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1 Samuel 12 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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1 Samuel 12

1 Samuel dijo a todo Israel: «Ya veis que os he atendido en todo lo que me habéis pedido y he puesto un rey sobre vosotros.

2 En adelante, el rey marchara delante de vosotros. Cuanto a mí, he envejecido y encanecido, y mis hijos entre vosotros están. He andado delante de vosotros desde mi juventud hasta hoy.

3 Aquí me tenéis. Atestiguad contra mí delante de Yahveh y delante de su ungido. ¿De quién he tomado yo el buey o de quién he tomado el asno? ¿A quién he atropellado u oprimido? ¿Quién me ha sobornado para que cerrara los ojos? Yo os lo restituiré.»

4 Respondieron: «No nos has atropellado ni oprimido, y nada has recibido de nadie.»

5 El les dijo: «Yahveh es testigo contra vosotros, y su ungido es testigo hoy de que vosotros no habéis encontrado nada en mis manos.» Respondieron: «Es testigo.»

6 Dijo entonces Samuel al pueblo: «Testigo es aquel Yahveh que suscitó a Moisés y Aarón y que hizo subir a vuestros padres del país de Egipto.

7 Presentaos ahora para que yo pleitee con vosotros ante Yahveh y para recordaros todos los beneficios que Yahveh ha llevado a cabo en favor vuestro y de vuestros padres.

8 Cuando Jacob entró en Egipto, los egipcios los oprimieron y vuestros padres clamaron a Yahveh. Entonces Yahveh envió a Moisés y Aarón que sacaron a vuestros padres de Egipto y los puso en este lugar.

9 Pero ellos olvidaron a Yahveh su Dios, y él los entregó en manos de Sísara, jefe del ejército de Jasor, en manos de los filisteos y del rey de Moab, que combatieron contra ellos.

10 Clamaron a Yahveh diciendo: “Hemos pecado, porque hemos abandonado a Yahveh y servido a los Baales y a las Astartés. Pero ahora, líbranos de las manos de nuestros enemigos y te serviremos.”

11 Envió entonces Yahveh a Yerubbaal, a Baraq, a Jefté y a Samuel, os ha librado de los enemigos que os rodeaban y habéis vivido en seguridad.

12 Pero, en cuanto habéis visto que Najás, rey de los ammonitas, venía contra vosotros, me habéis dicho: “¡No! Que reine un rey sobre nosotros,” siendo así que vuestro rey es Yahveh, Dios vuestro.

13 Aquí tenéis ahora al rey que os habéis elegido. Yahveh ha establecido un rey sobre vosotros.

14 Si teméis a Yahveh y le servís, si escucháis su voz y no os rebeláis contra las órdenes de Yahveh; si vosotros y el rey que reine sobre vosotros seguís a Yahveh vuestro Dios, está bien.

15 Pero si no escucháis la voz de Yahveh, si os rebeláis contra las órdenes de Yahveh, entonces la mano de Yahveh pesará sobre vosotros y sobre vuestro rey.

16 Una vez más, quedaos para ver este gran prodigio que Yahveh realiza a vuestros ojos.

17 ¿No es ahora la cosecha del trigo? Pues bien, voy a invocar a Yahveh para que haga tronar y llover. Reconoced y ved el gran mal que habéis hecho a los ojos de Yahveh, a pedir un rey para vosotros.»

18 Invocó Samuel a Yahveh, que hizo tronar y llover aquel mismo día, y todo el pueblo cobró mucho temor a Yahveh y a Samuel.

19 Dijo todo el pueblo a Samuel: «Suplica a Yahveh tu Dios en favor de tus siervos, para que no muramos; hemos colmado nuestros pecados pidiendo en rey para nosotros.»

20 Pero Samuel dijo al pueblo: «No temáis. Cierto que habéis hecho esta maldad. Pero ahora, no os alejéis de Yahveh y servidle con todo vuestro corazón,

21 y no os apartéis en pos de los que no son nada, que no sirven ni salvan porque no son nada.

