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Levítico 13 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Levítico 13

1 El Señor les dijo a Moisés y a Aarón:

2 «Cuando a una persona le salga en la piel alguna inflamación, erupción o mancha blancuzca que pueda convertirse en infección, se le llevará al sacerdote Aarón, o a alguno de sus descendientes los sacerdotes.

3 El sacerdote examinará la llaga. Si el vello en la parte afectada se ha puesto blanco y la llaga se ve más hundida que la piel, entonces se trata de una enfermedad infecciosa. Después de examinar a la persona, el sacerdote la declarará impura.

4 »Si la mancha blancuzca no se ve más hundida que la piel, ni el vello se le ha puesto blanco, el sacerdote aislará a la persona enferma durante siete días,

5 y al séptimo día la examinará de nuevo. Si juzga que la infección no ha seguido extendiéndose sobre la piel, aislará a esa persona otros siete días.

6 Cumplidos los siete días, el sacerdote la examinará otra vez, y si el mal no se ha extendido sobre la piel sino que ha disminuido, la declarará pura. No era más que una erupción, así que la persona enferma se lavará la ropa y quedará pura.

7 »Si la erupción se le sigue extendiendo sobre la piel luego de haberse presentado ante el sacerdote para su purificación, la persona enferma tendrá que volver a presentarse ante él.

8 El sacerdote la examinará, y si la erupción se ha extendido sobre la piel, declarará impura a esa persona, pues se trata de una enfermedad infecciosa.

9 »Cuando una persona tenga una infección en la piel, deberá ser llevada ante el sacerdote,

10 quien la examinará. Si ocurre que la inflamación y el vello se han puesto blancos, y se ve la carne viva,

11 se trata de una infección crónica. El sacerdote declarará impura a tal persona. Pero no hará falta aislarla otra vez, porque ya se sabe que es impura.

12 »Si la infección se ha extendido sobre la piel de tal manera que, hasta donde el sacerdote pueda ver, cubre toda la piel de la persona enferma,

13 entonces el sacerdote la examinará. Si ve que la infección le cubre todo el cuerpo, la declarará pura. Esa persona es pura porque todo el cuerpo se le ha puesto blanco.

14 Pero será impura en el momento en que le aparezca una llaga ulcerosa.

15 Cuando el sacerdote examine la carne viva, declarará impura a esa persona. La carne viva es impura, pues se trata de una enfermedad infecciosa.

16 Pero si la llaga ulcerosa se le pone blanca, la persona enferma deberá ir al sacerdote

17 para que la examine. Si la llaga se le ha puesto blanca, el sacerdote declarará pura a esa persona, y en efecto lo será.

18 »Si alguien ha tenido un absceso en la piel, y luego sana

19 pero en el sitio del absceso le aparece una inflamación blancuzca, o una mancha rojiza, deberá presentarse ante el sacerdote

20 para que lo examine. Si la inflamación se ve más hundida que la piel y el vello se le ha puesto blanco, el sacerdote lo declarará impuro. Se trata de una enfermedad infecciosa que ha brotado en el sitio donde estaba el absceso.

21 Pero si, al examinar al enfermo, encuentra el sacerdote que el vello no se le ha puesto blanco, y que el absceso no se ve más hundido que la piel sino que ha disminuido, entonces aislará al enfermo durante siete días.

22 Si el absceso se extiende sobre la piel, declarará impuro al enfermo, pues se trata de una enfermedad.

23 Si el absceso no se desarrolla ni la mancha blanca se extiende sino que ha cicatrizado, declarará puro al enfermo.

24 »Si alguien se quema, y sobre la quemadura le aparece una mancha blancuzca o rojiza,

25 el sacerdote deberá examinarla. Si el vello de la mancha se le ha puesto blanco, y la mancha misma se ve más hundida que la piel, se trata de una enfermedad infecciosa que brotó en el sitio de la quemadura. El sacerdote declarará impuro al enfe

26 »Si al examinar la quemadura encuentra el sacerdote que el vello no se ha puesto blanco ni la mancha se ve más hundida que la piel, sino que ha disminuido, entonces aislará al enfermo durante siete días.

27 Al séptimo día el sacerdote volverá a examinarlo, y si observa que la mancha se ha extendido sobre la piel, lo declarará impuro, pues se trata de una infección.

28 En cambio, si la mancha blancuzca no ha seguido extendiéndose sobre la piel, se trata sólo de la inflamación de la quemadura. Entonces el sacerdote lo declarará puro, ya que se trata sólo de una quemadura cicatrizada.

29 »Si a un hombre o a una mujer le sale una llaga en la cabeza o en el mentón,

30 el sacerdote deberá examinar la llaga. Si ésta se ve más hundida que la piel, y el pelo se ve amarillento y delgado, declarará impuro al enfermo. Se trata de tiña, que es una infección en la cabeza o en el mentón.

