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Jueces 16:7 - Biblia Nacar-Colunga

7 Sansón respondió: “Si me atasen con siete cuerdas húmedas, que no se hubieran secado todavía, me quedaría sin fuerzas y sería como otro hombre cualquiera.”

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

7 Y le respondió Sansón: Si me ataren con siete mimbres verdes que aún no estén enjutos, entonces me debilitaré y seré como cualquiera de los hombres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Sansón respondió: —Si me ataran con siete cuerdas de arco que sean nuevas y que aún no se hayan secado, me volvería tan débil como cualquier otro hombre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Sansón le dijo: 'Si me ataran con siete cuerdas nuevas que todavía no estén secas, perdería mi fuerza y sería como un hombre cualquiera'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y Sansón le respondió: Si me atan con siete tendones° frescos que aún no estén secos, entonces me debilitaré y llegaré a ser como cualquier otro hombre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Le dijo Sansón: 'Si me ataran con siete cuerdas de arco frescas y todavía húmedas, quedaría sin fuerza y sería como un hombre cualquiera'.

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Jueces 16:7
12 Cross References  

El labio veraz mantiene siempre la palabra; la lengua mentirosa, sólo por un momento.'


No está bien al necio la grandilocuencia; cuánto menos al príncipe la mentira.'


¿Y por qué no decir lo que algunos calumniosamente nos atribuyen, asegurando que decimos: Hagamos el mal para que venga el bien? La condenación de éstos es justa.


No os engañéis; de Dios nadie se burla. Lo que el hombre sembrare, eso cosechará.'


No os engañéis unos a otros; despojaos del nombre viejo con todas sus obras,'


Dalila dijo a Sansón: “Te has burlado de mí y me has engañado. Dime, pues, ahora con qué hay que atarte.”


Dalila a Sansón: “Dime, te ruego, en qué está tu gran fuerza y con qué habrías de ser atado para sujetarte.”


Subiéronle los príncipes de los filisteos las siete cuerdas húmedas, sin secar todavía, y ella le ató con ellas.


Como tenía en su cuarto gentes en acecho, le gritó: “¡Sansón, los filisteos sobre ti!” El rompió las cuerdas como se rompe un cordón de estopa cuando se le pega fuego, y quedó desconocido el secreto de su fuerza.


Saúl dijo a Micol: “¿Por qué me has engañado así y has dejado escapar a mi enemigo para que se ponga a salvo?” Micol respondió a Saúl: “Me dijo: Déjame ir o te mato.”


Este le preguntaba: “¿A quién habéis atacado hoy?” David contestaba: “Al mediodía de Judá, al mediodía de Jerameel, al mediodía de los quíneos.”


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