Biblia Todo Logo
Online nga Bibliya

- Mga paanunsiyo -





Jeremías 22:17 - Biblia Nacar-Colunga

17 Pero tú no tienes ojos ni corazón más que para buscar tu interés, para derramar sangre inocente, para oprimir y hacer violencia.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

17 Mas tus ojos y tu corazón no son sino para tu avaricia, y para derramar sangre inocente, y para opresión y para hacer agravio.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Nueva Traducción Viviente

17 ¡Pero tú, solo tienes ojos para la avaricia y la deshonestidad! Asesinas al inocente, oprimes al pobre y reinas sin piedad».

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Pero nada ves o conoces sino tu propio interés; y esto, derramando sangre, y manteniendo la opresión y la violencia.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

La Biblia Textual 3a Edicion

17 Pero tus ojos y tu corazón no están más que para tu egoísmo, Para derramar la sangre inocente, Para la opresión y para la violencia.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Pero tus ojos y tu corazón sólo piensan en tus ganancias, en derramar sangre inocente, en ejercer opresión y violencia.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha




Jeremías 22:17
41 Cross References  

Dile: Así habla Yahvé: ¿No eres tú un asesino y un ladrón? Y le dirás: Así habla Yahvé: En el lugar mismo donde han lamido los perros la sangre de Nabot lamerán los perros tu propia sangre.”


Hizo el mal a los ojos de Yahvé, enteramente como lo habían hecho sus padres.


y de la sangre inocente derramada por Manases, que había llenado a Jerusalén, que no quiso Yahvé perdonar.


El resto de los hechos de Joaquim, las abominaciones que cometió y lo que en él se halló, escrito está en el libro de los reyes de Israel y de Judá. Le sucedió Joaquim, su hijo.


Si se apartaban mis pasos de tus sendas y tras mis ojos se fue mi corazón, o si se pegó algo a mis manos,


Mem. Pues se gloría el malvado en la ambición de su alma, y el avaro se felicita, con desprecio de Yahvé.


Pero escoge de entre todo el pueblo a hombres capaces y temerosos de Dios, íntegros, enemigos de la avaricia, y constituidlos sobre el pueblo como jefes de millar, de centena, de cincuentena y de decena.


porque su corazón maquina la ruina, y sus labios no hablan más que para dañar.


Son perros voraces, insaciables; son pastores que no entienden, siguen cada uno su camino, cada cual busca su interés.'


por haberme dejado a mí y haber enajenado este lugar, ofreciendo incienso en él a dioses ajenos, que no conocían ni ellos, ni sus padres, ni los reyes de Judá, llenando este lugar de sangre de inocentes,


Así dice Yahvé: Haced derecho y justicia, librad al expoliado de la mano del opresor y no vejéis al extranjero, al huérfano y a la viuda; no hagáis violencia y no derraméis en este lugar sangre inocente.'


Porque, desde el pequeño al grande, todos están ávidos de rapiña; desde el profeta al sacerdote, todos cometen fraude.'


Porque así dice Yahvé de los ejércitos: Cortad sus árboles y haced de ellos empalizadas contra Jerusalén; es la ciudad castigada. Dentro de ella todo es injusticia.'


si no oprimís al peregrino, al huérfano y a la viuda; si no vertéis en este lugar sangre inocente, si no os vais tras de dioses extraños para vuestro mal,'


Por eso daré sus mujeres a extraños, sus campos a otros propietarios, porque, desde el pequeño al grande, todos se llenaron de rapiñas; desde el profeta al sacerdote, todos se dieron al fraude,'


oprima al pobre y al desvalido, robe, no devuelva la prenda, alce los ojos a los ídolos y haga abominaciones,


Andaba entre leones, y vino también a ser león joven, y aprendió a arrebatar la presa y a devorar hombres.


Rugiendo en su altanería, devastó ciudades, y se desvaneció el país y cuanto había a la voz de su rugido.


Encerráronle en una jaula con anillos y le llevaron al rey de Babilonia, para que no se oyesen más sus rugidos en los montes de Israel.


He aquí que los príncipes de Israel, cada uno en la medida de su poder, se ocupan en derramar sangre.


Y vienen a ti como en las asambleas del pueblo, y se sientan delante de ti los de mi pueblo para escuchar tus palabras, pero luego no las ponen por obra, y, mientras halagan con su boca, se va su corazón tras su avaricia.


Codician campos, y los roban; casas, y se apoderan de ellas; y hacen violencia al dueño y a su casa, al hombre y a su heredad.'


que edificáis a Sión con sangre y a Jerusalén con iniquidad,


Sus príncipes son en medio de ella rugientes leones; sus jueces, lobos nocturnos, que no dejan nada que roer para la mañana.'


y a llenarse de toda injusticia, malicia, avaricia, maldad; llenos de envidia, dados al homicidio, a contiendas, a engaños, a malignidad; chismosos,'


ni los ladrones, ni los avaros, ni los ebrios, ni los maldicientes, ni los rapaces poseerán el reino de Dios.


Mortificad, pues, vuestros miembros terrenos, la fornicación, la impureza, la liviandad, la concupiscencia y la avaricia, que es una especie de idolatría,


Vi entre los despojos un hermoso manto de Senaar, doscientos siclos de plata y una barra de oro de cincuenta siclos de peso, y, codicioso, los tome, y los enterré en medio de mi tienda, poniendo debajo el dinero.”


Sus ojos están llenos de adulterio, son insaciables de pecado, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón ejercitado en la avaricia, son hijos de maldición.


Llevados de la avaricia, harán de vosotros mercadería con palabras mentirosas, pero su condenación, ya antigua, no tardará, su ruina no se retrasará.


Pero los hijos de Samuel no siguieron los caminos de éste, sino que se apartaban de ellos por avaricia, recibiendo presentes y violando la justicia.


Sunda kami:

Mga paanunsiyo


Mga paanunsiyo