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Éxodo 28 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Éxodo 28

1 »Haz que comparezcan ante ti tu hermano Aarón y sus hijos Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar. De entre todos los israelitas, ellos me servirán como sacerdotes.

2 Hazle a tu hermano Aarón vestiduras sagradas que le confieran honra y dignidad.

3 Habla con todos los expertos a quienes he dado habilidades especiales, para que hagan las vestiduras de Aarón, y así lo consagre yo como mi sacerdote.

4 »Las vestiduras que le harás son las siguientes: un pectoral, un efod, un manto, una túnica bordada, un turbante y una faja. Estas vestiduras sagradas se harán para tu hermano Aarón y para sus hijos, a fin de que me sirvan como sacerdotes.

5 Al efecto se usará oro, púrpura, carmesí, escarlata y lino.

6 »El efod se bordará artísticamente con oro, púrpura, carmesí, escarlata y lino fino.

7 En sus dos extremos tendrá hombreras con cintas, para que pueda sujetarse.

8 El cinturón bordado con el que se sujeta el efod deberá ser del mismo material, es decir, de oro, púrpura, carmesí, escarlata y lino fino, y formará con el efod una sola pieza.

9 »Toma dos piedras de ónice, y graba en ellas los nombres de los doce hijos de Israel

10 por orden de nacimiento, seis nombres en una piedra, y seis en la otra.

11 Un joyero grabará los nombres en las dos piedras, como los orfebres graban sellos: engarzará las piedras en filigrana de oro

12 y las sujetará a las hombreras del efod. Así Aarón llevará en sus hombros los nombres de los hijos de Israel, para recordarlos ante el Señor.

13 Haz también engastes en filigrana de oro,

14 y dos cadenillas de oro puro, a manera de cordón, para fijar las cadenillas en los engastes.

15 »El pectoral para impartir justicia lo bordarás artísticamente con oro, púrpura, carmesí, escarlata y lino fino, como hiciste con el efod.

16 Será doble y cuadrado, de veinte centímetros de largo por veinte de ancho.

17 Engarzarás en él cuatro hileras de piedras preciosas. En la primera pondrás un rubí, un crisólito y una esmeralda;

18 en la segunda, una turquesa, un zafiro y un jade;

19 en la tercera, un jacinto, un ágata y una amatista,

20 y en la cuarta, un topacio, un ónice y un jaspe. Engárzalas en filigrana de oro.

21 Deben ser doce piedras, una por cada uno de los doce hijos de Israel. Cada una de las piedras llevará grabada como un sello el nombre de una de las doce tribus.

22 »Haz unas cadenillas de oro puro, en forma de cordón, para el pectoral.

23 Ponle al pectoral dos anillos de oro, y sujétalos a sus dos extremos.

24 Sujeta las dos cadenillas de oro a los anillos del pectoral,

25 y une los extremos de las cadenillas a los dos engastes, para fijarlos por la parte delantera a las hombreras del efod.

26 »Haz otros dos anillos de oro, y fíjalos en los extremos del pectoral, en su borde interno cercano al efod.

27 Haz dos anillos más, también de oro, para fijarlos por el frente del efod, pero por debajo de las hombreras, cerca de la costura que va justamente arriba del cinturón.

28 Los anillos del pectoral deberán sujetarse a los anillos del efod con un cordón azul, trabándolo con el cinturón para que el pectoral y el efod queden unidos.

29 De este modo, siempre que Aarón entre en el Lugar Santo llevará sobre su corazón, en el pectoral para impartir justicia, los nombres de los hijos de Israel para recordarlos siempre ante el Señor.

30 Sobre el pectoral para impartir justicia pondrás el urim y el tumim. De esta manera, siempre que Aarón se presente ante el Señor, llevará en el pecho la causa de los israelitas.

31 »Haz de púrpura todo el manto del efod,

32 con una abertura en el centro para meter la cabeza. Alrededor de la abertura le pondrás un refuerzo, como el que se pone a los chalecos, para que no se desgarre.

33 En torno al borde inferior del manto pondrás granadas de púrpura, carmesí y escarlata, alternándolas con campanillas de oro.

34 Por todo el borde del manto pondrás primero una campanilla y luego una granada.

35 Aarón debe llevar puesto el manto mientras esté ejerciendo su ministerio, para que el tintineo de las campanillas se oiga todo el tiempo que él esté ante el Señor en el Lugar Santo, y así él no muera.

36 »Haz una placa de oro puro, y graba en ella, a manera de sello: Santidad para el Señor.

37 Sujétala al turbante con un cordón púrpura, de modo que quede fija a éste por la parte delantera.

38 Esta placa estará siempre sobre la frente de Aarón, para que el Señor acepte todas las ofrendas de los israelitas, ya que Aarón llevará sobre sí el pecado en que ellos incurran al dedicar sus ofrendas sagradas.

39 »La túnica y el turbante los harás de lino. El cinturón deberá estar recamado artísticamente.

40 A los hijos de Aarón les harás túnicas, cinturones y mitras, para conferirles honra y dignidad.

41 Una vez que hayas vestido a tu hermano Aarón y a sus hijos, los ungirás para conferirles autoridad y consagrarlos como mis sacerdotes.

42 »Hazles también calzoncillos de lino que les cubran el cuerpo desde la cintura hasta el muslo.

