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Génesis 37:8 - Biblia Nacar-Colunga

8 Y sus hermanos le dijeron: “¿Es que vas a reinar sobre nosotros y vas a dominarnos?” Estos sueños y las palabras de José fueron causa de que le odiaran todavía más.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aún más a causa de sus sueños y sus palabras.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Sus hermanos respondieron: —Así que crees que serás nuestro rey, ¿no es verdad? ¿De veras piensas que reinarás sobre nosotros? Así que lo odiaron aún más debido a sus sueños y a la forma en que los contaba.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Sus hermanos le dijeron: '¿Eso quiere decir acaso que tú vas a reinar sobre nosotros, o que vas a mandarnos?' Y lo aborrrecieron más aún, a causa de sus sueños y de sus interpretaciones.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y le dijeron sus hermanos: ¿Acaso pretendes reinar sobre nosotros, o te enseñorearás tú de nosotros? Y lo odiaron aun más a causa de sus sueños y de sus palabras.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Dijéronle sus hermanos: '¿Es que vas a reinar sobre nosotros o quieres dominarnos?'. Y sus hermanos lo odiaron todavía más por causa de sus sueños y de sus palabras.

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Génesis 37:8
19 Cross References  

Concibió Esaú contra su hermano Jacob un odio profundo por lo de la bendición que le había dado su padre, y se dijo en su corazón: “Cerca están los días del duelo por mi padre; después mataré a Jacob, mi hermano.”


Viendo sus hermanos que su padre le amaba más que a todos, llegaron a odiarle, y no podían hablarle pacíficamente.


Tuvo José otro sueño, que contó también a sus hermanos, diciendo: “He aquí que he tenido otro sueño, y he visto que el sol, la luna y once estrellas me adoraban.”


Ellos le dijeron: “No, señor mío; tus siervos han venido a comprar mantenimientos;'


Acercóse entonces Judá y le dijo: “Por favor, señor mío, que pueda decir tu siervo unas palabras en tu oído sin que contra tu siervo se encienda tu cólera, pues eres como otro faraón.


Las bendiciones de tu padre sobrepasarán a las bendiciones de los montes eternos, superarán la belleza de las eternas colinas, que caigan sobre la cabeza de José, sobre la frente del príncipe de sus hermanos.


Sus hermanos se prosternaron ante él y le dijeron: “Somos tus siervos.”


La piedra que rechazaron los constructores ha sido puesta por cabecera angular.


Este le respondió: “Y ¿quién te ha puesto a ti como jefe y juez entre nosotros? ¿Es que quieres matarme, como mataste ayer al egipcio?” Moisés se atemorizó, y se dijo: “Ciertamente la cosa se sabe.”


Sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron detrás de él una legación, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros.


El, fijando en ellos su mirada, les dijo: Pues ¿qué significa aquello que está escrito: La piedra que reprobaron los edificadores, ésa ha venido a ser cabecera de esquina?


Pues a este Moisés, a quien ellos negaron diciendo: ¿Quién te ha constituido príncipe y juez?, a éste le envió Dios por príncipe y redentor por mano del ángel que se le apareció en la zarza.


de los dones exquisitos de la tierra y de su abundancia, gracioso don del que se apareció en la zarza; desciendan sobre la cabeza de José, sobre la frente del príncipe de sus hermanos.'


¿de cuánto mayor castigo pensáis que será digno el que pisotea al Hijo de Dios y reputa por inmunda la sangre de la alianza, con la que fue santificado, e insulta al Espíritu de la gracia?


Sin embargo, algunos perversos decían: “¿Este va a salvarnos?” Y despreciándole, no le hicieron presentes.


Eliab, su hermano, que había oído hablar a aquellos hombres, se encendió en cólera contra David y le dijo: “¿Para qué has bajado y a quién has dejado tu rebañito en el desierto? Ya conozco tu orgullo y la malicia de tu corazón. Para ver la batalla has bajado tú.”


Saúl se irritó mucho, y esto le desagradó, pues decía: “Dan diez mil a David y a mí mil; nada le falta si no es el reino.”


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