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Levítico 8 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Levítico 8

II. LA INVESTIDURA DE LOS PRIMEROS SACERDOTES
(8—10)


(Ex 29.1-37)

Consagración de Aarón y de sus hijos

1 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

2 «Toma a Aarón y a sus hijos, y toma además las ropas sacerdotales, el aceite de consagrar, el becerro que se sacrifica por el pecado, los dos carneros y el canastillo de los panes sin levadura,

3 y reúne a toda la comunidad a la entrada de la tienda del encuentro.»

4 Moisés hizo lo que el Señor le había ordenado, y la comunidad se reunió a la entrada de la tienda del encuentro.

5 Entonces Moisés dijo a la comunidad: «Esto es lo que el Señor ha ordenado que se haga.»

6 Luego hizo Moisés que Aarón y sus hijos se acercaran, y los lavó con agua.

7 Después le puso a Aarón la túnica, le ajustó el cinturón y lo vistió con la capa; luego le puso encima el efod y se lo ajustó bien con la misma cinta del efod.

8 Luego le puso encima el pectoral, y en el pectoral puso el Urim y el Tumim.

9 Luego le puso el turbante en la cabeza, y sobre él, por la parte de enfrente, colocó la placa de oro que lo consagraba como sacerdote, tal como el Señor se lo había ordenado.

10 Después Moisés tomó el aceite de consagrar y lo derramó sobre el santuario y sobre todo lo que había allí dentro, y así lo consagró.

11 Con el mismo aceite roció el altar siete veces, y lo derramó sobre el altar y sobre todos sus utensilios, y también sobre la palangana y su base, para consagrarlos.

12 Luego derramó Moisés sobre la cabeza de Aarón el aceite de consagrar, para consagrarlo como sacerdote.

13 Hizo también que los hijos de Aarón se acercaran, y los vistió con las túnicas, les ajustó los cinturones y les puso los turbantes, tal como el Señor se lo había ordenado.

14 Después Moisés mandó traer el becerro que se sacrifica por el pecado, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del becerro.

15 Entonces Moisés lo degolló y, tomando sangre con sus dedos, la untó en los cuernos alrededor del altar, para purificarlo, y la sangre restante la derramó al pie del altar. Así el altar quedó consagrado para obtener allí el perdón de los pecados.

16 Después Moisés tomó toda la grasa que cubre las vísceras, la parte grasosa que está sobre el hígado y los dos riñones con su grasa, y lo quemó todo sobre el altar;

17 pero al resto del becerro, es decir, a su piel, carne y desechos, les prendió fuego fuera del campamento, tal como el Señor se lo había ordenado.

18 Moisés hizo que acercaran el carnero que se ofrece en holocausto, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del carnero.

19 Luego Moisés lo degolló, y roció con la sangre los costados del altar,

20 cortó el carnero en pedazos, y quemó la cabeza, los pedazos y la grasa;

21 luego lavó con agua las vísceras y las piernas del carnero, y lo quemó todo en el altar como holocausto, como ofrenda de aroma agradable al Señor, tal como el Señor se lo había ordenado.

22 Luego Moisés hizo que trajeran el otro carnero, el de la ceremonia de consagración, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del carnero.

23 Después Moisés lo degolló, tomó un poco de sangre y se la untó a Aarón en la parte inferior de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho.

24 Luego hizo que se acercaran los hijos de Aarón, y también les untó sangre en la parte inferior de su oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho; después roció con la sangre los costados del altar.

25 Luego Moisés tomó la grasa, la cola, toda la grasa que cubre las vísceras, la parte grasosa que está sobre el hígado, los dos riñones con su grasa, y el muslo derecho.

26 Del canastillo de los panes sin levadura que se pone ante el Señor, tomó Moisés una torta sin levadura, una torta amasada con aceite y una hojuela, y las puso junto con las grasas y el muslo derecho;

27 luego puso todo esto en las manos de Aarón y de sus hijos, para que hicieran ante el Señor el rito de presentación.

28 Luego recogió Moisés todo esto de manos de ellos, y lo quemó en el altar junto con el holocausto, como ofrenda de consagración de aroma agradable: ofrenda quemada en honor del Señor.

29 Después Moisés tomó el pecho y celebró ante el Señor el rito de presentación. Esa parte del carnero de la consagración fue la que le tocó a Moisés, tal como el Señor se lo había ordenado.

30 Tomó luego Moisés un poco de aceite de consagrar y de la sangre que estaba sobre el altar, y los roció sobre Aarón y sus hijos, así como sobre la ropa sacerdotal de todos ellos. Así consagró a Aarón y a sus hijos, y la ropa sacerdotal de todos ellos.

31 Después Moisés les dijo a Aarón y a sus hijos: «Cuezan la carne a la entrada de la tienda del encuentro, y cómanla allí mismo con el pan del canastillo de las consagraciones, tal como el Señor me lo ordenó cuando dijo: “Aarón y sus hijos comerán esta carne.”

32 Quemen después la carne y el pan que sobren,

33 y no se alejen de la entrada de la tienda del encuentro durante siete días, que es lo que dura el período de su consagración.

34 El Señor ha ordenado que el rito para obtener el perdón de los pecados cometidos por ustedes se haga tal como se ha hecho hoy.

35 Por lo tanto, ustedes deberán quedarse día y noche a la entrada de la tienda del encuentro, durante siete días. Respeten la orden del Señor y no morirán, pues esa es la orden que recibí.»

36 Y Aarón y sus hijos hicieron todo lo que el Señor había ordenado por medio de Moisés.

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Levítico 8

Levítico 8 - Introducción

* La consagración de Aarón y sus hijos. (1-13) Las ofrendas de consagración. (14-36)

Levítico 8:1-13

1-13 La consagración de Aarón y sus hijos se retrasó hasta que se preparó el tabernáculo y se dieron las leyes de los sacrificios. Aarón y sus hijos fueron lavados con agua, para indicar que debían purificarse de todas las disposiciones pecaminosas, y para siempre mantenerse puros. Cristo lava a aquellos de sus pecados con su propia sangre, a quien hace reyes y sacerdotes para nuestro Dios, Apocalipsis 1:5; Apocalipsis 1:6; y aquellos que se acercan a Dios deben ser lavados en agua pura, Hebreos 10:22. La unción de Aarón fue tipificar la unción de Cristo con el Espíritu, que no le fue dada por medida. Todos los creyentes han recibido la unción.

Levítico 8:14-36

14-36 En estos tipos vemos a nuestro gran Sumo Sacerdote, incluso a Cristo Jesús, designado solemnemente, ungido e investido con su sagrado oficio, por su propia sangre y las influencias de su Espíritu Santo. Él santifica las ordenanzas de la religión, en beneficio de su pueblo y en honor de Dios el Padre; quien por su bien acepta nuestra adoración, aunque esté contaminada con pecado. También podemos regocijarnos de que es un Sumo Sacerdote misericordioso y fiel, lleno de compasión por el alma débil y tempestuosa. Todos los cristianos verdaderos están consagrados a ser sacerdotes espirituales. Deberíamos preguntarnos seriamente si en nuestra caminata diaria estudiamos para mantener este carácter. y abundan en sacrificios espirituales, aceptables para Dios por medio de Cristo? Si es así, todavía no hay motivo para jactarse. No despreciemos a nuestros compañeros pecadores; pero recordando lo que hemos hecho y cómo somos salvos, busquemos y oremos por su salvación.


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Dios Habla Hoy (DHH)

Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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