43 Aarón y sus hijos deberán ponérselos siempre que entren en la Tienda de reunión, o cuando se acerquen al altar para ejercer su ministerio en el Lugar Santo, a fin de que no incurran en pecado y mueran. Ésta es una ley perpetua para Aarón y sus

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Éxodo 28

Éxodo 28 - Introducción

* Aarón y sus hijos apartados para el oficio sacerdotal. Sus vestiduras (versículos 1-5). El efod (versículos 6-14). El pectoral, el Urim y el Tumim (versículos 15-30). La túnica del efod, la placa de la mitra (versículos 31-39). Las vestiduras para los hijos de Aarón (versículos 40-43)

Éxodo 28:1-5

1-5 Hasta ese momento, los jefes de familia eran los sacerdotes y ofrecían sacrificios; pero ahora este oficio se limitaba exclusivamente a la familia de Aarón, y así continuó hasta la dispensación del evangelio. Las vestiduras sagradas no solo distinguían a los sacerdotes del pueblo, sino que eran emblemas de esa conducta santa que siempre debe ser la gloria y la belleza, la marca de los ministros de la religión, sin la cual sus personas y ministerios serán despreciados. También tipificaban la gloria de la majestuosidad divina y la belleza de la completa santidad, que hacían de Jesucristo el gran Sumo Sacerdote. Pero nuestro adorno en el evangelio no debe consistir en oro y en costosas vestiduras, sino en las vestiduras de salvación y la túnica de justicia.

Éxodo 28:6-14

6-14 Este efod ricamente labrado era la prenda exterior del sumo sacerdote; los ephods de lino sencillo eran usados por los sacerdotes de menor rango. Era una túnica corta sin mangas, ajustada al cuerpo con un cinturón. Los soportes de los hombros se abrochaban con piedras preciosas engarzadas en oro, una en cada hombro, en las que estaban grabados los nombres de los hijos de Israel. De esta manera, Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, presenta a su pueblo ante el Señor como memorial. Así como la túnica de Cristo no tenía costura, sino que estaba tejida de arriba abajo, lo mismo sucedía con el ephod. Las campanas de oro en este ephod, por su preciosidad y agradable sonido, representan bien la buena profesión que los santos hacen, y las granadas representan el fruto que producen.

Éxodo 28:15-30

15-30 La principal ornamentación del sumo sacerdote era el pectoral, una rica pieza de tela bellamente trabajada. El nombre de cada tribu estaba grabado en una piedra preciosa, fijada en el pectoral, para significar cuán preciosos son los creyentes a los ojos de Dios y cuán honorables son. Por pequeña y pobre que fuera la tribu, era como una piedra preciosa en el pectoral del sumo sacerdote; de la misma manera, todos los santos son queridos para Cristo, sin importar cómo los estime la gente. El sumo sacerdote tenía los nombres de las tribus tanto en sus hombros como en su pecho, lo que nos recuerda el poder y el amor con los que nuestro Señor Jesús intercede por los suyos. Él no solo los sostiene en sus brazos con fortaleza omnipotente, sino que los lleva en su pecho con tierno afecto. ¡Qué consuelo esto es para nosotros en todas nuestras oraciones a Dios! El Urim y el Tumim, mediante los cuales se daba a conocer la voluntad de Dios en casos dudosos, se colocaban en este pectoral. Urim y Tumim significan luz e integridad. Hay muchas conjeturas sobre lo que eran; la opinión más probable parece ser que eran las doce piedras preciosas en el pectoral del sumo sacerdote. Ahora, Cristo es nuestro Oráculo. Por medio de Él, Dios en estos últimos días se da a conocer a sí mismo y su mente para con nosotros Hebreos 1:1; Hebreos 1:2; Juan 1:18. Él es la verdadera Luz, el fiel Testigo, la Verdad misma, y de Él recibimos el Espíritu de Verdad, que nos guía a toda verdad.

Éxodo 28:31-39

31-39 La túnica del efod estaba debajo del efod y llegaba hasta las rodillas, sin mangas. Aarón debía ministrar en las vestiduras designadas. Debemos servir al Señor con santo temor, como aquellos que saben que merecen morir. En la frente de Aarón había una placa de oro con la inscripción "Santidad al Señor". Aarón era así recordado de que Dios es santo y que sus sacerdotes deben ser santos, consagrados al Señor. Esto debía aparecer en sus frentes, en una profunda profesión de su relación con Dios. Debía estar grabado como los grabados de un sello, profundo y duradero; no pintado para ser lavado, sino firme y duradero; así debe ser nuestra santidad para el Señor. Cristo es nuestro Sumo Sacerdote; a través de Él, nuestros pecados nos son perdonados y no se nos imputan. Nuestras personas, nuestras acciones, son agradables a Dios por causa de Cristo y de ningún otro modo.

Éxodo 28:40-43

40-43 Las vestiduras del sacerdote simbolizan la justicia de Cristo. Si no nos presentamos delante de Dios con eso, llevaremos nuestra iniquidad y moriremos. Bendito es, por lo tanto, aquel que vela y guarda sus vestiduras, Apocalipsis 16:15. Y bendito sea Dios que tenemos un Sumo Sacerdote, designado por Dios y apartado para su obra; equipado para su alto cargo por la gloria de su majestuosidad divina y la belleza de la perfecta santidad. Felices somos si, comprendiendo espiritualmente la ley, vemos que tal Sumo Sacerdote era necesario para nosotros; que no podemos acercarnos a un Dios santo ni ser aceptados sino por medio de Él. No hay luz, sabiduría ni perfección sino de Él; no hay gloria ni belleza sino en ser semejantes a Él. Tomemos aliento del poder, el amor y la compasión de nuestro Sumo Sacerdote para acercarnos con confianza al trono de la gracia, para que obtengamos misericordia y hallemos gracia para el oportuno socorro.


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Biblia al Día (BAD)

Copyright © Editorial "Mundo Hispano" en 1989, inspirada en la versión americana "The Living Bible".

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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