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2 Samuel 17 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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2 Samuel 17

1 Ajitófel dijo a Absalón: «Voy a elegir 12.000 hombres y me lanzaré en persecución de David esta misma noche.

2 Caeré sobre él cuando esté fatigado y falto de fuerzas, le llenaré de espanto y huirá toda la gente que está con él; heriré al rey solamente

3 y haré que vuelva a ti todo el pueblo, como la novia viene a su esposo; solamente buscas la muerte de un hombre y todo el pueblo quedará a salvo.»

4 Pareció bueno el consejo a Absalón y a todos los ancianos de Israel.

5 Pero Absalón dijo: «Llamad también a Jusay el arquita y oigámosle también a él.»

6 Llegó Jusay donde Absalón y Absalón dijo: «Ajitófel nos ha dicho esto. ¿Debemos hacer lo que dice? Si no, habla tu.»

7 Jusay dijo a Absalón: «Por esta vez, no es bueno el consejo de Ajitófel.»

8 Añadió Jusay: «Tú ya sabes que tu padre y sus hombres son gente valerosa y están exasperados como una osa salvaje a la que han quitado sus oseznos. Tu padre es hombre de guerra y no permitirá que el pueblo descanse durante la noche.

9 Ahora estará escondido en alguna caverna o en algún lugar. Si caen al principio algunos de los nuestros se correrá el rumor y se dirá: Ha habido un desastre en la tropa que sigue a Absalón.

10 Y sucederá que incluso los más valientes, cuyo corazón es como corazón de león, perderán el ánimo, porque todo Israel sabe que tu padre es esforzado y que son valerosos los que están con él.

11 Por eso te aconsejo que reúnas en torno a ti a todo Israel, desde Dan hasta Berseba, como la arena que hay en la orilla del mar, y tú marcharás en persona en medio de ellos.

12 Nos acercaremos a él en cualquier lugar en que se encuentre, caeremos sobre él como cae el rocío sobre la tierra y no dejaremos con vida ni a él ni a uno solo de los hombres que le acompañan.

13 Si se recoge a una ciudad, todo Israel llevará cuerdas y la arrastraremos hasta el torrente, de modo que no se pueda hallar en ella ni un pedrusco.»

14 Absalón y todos los hombres de Israel dijeron: «El consejo de Jusay el arquita es mejor que el consejo de Ajitófel.» Es que Yahveh había decidido frustrar el consejo de Ajitófel - que era bueno - para traer Yahveh la ruina sobre Absalón.

15 Después Jusay dijo a los sacerdotes Sadoq y Abiatar: «Esto ha aconsejado Ajitófel a Absalón y a los ancianos de Israel; y esto y esto he aconsejado yo.

16 Ahora mandad rápidamente a avisar a David: “No hagas noche en las llanuras del desierto. Pasa sin tardanza al otro lado, no vaya a ser devorado el rey y todo el pueblo que le acompaña.”»

17 Jonatán y Ajimaas estaban apostados en la fuente de Roguel. Una criada vendría a avisarles y ellos irían a comunicárselo al rey David, porque no podían dejarse ver al entrar en la ciudad.

18 Pero los vio un muchacho y avisó a Absalón. Entonces los dos partieron a toda prisa y entraron en casa de un hombre de Bajurim. Tenía éste un pozo en el patio y los bajaron a él.

19 La mujer tomó una manta, la extendió sobre la boca del pozo, y puso encima grano trillado; de modo que no se notaba nada.

20 Llegó la gente de Absalón a la casa, donde la mujer, y dijeron: «¿Dónde están Ajimaas y Jonatán?» La mujer respondió: «Han pasado más allá hacia el agua.» Buscaron, pero no hallaron nada y se volvieron a Jerusalén.

21 Después que se fueron, subieron ellos del pozo y fueron a avisar al rey David diciéndole: «Levantaos y pasad aprisa el agua, porque este consejo les ha dado Ajitófel contra vosotros.»

22 Se levantó David y todo el pueblo que estaba con él y pasaron el Jordán; al romper la luz de la mañana no quedaba nadie sin pasar el Jordán.

23 Cuando vio Ajitófel que no habían seguido con su consejo, aparejó el asno y levantándose fue a su casa en su ciudad; ordenó su casa, y luego se ahorcó y murió. Le sepultaron en la tumba de su padre.

24 Llegaba David a Majanáyim cuando atravesaba Absalón el Jordán con todos los hombres de Israel.

25 Absalón había puesto a Amasá al frente del ejército, en lugar de Joab. Amasá era hijo de un hombre llamado Yitrá el ismaelita, que se había unido con Abigaíl, hija de Jesé, hermana de Sarvia, madre de Joab.

26 Israel y Absalón acamparon en tierra de Galaad.

27 Cuando David llegó a Majanáyim, Sobí, hijo de Najás, de Rabbá de los ammonitas, y Makir, hijo de Ammiel, de Lo Debar, y Barzillay de Galaad de Roguelim,

28 llevaron lechos, esteras, copas y vasos de barro, así como trigo, cebada, harina, grano tostado, lentejas, habas,

29 miel, cuajada, ovejas y quesos de vaca, y lo ofrecieron a David y a la gente que estaba con él, para que comiesen, pues se habían dicho: «La gente habrá pasado hambre, fatigas y sed en el desierto.»

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2 Samuel 17

2 Samuel 17 - Introducción

* El consejo de Ahitofel derrocado. (1-21) Se ahorca, Absalón persigue a David. (22-29)

2 Samuel 17:1-21

1-21 Este fue un maravilloso efecto de la Divina Providencia que cegó la mente de Absalón e influyó en su corazón, que no podía descansar en el consejo de Ahitofel, y que debía desear el consejo de Hushai. Pero no hay contienda con ese Dios que puede armar a un hombre contra sí mismo y destruirlo por sus propios errores y pasiones. Se siguió el antiguo consejo de Ahitofel, porque Dios tenía la intención de corregir a David; pero su último consejo no fue seguido, porque Dios quiso no destruirlo. Él puede anular todos los consejos. Cualquier sabiduría o ayuda que cualquier hombre emplee o brinde, el éxito es solo de Dios, que no permitirá que su pueblo perezca.

2 Samuel 17:22-29

22-29 Ahitofel se ahorcó por disgusto porque su consejo no fue seguido. Eso romperá el corazón de un hombre orgulloso que no romperá el sueño de un hombre humilde. Se creía en peligro al concluir que, debido a que no se seguía su consejo, la causa de Absalón fracasaría; y para evitar una posible ejecución pública, se hace justicia sobre sí mismo. Por lo tanto, la respiración se detiene y la cabeza baja, de lo que no se puede esperar más que travesuras. Absalón persiguió a su padre. Pero observe cómo Dios a veces compensa a su pueblo con el consuelo de los extraños, de los cuales están decepcionados en sus propias familias. Nuestro rey no necesita nuestra ayuda; pero nos asegura que lo que hagamos por el menor de sus hermanos, que están enfermos, pobres e indigentes, será aceptado y recompensado como si se hiciera a sí mismo.


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Copyright © la Biblia de Jerusalén, editada por Descleé de Brower ©

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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