31 Pero si al examinar la llaga tiñosa el sacerdote ve que no está más hundida que la piel ni tiene pelo negro, aislará al enfermo de tiña durante siete días.

32 Al séptimo día el sacerdote deberá examinar otra vez al enfermo; si la tiña no se ha extendido, ni tiene pelo amarillento ni se ve más hundida que la piel,

33 entonces el enfermo se afeitará el pelo, pero no la parte afectada, y el sacerdote lo aislará otros siete días.

34 Al séptimo día el sacerdote volverá a examinar al enfermo; si la tiña no se ha extendido por la piel ni se ve más hundida que ésta, lo declarará puro. Entonces el enfermo se lavará la ropa y quedará puro.

35 »Si después de su purificación la tiña se extiende por toda la piel,

36 el sacerdote deberá examinarlo. Si la tiña se ha extendido por toda la piel, ya no hará falta que el sacerdote busque pelo amarillento, porque el enfermo es impuro.

37 En cambio, si considera que la tiña no se ha desarrollado y nota que le ha crecido pelo negro, entonces el enfermo ha sanado. Es puro, y así deberá declararlo el sacerdote.

38 »Si a un hombre o a una mujer le salen manchas blancuzcas en la piel,

39 el sacerdote deberá examinarlas. Si las manchas resultan ser blancuzcas, se trata sólo de una erupción cutánea, de modo que la persona es pura.

40 »Si a alguien se le cae el pelo de la nuca, y se queda calvo, es puro.

41 Si se le cae el pelo de las sienes y se queda calvo, también es puro.

42 Pero si en su calvicie de la nuca o de las sienes le aparece una llaga rojiza, se trata de una infección que le ha brotado en la parte calva.

43 El sacerdote deberá examinarlo. Si la inflamación es rojiza, parecida a las infecciones de la piel,

44 se trata entonces de una persona infectada e impura. El sacerdote la declarará impura por esa llaga en la cabeza.

45 »La persona que contraiga una infección se vestirá de harapos y no se peinará; con el rostro semicubierto irá gritando: “¡Impuro! ¡Impuro!”,

46 y será impuro todo el tiempo que le dure la enfermedad. Es impuro, así que deberá vivir aislado y fuera del campamento.

47 »Cuando la ropa de lana o de lino se llene de moho,

48 o éste aparezca en la urdimbre o trama del lino o de la lana, o en algún cuero o artículo de piel,

49 y su color sea verdusco o rojizo, se trata de una infección de moho, y deberá mostrársele al sacerdote,

50 quien examinará la mancha y aislará durante siete días el objeto infectado.

51 Al séptimo día el sacerdote examinará la mancha. Si ésta se ha extendido en la ropa o en la urdimbre, o en la trama, o en el cuero o en cualquier artículo de piel, se trata de un moho corrosivo. Tal objeto es impuro.

52 Se le prenderá fuego a la ropa o a la urdimbre, trama, lana, lino o cualquier artículo de piel que haya sido infectado, porque se trata de un moho corrosivo. El objeto deberá ser quemado.

53 »Si al examinar el objeto, el sacerdote observa que la mancha no se ha extendido sobre el vestido, ni sobre la urdimbre, trama, lana, lino, o cualquier artículo de cuero,

54 entonces mandará lavar el objeto infectado y lo aislará otros siete días.

55 Una vez lavado el objeto, el sacerdote procederá a examinarlo. Si observa que la mancha no ha cambiado de aspecto, dicho objeto será considerado impuro aun cuando la mancha no se haya extendido. El objeto será quemado por estar corroído, sea po

56 »Si después de lavado el objeto, el sacerdote lo examina y observa que la mancha ha disminuido, deberá arrancar la parte manchada del vestido, del cuero, de la urdimbre o de la trama.

57 Si la mancha reaparece en la ropa, en la urdimbre, en la trama o en cualquier artículo de piel, significa que ha vuelto a brotar. La parte infectada será quemada,

58 pero toda ropa, urdimbre, trama o artículo de piel que al lavarse pierda la mancha, se volverá a lavar, y el objeto quedará puro.»

59 Ésta es la ley respecto al moho que infecta la ropa, la lana, el lino, la urdimbre, la trama o cualquier artículo de piel, para poder declararlos puros o impuros.

