Daniel 8 - Comentario Bíblico de Matthew HenryDaniel 81 «En el tercer año del reinado de Belsasar, yo, Daniel, tuve otra visión. 2 En ella, me veía en la ciudadela de Susa, en la provincia de Elam, junto al río Ulay. 3 Me fijé, y vi ante mí un carnero con sus dos cuernos. Estaba junto al río, y tenía cuernos largos. Uno de ellos era más largo, y le había salido después. 4 »Me quedé observando cómo el carnero atacaba hacia el norte y hacia el sur. Ningún animal podía hacerle frente, ni había tampoco quien pudiera librarse de su poder. El carnero hacía lo que quería, y cada vez cobraba más fuerza. 5 »Mientras reflexionaba yo al respecto, de pronto surgió del oeste un macho cabrío, con un cuerno enorme entre los ojos, y cruzó toda la tierra sin tocar siquiera el suelo. 6 Se lanzó contra el carnero que yo había visto junto al río, y lo atacó furiosamente. 7 Yo vi cómo lo golpeó y le rompió los dos cuernos. El carnero no pudo hacerle frente, pues el macho cabrío lo derribó y lo pisoteó. Nadie pudo librar al carnero del poder del macho cabrío. 8 »El macho cabrío cobró gran fuerza, pero en el momento de su mayor grandeza se le rompió el cuerno más largo, y en su lugar brotaron cuatro grandes cuernos que se alzaron contra los cuatro vientos del cielo. 9 De uno de ellos salió otro cuerno, pequeño al principio, que extendió su poder hacia el sur y hacia el este, y también hacia nuestra hermosa tierra. 10 Creció hasta alcanzar al ejército de los cielos, derribó algunas estrellas y las pisoteó, 11 y aun llegó a sentirse más importante que el jefe del ejército de los cielos. Por causa de él se eliminó el sacrificio diario y se profanó el santuario. 12 Por la rebeldía de nuestro pueblo, su ejército echó por tierra la verdad y quitó el sacrificio diario. En fin, ese cuerno hizo y deshizo. 13 »Escuché entonces que uno de los santos hablaba, y que otro le preguntaba: “¿Cuánto más va a durar esta visión del sacrificio diario, de la rebeldía desoladora, de la entrega del santuario y de la humillación del ejército?” 14 Y aquel santo me dijo: “Va a tardar dos mil trescientos días con sus noches. Después de eso, se purificará el santuario.” 15 »Mientras yo, Daniel, contemplaba la visión y trataba de entenderla, de repente apareció ante mí alguien de apariencia humana. 16 Escuché entonces una voz que desde el río Ulay gritaba: “¡Gabriel, dile a este hombre lo que significa la visión!” 17 »Cuando Gabriel se acercó al lugar donde yo estaba, me sentí aterrorizado y caí de rodillas. Pero él me dijo: “Ten en cuenta, criatura humana, que la visión tiene que ver con la hora final.” 18 »Mientras Gabriel me hablaba, yo caí en un sueño profundo, de cara al suelo. Pero él me despertó y me obligó a levantarme, 19 mientras me decía: “Voy a darte a conocer lo que sucederá cuando llegue a su fin el tiempo de la ira de Dios, porque el fin llegará en el momento señalado. 20 El carnero de dos cuernos que has visto simboliza a los reyes de Media y de Persia. 21 El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tiene entre los ojos es el primer rey. 22 Los cuatro cuernos que salieron en lugar del que fue hecho pedazos simbolizan a los cuatro reinos que surgirán de esa nación, pero que no tendrán el mismo poder. 23 » ”Hacia el final de esos reinos, cuando los rebeldes lleguen al colmo de su maldad, surgirá un rey insolente, maestro de la intriga, 24 que llegará a tener mucho poder, pero no por sí mismo. Ese rey causará impresionantes destrozos y saldrá airoso en todo lo que emprenda. Destruirá a los poderosos y al pueblo santo. 25 Con su astucia propagará el engaño, creyéndose un ser superior. Destruirá a mucha gente que creía estar segura, y se enfrentará al Príncipe de los príncipes, pero será destruido sin la intervención humana. 