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Jeremías 37:2 - Biblia Nacar-Colunga

2 Y no obedecieron él, sus siervos y el pueblo de la tierra a las palabras que había hablado Yahvé por medio de Jeremías, profeta,

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Pero no obedeció él ni sus siervos ni el pueblo de la tierra a las palabras de Jehová, las cuales dijo por el profeta Jeremías.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Sin embargo, ni Sedequías ni sus ayudantes ni la gente que quedó en la tierra de Judá hicieron caso a lo que el Señor decía a través de Jeremías.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Pero ni él ni sus ministros ni la gente del país hicieron caso de las palabras que Yavé les había dirigido por medio del profeta Jeremías.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Pero ni él ni sus siervos, ni el pueblo de la tierra escucharon las palabras que YHVH habló por medio del profeta Jeremías.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Pero ni él ni sus servidores ni la población del país escucharon las palabras que Yahveh había pronunciado por medio del profeta Jeremías.

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Jeremías 37:2
15 Cross References  

David dijo: “Voy a mostrar benevolencia a Janón, hijo de Najas, como su padre me la mostró a mí.” Y envió David embajadores para darle el pésame por la muerte de su padre. Cuando los embajadores de David llega-ron a la tierra de los hijos de Amón,


al que amó Yahvé, que envió a Natán profeta, el cual le dio el nombre de Jedidia por causa de Yahvé.


Se le enterró, y todo Israel le lloró, según la palabra que Yahvé había dicho por su siervo Ajías, profeta.


La palabra de Yahvé había sido dirigida por medio del profeta Jehú, hijo de Janani, contra Basa y contra su casa, no sólo por todo el mal que él había hecho a los ojos de Yahvé, irritándole con la obra de sus manos y haciéndose semejante a la casa de Jeroboam, sino también por haber destruido a la casa de Jeroboam.


Veintiún años tenía Sedecías cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén.


Moisés replicó: “¡Ah Señor!, manda tu mensaje, te lo pido, por mano del que debas enviar.”


Sus pies se corta y daños sufre el que envía un mensaje por mano de un necio.


El príncipe que da oídos a la mentira, tendrá ministros todos malos.


Así dice Yahvé, Dios de Israel: Ve a Sedecías, rey de Judá, y dile: Así dice Yahvé: He aquí que voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia, que le pegará fuego,


Traza un camino por donde vaya la espada a Rabat de los hijos de Amón, y otro por donde vaya a Judá, a la ciudad fuerte de Jerusalén.


(9) Pues yo soy Yahvé, tu Dios, desde la tierra de Egipto; aún te haré habitar en las tiendas 1 como en los días de asamblea.'


Aarón y sus hijos hicieron lo que Yahvé les mandó por Moisés.


Por tanto, quien estos preceptos desprecia no desprecia al hombre, sino a Dios, que os dio su Espíritu Santo.


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