Salmos 122 - Comentario la Biblia del Diario VivirSalmos 1221 [Canción de las subidas. De David.] ¡Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la Casa de Yahvé! 2 ¡Finalmente pisan nuestros pies tus umbrales, Jerusalén! 3 Jerusalén, ciudad edificada toda en perfecta armonía, 4 adonde suben las tribus, las tribus de Yahvé, según costumbre en Israel, a dar gracias al nombre de Yahvé. 5 Allí están los tronos para el juicio, los tronos de la casa de David. 6 Invocad la paz sobre Jerusalén, vivan tranquilos los que te aman, 7 haya calma dentro de tus muros, que tus palacios estén en paz. 8 Por amor de mis hermanos y amigos quiero decir: ¡La paz contigo! 9 Por la Casa de Yahvé, nuestro Dios, pediré todo bien para ti. Salmos 122122.1 Asistir a la casa de Dios puede ser un trabajo rutinario o una delicia. Para el salmista era una delicia. Como peregrino de una de las tres grandes fiestas religiosas, se regocijaba en alabar a Dios en su casa, junto a su pueblo. Quizás si hemos pecado o si se ha enfriado nuestro amor por Dios, la adoración nos resulte un trabajo rutinario. Pero si estamos cerca de El y disfrutamos de su presencia, necesitaremos adorarlo y alabarlo. La actitud hacia Dios determinará nuestro punto de vista en cuanto a la adoración. |
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Autor: Jack W. Hayford, Copyright 1997 © Editorial Grupo Nelson