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Levítico 13

Levítico 13 - Introducción

* Instrucciones para que el sacerdote juzgue sobre la lepra. (1-17) Más instrucciones. (18-44) Cómo se debe eliminar al leproso. (45,46) La lepra en las prendas. (47-59)

Levítico 13:1-17

1-17 La plaga de lepra fue una impureza, más que una enfermedad. Se dice que Cristo limpia a los leprosos, no los cura. Común como la lepra fue entre los hebreos, durante y después de su residencia en Egipto, no tenemos ninguna razón para creer que se haya conocido antes entre ellos. Su estado de angustia y el empleo en esa tierra deben haberlos hecho susceptibles a la enfermedad. Pero fue una plaga a menudo infligida inmediatamente por la mano de Dios. La lepra de Miriam, y la de Gehazi y la del rey Uzías, eran castigos de pecados particulares; No es de extrañar que se haya tenido cuidado de distinguirlo de un moquillo común. El juicio de esto fue referido a los sacerdotes. Y fue una figura de las contaminaciones morales de las mentes de los hombres por el pecado, que es la lepra del alma, contaminando la conciencia y de la cual solo Cristo puede limpiar. El sacerdote solo podía condenar al leproso (según la ley es el conocimiento del pecado), pero Cristo puede curar al pecador, puede quitar el pecado. Es un trabajo de gran importancia, pero de gran dificultad, juzgar nuestro estado espiritual.

Todos tenemos motivos para sospechar de nosotros mismos, siendo conscientes de las llagas y las manchas; pero si la pregunta es limpia o impura. Como había ciertas marcas por las cuales saber que era lepra, también hay marcas de tales que están en la hiel de la amargura. El sacerdote debe tomarse el tiempo para hacer su juicio. Esto enseña a todos, ministros y personas, a no ser apresurados en las censuras, ni a juzgar nada antes de tiempo. Si los pecados de algunos hombres van antes al juicio, los pecados de otros siguen después, y también las buenas obras de los hombres. Si se descubrió que la persona sospechosa estaba limpia, sin embargo, debe lavar su ropa, porque había sospechado. Necesitamos ser lavados en la sangre de Cristo de nuestras manchas, aunque no manchas de lepra; porque ¿quién puede decir que soy puro del pecado?

Levítico 13:18-44

18-44 Al sacerdote se le dice qué juicio hacer, si apareciera una lepra en las llagas viejas; y tal es el peligro de aquellos que han escapado de las contaminaciones del mundo nuevamente están enredados en eso. O, en una quemadura por accidente, ver. Levítico 13:24. La quema de conflictos y disputas a menudo ocasiona el surgimiento y la ruptura de esa corrupción, lo que demuestra que los hombres son impuros. La vida humana yace expuesta a muchos agravios. Con qué tropas de enfermedades estamos acosados ​​por todos lados; y todos ustedes entraron por el pecado! Si la constitución es saludable y el cuerpo es vivo y fácil, estamos obligados a glorificar a Dios con nuestros cuerpos. Se tomó nota particular de la lepra, si en la cabeza. Si la lepra del pecado se ha apoderado de la cabeza; si el juicio se corrompe y se abrazan los principios malvados, que apoyan las prácticas malvadas, es una inmundicia absoluta, de la cual pocos se limpian. La solidez en la fe mantiene la lepra de la cabeza.

Levítico 13:45-46

45,46 Cuando el sacerdote declaró inmundo al leproso, puso fin a sus negocios en el mundo, lo separó de sus amigos y parientes, y arruinó todo el consuelo que podía tener en el mundo. Debe humillarse bajo la poderosa mano de Dios, no insistiendo en su limpieza, cuando el sacerdote lo haya declarado inmundo, sino aceptando el castigo. Por lo tanto, debemos tomar para nosotros mismos la vergüenza que nos pertenece, y con el corazón roto nos llamamos "inmundos, inmundos"; corazón impuro, vida impura; impuro por la corrupción original, impuro por la transgresión real; impuro, por lo tanto, merece ser excluido para siempre de la comunión con Dios, y toda esperanza de felicidad en él; impuro, por lo tanto deshecho, si la misericordia infinita no se interpone. El leproso debe advertir a los demás que tengan cuidado de acercarse a él. Luego debe ser excluido del campamento, y luego, cuando llegaron a Canaán, ser excluido de la ciudad, pueblo o aldea donde vivía, y habitar con nadie más que con los leprosos como él. Esto tipifica la pureza que debe estar en la iglesia del evangelio.

Levítico 13:47-59

47-59 La prenda sospechosa de estar contaminada con lepra no debía quemarse de inmediato. Si, después de la búsqueda, se descubrió que había un lugar leproso, debe quemarse, o al menos esa parte. Si resultó ser libre, debe lavarse y luego podría usarse. Esto también expone el gran mal que hay en el pecado. No solo contamina la conciencia del pecador, sino que también mancha todo lo que tiene y todo lo que hace. Y aquellos que hacen de su ropa sirvientes para su orgullo y lujuria, pueden verlos contaminados con lepra. Pero las vestiduras de la justicia nunca se inquietan, ni se comen las polillas.


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Biblia al Día (BAD)

Copyright © Editorial "Mundo Hispano" en 1989, inspirada en la versión americana "The Living Bible".

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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