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Éxodo 33:9 - Biblia Nacar-Colunga

9 Una vez que entraba en ella Moisés, bajaba la columna de nube y se paraba a la entrada de la tienda, y Yahvé hablaba con Moisés.

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía y se ponía a la puerta del tabernáculo, y Jehová hablaba con Moisés.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Cuando Moisés entraba en la carpa, la columna de nube descendía y se quedaba en el aire a la entrada mientras el Señor hablaba con Moisés.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Y al entrar Moisés en la Tienda, la nube en forma de columna bajaba y se detenía a la entrada de la Tienda, mientras Yavé hablaba a Moisés.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y ocurría que cuando Moisés entraba en la Tienda, la columna de nube descendía y permanecía en la entrada de la Tienda mientras Él hablaba con Moisés.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 En el momento en que entraba Moisés en la tienda, descendía la columna de nube y se posaba a la entrada de la tienda, y Yahveh conversaba con Moisés.

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Éxodo 33:9
17 Cross References  

Y, como acabó de hablarle, desapareció Dios.


Fuese Yahvé después de haber hablado así a Abraham, y éste se volvió a su lugar.


Les hablaba en columna de nube, y guardaban sus testimonios y la Ley que les dio.


Allí me revelaré a ti, y de sobre el propiciatorio, de en medio de los querubines, te comunicaré yo todo cuanto para los hijos de Israel te mandare.”


Cuando hubo acabado Yahvé de hablar a Moisés en la montaña del Sinaí, le dio las dos tablas del testimonio, tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios.


Todo el pueblo, al ver la columna de nube parada ante la tienda, se alzaba y se prosternaba a la entrada de sus tiendas.


Yahvé hablaba a Moisés cara a cara, como habla un hombre a su amigo. Luego volvía Moisés al campamento, pero su ministro, el joven Josué, hijo de Nun, no se apartaba de la tienda.


Cuando Moisés se dirigía a la tienda, se levantaba el pueblo todo, estándose todos a la puerta de sus tiendas, y seguían con sus ojos a Moisés hasta que este entraba en la tienda.


Que no suba nadie contigo, ni parezca nadie en ninguna parte de la montaña, ni oveja ni buey paste junto a la montaña.”


Yahvé descendió en la nube y, poniéndose allí junto a él, pronunció el nombre de Yahvé,


dijo: “Señor, si he hallado gracia a tus ojos, dígnate, Señor, marchar en medio de nosotros, porque este pueblo es de dura cerviz; perdona nuestras iniquidades y nuestros pecados y tómalos por heredad tuya.”


Fue aquí de nuevo sobre mí la mano de Yahvé, que me dijo: Levántate, vete al campo y allí te hablaré.


Yo descenderé, y contigo hablaré allí, y tomaré del espíritu que hay en ti y lo pondré sobre ellos, para que te ayuden a llevar la carga del pueblo y no la lleves tú solo.


Cuando Moisés entraba en el tabernáculo de la reunión para hablar con Yahvé, oía la voz que le hablaba desde encima del propiciatorio puesto sobre el arca del testimonio, entre los dos querubines; así le hablaba Yahvé.'


Entonces dijo Yahvé a Moisés: “Mira que ya se acerca para ti el día de tu muerte; llama, pues, a Josué, y esperad a la entrada del tabernáculo de la reunión que le dé yo mis órdenes.” Fueron, pues, Moisés y Josué y esperaron a la entrada del tabernáculo de la reunión.'


Aparecióse Yahvé en el tabernáculo, en la columna de nube, a la entrada del tabernáculo,


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