26 Esta visión de los días con sus noches, que se te ha dado a conocer, es verdadera. Pero no la hagas pública, pues para eso falta mucho tiempo.” 27 »Yo, Daniel, quedé exhausto, y durante varios días guardé cama. Luego me levanté para seguir atendiendo los asuntos del reino. Pero la visión me dejó pasmado, pues no lograba comprenderla. Daniel 8Daniel 8 - Introducción* La visión de Daniel del carnero y el macho cabrío. (1-14) La interpretación de la misma. (15-27) Daniel 8:1-141-14 Dios le da a Daniel una previsión de la destrucción de otros reinos, que en su día fueron tan poderosos como el de Babilonia. Si pudiéramos prever los cambios que ocurrirán cuando nos hayamos ido, deberíamos estar menos afectados por los cambios en nuestros días. El carnero con dos cuernos era el segundo imperio, el de Media y Persia. Vio este carnero vencido por un macho cabrío. Este fue Alejandro Magno. Alexander, cuando tenía unos treinta y tres años de edad, y con toda su fuerza, murió y mostró la vanidad de la pompa y el poder mundanos, y que no pueden hacer feliz a un hombre. Si bien los hombres discuten, como en el caso de Alejandro, respecto de la muerte de algún guerrero próspero, es evidente que la gran Primera Causa de todos no tenía más de su plan para ejecutar, y por lo tanto lo cortó. En lugar de ese gran cuerno, surgieron cuatro notables, los cuatro capitanes principales de Alexander. Un cuerno pequeño se convirtió en un gran perseguidor de la iglesia y del pueblo de Dios. Parece que aquí se señala el engaño mahometano. Prosperó, y en un momento casi destruyó la religión sagrada que la mano derecha de Dios había plantado. Es justo con Dios privar a aquellos de los privilegios de su casa que los desprecian y los profanan; y hacer que esos sepan el valor de las ordenanzas por la falta de ellos, que no lo sabrían por el disfrute de ellos. Daniel escuchó el tiempo de esta calamidad limitada y determinada; pero no el momento en que debería venir. Si quisiéramos conocer la mente de Dios, debemos aplicarnos a Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento; no se escondió de nosotros, sino que se escondió por nosotros. Hay mucha dificultad en cuanto al tiempo preciso aquí indicado, pero el final no puede ser muy distante. Dios, para su propia gloria, velará por la limpieza de la iglesia a su debido tiempo. Cristo murió para limpiar su iglesia; y él lo limpiará tanto como para presentarlo sin culpa para sí mismo. Daniel 8:15-2715-27 El eterno Hijo de Dios se paró ante el profeta en la apariencia de un hombre, y le indicó al ángel Gabriel que explicara la visión. El desmayo y el asombro de Daniel ante la perspectiva de males que vio venir sobre su pueblo y la iglesia, confirman la opinión de que se predijeron calamidades prolongadas. Terminada la visión, se le dio un cargo a Daniel para mantenerlo en privado por el momento. Se lo guardó para sí mismo y pasó a cumplir con el deber de su lugar. Mientras vivamos en este mundo, debemos tener algo que hacer en él; e incluso aquellos a quienes Dios ha honrado más, no deben pensar por encima de sus asuntos. El placer de la comunión con Dios tampoco debe apartarnos de los deberes de nuestros llamamientos, sino que debemos cumplir con ellos en Dios. Todos los que se encargan de los negocios públicos deben descargar su confianza de manera recta; y, en medio de todas las dudas y desalientos, pueden, si son verdaderos creyentes, esperar un tema feliz. Por lo tanto, debemos esforzarnos por componer nuestras mentes para atender los deberes a los que cada uno es designado, en la iglesia y en el mundo. |
Copyright © Editorial "Mundo Hispano" en 1989, inspirada en la versión americana "The Living Bible".
Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit