Salmos 102 - Comentario Bíblico de Matthew HenrySalmos 102Oración de un afligido1 (1) Oración de un afligido que en su desaliento da rienda suelta a su queja delante del Señor. 1 1 (2) Señor, escucha mi oración, ¡permite que mi grito llegue a ti! 2 2 (3) No escondas de mí tu rostro cuando me encuentre angustiado; ¡dígnate escucharme!, ¡respóndeme pronto cuando te llame! 3 3 (4) Pues mi vida se acaba como el humo, mis huesos arden como brasas, 4 4 (5) mi corazón está decaído como la hierba marchita; ¡ni aun deseos tengo de comer! 5 5 (6) La piel se me pega a los huesos de tanto gemir. 6 6 (7) Soy como una lechuza del desierto, como un búho entre las ruinas. 7 7 (8) No duermo. Soy como un pájaro solitario en el tejado. 8 8 (9) Mis enemigos me ofenden sin cesar y usan mi nombre para maldecir. 9 9 (10) En vez de pan, como ceniza; en mi bebida se mezclan mis lágrimas, 10 10 (11) por causa de tu enojo y tu furor, pues me alzaste para derribarme después. 11 11 (12) Mis días pasan como una sombra; me voy marchitando como la hierba. 12 12 (13) Pero tú, Señor, reinas por siempre; ¡tu nombre será siempre recordado! 13 13 (14) Levántate, compadécete de Sión, pues ya se cumplió el tiempo; ¡ya es hora de que la perdones! 14 14 (15) Tus siervos aman sus piedras; sienten dolor por sus ruinas. 15 15 (16) Todas las naciones y reyes de la tierra honrarán el nombre glorioso del Señor 16 16 (17) cuando él reconstruya a Sión y aparezca en su gloria, 17 17 (18) cuando atienda a la oración del desamparado y no desoiga sus ruegos. 18 18 (19) Que esto quede escrito para las generaciones futuras, para que alaben al Señor los que aún han de nacer. 19 19 (20) El Señor miró la tierra desde el cielo, desde su santa altura, 20 20 (21) para atender los lamentos de los prisioneros y libertar a los condenados a muerte; 21 21 (22) para que en Sión, en Jerusalén, se proclame y se alabe el nombre del Señor 22 22 (23) cuando gentes de todas las naciones se reúnan para adorarlo. 23 23 (24) Él me ha quitado fuerzas a medio camino; ha hecho más corta mi vida. 24 24 (25) Yo le digo: «Dios mío, no me lleves en la mitad de mi vida.» ¡Tus años no tienen fin! 25 25 (26) Afirmaste la tierra desde el principio; tú mismo hiciste el cielo. 26 26 (27) Todo ello dejará de existir, pero tú permaneces firme. Todo ello se gastará, como la ropa; ¡tú lo cambiarás y quedará cambiado, como quien se cambia de ropa! 27 27 (28) Pero tú eres el mismo; tus años nunca terminarán. 28 28 (29) Darás seguridad a los descendientes de tus siervos; en tu presencia misma los establecerás. Salmos 102Salmo 102 - Introducción* Una triste queja de grandes aflicciones. (1-11) Aliento al esperar el cumplimiento de las promesas de Dios a su iglesia. (12-22) La inmutabilidad de Dios. (23-28) Salmo 102:1-111-11 La palabra entera de Dios es útil para dirigirnos en oración; pero aquí, a menudo está en otra parte, el Espíritu Santo ha puesto palabras en nuestras bocas. Aquí hay una oración puesta en manos de los afligidos; deja que se lo presenten a Dios. Incluso los hombres buenos pueden estar casi abrumados por las aflicciones. Es nuestro deber e interés rezar; y es un alivio para un espíritu afligido liberarse, mediante una humilde representación de sus penas. Debemos decir: Bendito sea el nombre del Señor, que da y quita. El salmista se consideraba a sí mismo como un hombre moribundo; Mis días son como una sombra Salmo 102:12-2212-22 Somos criaturas moribundas, pero Dios es un Dios eterno, el protector de su iglesia; Podemos estar seguros de que no será descuidado. Cuando consideramos nuestra propia vileza, nuestra oscuridad y muerte, y los múltiples defectos en nuestras oraciones, tenemos motivos para temer que no sean recibidos en el cielo; pero aquí estamos seguros de lo contrario, porque tenemos un Abogado con el Padre, y estamos bajo la gracia, no bajo la ley. La redención es el tema de alabanza en la iglesia cristiana; y ese gran trabajo es descrito por la liberación temporal y la restauración de Israel. Míranos, Señor Jesús; y llévanos a la gloriosa libertad de tus hijos, para que podamos bendecir y alabar tu nombre. Salmo 102:23-2823-28 Los trastornos corporales pronto debilitan nuestra fuerza, entonces, ¿qué podemos esperar sino que nuestros meses se corten en el medio; ¿Y qué debemos hacer sino proporcionar en consecuencia? Debemos poseer la mano de Dios en ella; y debe reconciliar esto con su amor, porque a menudo aquellos que han usado bien su fuerza, la han debilitado; y aquellos que, como pensamos, pueden muy mal ser salvados, acortan sus días. Es muy cómodo, en referencia a todos los cambios y peligros de la iglesia, recordar que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. Y en referencia a la muerte de nuestros cuerpos, y la eliminación de amigos, recordar que Dios es un Dios eterno. No dejemos pasar por alto la seguridad de que este salmo contiene un final feliz para todas las pruebas del creyente. Aunque todas las cosas están cambiando, muriendo, pereciendo, como una vestimenta que se pliega y se apresura a descomponerse, Jesús vive, y así todo está seguro, porque él ha dicho: Porque yo vivo, ustedes también vivirán. |
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit