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Jeremías 51:51 - Biblia Nacar-Colunga

51 Estamos llenos de vergüenza, hemos sido ultrajados; ¡nuestro rostro se cubre de confusión, pues entraron extranjeros en el santuario de la casa de Yahvé.'

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

51 Estamos avergonzados, porque oímos la afrenta; la confusión cubrió nuestros rostros, porque vinieron extranjeros contra los santuarios de la casa de Jehová.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Nueva Traducción Viviente

51 «Estamos avergonzados —dicen los del pueblo—. Estamos ofendidos y en desgracia porque extranjeros profanaron el templo del Señor».

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Católica (Latinoamericana)

51 Estábamos indignados al oír tantos insultos y nos tapábamos la cara de vergüenza al saber que extranjeros habían entrado en los lugares santos de la Casa de Yavé.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

La Biblia Textual 3a Edicion

51 Estamos avergonzados, hemos oído el reproche. La confusión cubre nuestros rostros, porque los extranjeros han entrado en el Santuario de la Casa de YHVH.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Serafín de Ausejo 1975

51 Estamos avergonzados, porque hemos oído el ultraje, la ignominia ha cubierto nuestros rostros, porque entraron extranjeros en los santos lugares del templo de Yahveh.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha




Jeremías 51:51
37 Cross References  

Se vestirán de ignominia los que me acusan y se cubrirán de vergüenza como con un manto.


Sean confundidos y exterminados mis enemigos; cúbranse de vergüenza y de ignominia los que buscan mi mal.'


Salmo de Asaf. ¡Oh Dios! han entrado las gentes en tu heredad, han profanado tu santo recinto y han reducido a Jerusalén a un montón de escombros.


Haz recaer sobre nuestros vecinos el séptuplo en su seno, la afrenta con que te escarnecieron, ¡oh Señor!


Somos el escarnio de nuestros vecinos, la irrisión y el ludibrio de los que nos rodean.


Has acortado los días de su juventud y le has cubierto de oprobio.


Oráculo sobre Babilonia, que vio Isaías, hijo de Amos:


Porque Yahvé se apiadará de Jacob, todavía escogerá a Israel, y los hará descansar en su tierra; a ellos se unirán los extranjeros, se unirán a la casa de Jacob.'


Oráculo sobre el desierto del mar. Como huracán del Negeb desencadenado, viene del desierto, de la tierra espantosa.


Desciende y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia. No más trono, siéntate en la tierra, hija de los caldeos. Ya no te llamarán más la delicada y tierna.


Sus magnates mandaron a los subordinados por agua; fueron éstos a los pozos, no hallaron agua y se volvieron con sus cántaros vacíos. Están avergonzados, confundidos, con las cabezas cubiertas,'


a todos los reyes del norte, próximos y lejanos, y a todos los reinos de la tierra que habitan la superficie del suelo; y el rey de Sesac beberá después de ellos.'


Porque después de mi defección me he arrepentido; luego que entré en mí, heríme el muslo. Estoy confuso y avergonzado, pues llevo sobre mí el oprobio de mi mocedad.'


y puso fuego al templo, y al palacio del rey, y a todas las casas de Jerusalén, quemando principalmente todas las casas grandes,


Yod. — Echó mano el enemigo de todos sus tesoros, vio penetrar en su santuario a las gentes, a quienes prohibiste penetraran en tu congregación.


Res. — Mira, ¡oh Yahvé! y considera a quién has tratado así. ¿Habrán de comer las madres su fruto, a los niños que amamantan? ¿Habrán de ser muertos en el santuario del Señor sacerdotes y profetas?


Acuérdate, joh Yahvé! de lo que nos ha sobrevenido; mira y contempla nuestro oprobio.'


Di a la casa de Israel: Así habla el Señor, Yahvé: Mirad, voy a profanar mi santuario, gloria de vuestra fuerza, delicia de vuestros ojos y anhelo de vuestra alma; vuestros hijos y vuestras hijas caerán a la espada,'


Multiplicaré los frutos de los árboles y el de los campos, para que nunca más os escarnezcan las gentes porque padezcáis hambre.


Cíñense de saco y cúbrense de terror; en todos los rostros se ve la confusión, y todas las cabezas están rapadas.'


Y les dijo: Profanad también el santuario, henchid de muertos los atrios. Salid, pues. Salieron, y se pusieron a matar por la ciudad.


A su orden se presentarán tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y harán cesar el sacrificio perpetuo, y alzarán la abominación desoladora.


Los altos de Isaac serán devastados, y destruidos los santuarios de Israel. Me alzaré con la espada contra la casa de Jeroboam.


Has guardado los mandatos de Ómrí y todas las obras de la casa de Acab, y has andado según sus consejos para que yo te entregue a la devastación y dé tus habitantes al escarnio. Llevaréis, pues, sobre vosotros el oprobio de mi pueblo.


Lo verá mi enemiga, se cubrirá de vergüenza, ella que me decía: ¿Dónde está Yahvé, tu Dios? Mis ojos lo habrán de ver. Ahora será pisoteada como el fango de las calles.


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