22 Pues Yahveh no rechazará a su pueblo por el honor de su gran nombre, porque Yahveh se ha dignado hacer de vosotros su pueblo.

23 Por mi parte, lejos de mí pecar contra Yahveh dejando de suplicar por vosotros y de enseñaros el camino bueno y recto.

24 Sólo a Yahveh temeréis y le serviréis fielmente, con todo vuestro corazón, porque habéis visto esta cosa grandiosa que ha realizado en medio de vosotros.

25 Pero si os portáis mal, pereceréis, vosotros y vuestro rey.»

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1 Samuel 12

1 Samuel 12 - Introducción

* Samuel testifica su integridad. (1-5) Samuel reprende al pueblo. (6-15) Envío de truenos en tiempo de cosecha. (16-25)

1 Samuel 12:1-5

1-5 Samuel no solo limpió su propio carácter, sino que también estableció un ejemplo ante Saúl, al mostrarle al pueblo su ingratitud hacia Dios y hacia él mismo. Existe una deuda justa que todos los hombres tienen con su propio buen nombre, especialmente aquellos en posiciones públicas, que es protegerlo contra culpas y sospechas injustas, para que puedan terminar su trayectoria con honor, así como con alegría. Y el saber que hemos vivido honestamente en nuestros lugares será nuestro consuelo ante cualquier desprecio y desdén que puedan dirigirnos.

1 Samuel 12:6-15

6-15 El trabajo de los ministros es razonar con la gente; no solo exhortar y guiar, sino persuadir, convencer los juicios de las personas y así ganar sus voluntades y afectos. Samuel argumenta sobre los actos justos del Señor. Aquellos que siguen fielmente a Dios, Él les capacitará para seguir haciéndolo. La desobediencia sería sin duda la ruina de Israel. Nos equivocamos si pensamos que podemos escapar de la justicia de Dios al tratar de sacudir su dominio. Si decidimos que Dios no nos gobernará, aún así Él nos juzgará. 

1 Samuel 12:16-25

16-25 Por palabra de Samuel, Dios envió truenos y lluvia, en una estación del año en que, en ese país, no se veía lo mismo. Esto fue para convencerlos de que habían hecho malvadamente al pedirle a un rey; no solo por venir en un momento inusual, en la cosecha de trigo y en un día despejado, sino por el hecho de que el profeta lo notificó antes. Mostró su locura al desear un rey para salvarlos, en lugar de Dios o Samuel; prometiéndose más de un brazo de carne, que del brazo de Dios, o del poder de la oración. ¿Podría su príncipe comandar las fuerzas que el profeta podría hacer con sus oraciones? Los sobresaltó mucho. Algunos no serán llevados a ver sus pecados por métodos más suaves que las tormentas y los truenos. Le suplican a Samuel que ore por ellos. Ahora ven su necesidad de aquel a quien poco antes despreciaron. Por lo tanto, muchos que no tendrán a Cristo para reinar sobre ellos, se alegrarán de que interceda por ellos, para rechazar la ira de Dios. Samuel tiene como objetivo confirmar a las personas en su religión. Independientemente de lo que hagamos un dios, encontraremos que nos engaña. Las criaturas en sus propios lugares son buenas; pero cuando se ponen en el lugar de Dios, son cosas vanas. Pecamos si restringimos la oración, y en particular si dejamos de orar por la iglesia. Solo le pidieron que rezara por ellos; pero él promete hacer más, enseñarles. Él insta a que estuvieran obligados en gratitud a servir a Dios, considerando las grandes cosas que había hecho por ellos; y que estaban interesados ​​en servirlo, considerando lo que él haría en contra de ellos, si aún debían hacerlo malvadamente. Por lo tanto, como un vigilante fiel, les advirtió y entregó su propia alma. Si consideramos las grandes cosas que el Señor ha hecho por nosotros, especialmente en la gran obra de la redención, no podemos desear motivos, aliento ni asistencia para servirlo.


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Copyright © la Biblia de Jerusalén, editada por Descleé de Brower ©

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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