Salmos 99 - Comentario Bíblico de Matthew HenrySalmos 991 El Señor es rey:que tiemblen las naciones.Él tiene su trono entre querubines:que se estremezca la tierra. 2 Grande es el Señor en Sión,¡excelso sobre todos los pueblos! 3 Sea alabado su nombre grandioso e imponente:¡él es santo! 4 Rey poderoso, que amas la justicia:tú has establecido la equidady has actuado en Jacob con justicia y rectitud. 5 Exaltad al Señor nuestro Dios;adoradlo ante el estrado de sus pies:¡él es santo! 6 Moisés y Aarón se contaban entre sus sacerdotes,y Samuel, entre los que invocaron su nombre.Invocaron al Señor, y él les respondió; 7 les habló desde la columna de nube.Cumplieron con sus estatutos,con los decretos que él les entregó. 8 Señor y Dios nuestro, tú les respondiste;fuiste para ellos un Dios perdonador,aun cuando castigaste sus rebeliones. 9 Exaltad al Señor nuestro Dios;adoradlo en su santo monte:¡Santo es el Señor nuestro Dios! Salmos 99Salmo 99 - Introducción* El gobierno feliz El pueblo de Dios está bajo. (1-5) Su feliz administración. (6-9) Salmo 99:1-51-5 Dios gobierna el mundo por su providencia, gobierna la iglesia por su gracia, y ambos por su Hijo. Los habitantes de la tierra tienen motivos para temblar, pero el Redentor todavía espera ser amable. Que todos los que escuchan, tomen precauciones y busquen su misericordia. Cuanto más nos humillamos ante Dios, más lo exaltamos; y seamos así reverentes, porque él es santo. Salmo 99:6-96-9 La felicidad de Israel se hace referencia a los gobernadores más útiles de ese pueblo. En todo, hicieron de la palabra y la ley de Dios su regla, sabiendo que no podían esperar que sus oraciones fueran respondidas. Todos ellos prevalecieron maravillosamente con Dios en oración; los milagros se hicieron a petición suya. Suplicaron por el pueblo y obtuvieron respuestas de paz. Nuestro Profeta y Sumo Sacerdote, de una dignidad infinitamente mayor que Moisés, Aarón o Samuel, ha recibido y nos ha declarado la voluntad del Padre. Exaltemos no solo al Señor con nuestros labios, sino que le demos el trono en nuestro corazón; y mientras lo adoramos en su propiciatorio, nunca olvidemos que él es santo |
Copyright © Editorial "Mundo Hispano" en 1989, inspirada en la versión americana "The Living Bible".
Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit