sin embargo no me diste muerte.

19 Porque si un hombre halla a su enemigo, ¿lo dejará ir sano y salvo? Que el Señor, por tanto, te recompense con bien por lo que has hecho por mí hoy.

20 He aquí, ahora sé que ciertamente serás rey, y que el reino de Israel será establecido en tu mano.

21 Ahora pues, júrame por el Señor que no cortarás mi descendencia después de mí, y que no borrarás mi nombre de la casa de mi padre.

22 Y David se lo juró a Saúl. Y Saúl se fue a su casa, pero David y sus hombres subieron al refugio.

×

1 Samuel 24

1 Samuel 24 - Introducción

* David perdona la vida de Saúl. (1-7) David muestra su inocencia. (8-15) Saúl reconoce su culpa. (16-22)

1 Samuel 24:1-7

1-7 Dios entregó a Saúl en manos de David. Fue una oportunidad que se le dio a David para ejercer fe y paciencia. Tenía una promesa del reino, pero no tenía la orden de matar al rey. Él razona fuertemente, tanto consigo mismo como con sus hombres, en contra de hacerle daño a Saúl. El pecado es algo en lo que nos toca sobresaltarnos y resistir las tentaciones. Él no solo no haría esto malo por sí mismo, sino que no sufriría que los que lo rodean lo hicieran. Así hizo bien por mal, a aquel de quien recibió mal por bien; y fue aquí un ejemplo para todos los que se llaman cristianos, no para ser vencidos del mal, sino para vencer el mal con el bien.

1 Samuel 24:8-15

8-15 David fue acusado falsamente de buscar el dolor de Saúl; le muestra a Saúl que la providencia de Dios le había dado la oportunidad de hacerlo. Y fue sobre un buen principio que se negó a hacerlo. Declara que su resolución fija nunca será su propio vengador. Si los hombres nos maltratan, Dios nos corregirá, a lo sumo, en el juicio del gran día.

1 Samuel 24:16-22

16-22 Saúl habla como completamente vencido con la bondad de David. Muchos lloran por sus pecados, quienes no se arrepienten de ellos; llorar amargamente por ellos, sin embargo, continuar en el amor y en alianza con ellos. Ahora Dios hizo bien a David con esa palabra en la que lo había hecho esperar, que él presentaría su justicia como la luz, Salmo 37:6. Aquellos que se preocupan por mantener una buena conciencia, pueden dejar que Dios les garantice el crédito. Tarde o temprano, Dios obligará incluso a aquellos que son de la sinagoga de Satanás a conocer y poseer a los que ha amado. Se separaron en paz. Saúl fue a su casa convencido, pero no convertido; avergonzado de su envidia hacia David, pero conservando en su pecho esa raíz de amargura; Se molestó porque cuando por fin encontró a David, no pudo encontrar en su corazón para destruirlo, como lo había diseñado. La malicia a menudo parece muerta cuando solo está dormida, y revivirá con doble fuerza. Sin embargo, si el Señor ata las manos de los hombres, o afecta sus corazones, para que no nos lastimen, la liberación es igualmente de él; Es una evidencia de su amor y un fervor de nuestra salvación, y debería hacernos sentir agradecidos.


»

La Biblia de las América

Copyright (c) 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

Síguenos en:



Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos