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Jueces 16:6 - Biblia Nacar-Colunga

6 Dalila a Sansón: “Dime, te ruego, en qué está tu gran fuerza y con qué habrías de ser atado para sujetarte.”

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Y Dalila dijo a Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo podrás ser atado para ser dominado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Así que Dalila le dijo a Sansón: —Dime, por favor, qué te hace tan fuerte, y con qué podrían amarrarte sin que te liberes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Dalila preguntó a Sansón: 'Dime, te lo ruego, de dónde proviene tu fuerza extraordinaria. ¿Cómo se podría amarrarte y domarte?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y Dalila dijo a Sansón: Te ruego me declares en qué consiste tu gran fuerza, y con qué podrías ser atado para doblegarte.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Dalila dijo a Sansón: 'Explícame cuál es el secreto de tu gran fuerza y con qué habría que atarte para tenerte sujeto'.

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Jueces 16:6
12 Cross References  

Por cuatro veces me pidieron lo mismo, y siempre les di la misma respuesta.


Salva tú, ¡oh Yahvé! porque no hay piadosos, ya no hay fieles entre los hijos de los hombres.


Sima profunda es la boca de la extraña; aquel que es odioso a Yahvé cae en ella.'


La lengua mentirosa produce muchos males y la boca lisonjera hace resbalar.


porque, si la prostituta busca un pedazo de pan, la casada va a la caza de una vida preciosa.


Con la suavidad de sus palabras le rindió y con sus halagos le sedujo;'


Han desaparecido de la tierra los piadosos, no hay ninguno recto entre los hombres; todos acechan la sangre, unos a otros se tienden la red.'


No os fiéis del compañero ni confiéis en el amigo; de la que se acuesta en tu seno guarda las confidencias de tu boca.'


ASÍ le había estado llorando durante los siete días del convite; pero el séptimo día tanto lo importunó, que él dio la explicación, y ella se la comunicó a los hijos de su pueblo.'


Los príncipes de los filisteos subieron a ella y la dijeron: “Sedúcele para saber en qué está su gran fuerza y cómo podríamos apoderarnos de él, para atarle y castigarle. Si lo haces, te daremos cada uno mil cien siclos de plata.” Dijo, pues,


Sansón respondió: “Si me atasen con siete cuerdas húmedas, que no se hubieran secado todavía, me quedaría sin fuerzas y sería como otro hombre cualquiera.”


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