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Eclesiastés 6:2 - Biblia Nacar-Colunga

2 Uno a quien Dios dio riquezas, hacienda y honra, y a quien nada le falta de cuanto su deseo puede desear, pero a quien Dios no le deja gozar de todo eso, sino que lo gozan los extraños.

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

2 El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad, y mal doloroso.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Dios les da a algunos mucha riqueza, honor y todo lo que pudieran desear, pero luego no les da la oportunidad de disfrutar de esas cosas. Se mueren, y algún otro —incluso un extraño— termina disfrutando de toda esa abundancia. Eso no tiene sentido, es una tragedia terrible.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Alguien recibió de Dios fortuna, riqueza y honores: nada faltó de todo lo que pudo desear. Pero Dios no le concede disfrutar de ello, y es otro el que lo aprovecha. Esta es otra cosa muy mala y que no se puede justificar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 El del hombre a quien Ha-’Elohim le ha dado riquezas, tesoros y honores, de modo que nada le falta de todo lo que su alma pueda desear, pero a quien Ha-’Elohim no le permite disfrutarlo, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad y un mal doloroso.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 A un individuo Dios le concede riqueza, fortuna y gloria: nada le falta de cuanto pudiera desear. Pero Dios no le permite disfrutar de todo ello, sino que lo disfruta un extraño. Esto es vanidad y triste desventura.

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Eclesiastés 6:2
24 Cross References  

Y aún te añado lo que no has pedido: riquezas y gloria tales, que no habrá en tus días rey alguno como tú;'


a quien Yahvé engrandeció en extremo a los ojos de todo Israel, dándole un reinad glorioso, cual ningún rey lo tuvo antes de él en Israel.


Murió en buena vejez, lleno de días, de riquezas y de gloria. Sucedióle Salomón, su hijo.


Dios dijo a Salomón: “Pues que esto es lo que más deseas, y no me has pedido riquezas, hacienda o gloria, ni la vida de tus enemigos, ni muchedumbre de días, sino que me has pedido la sabiduría y el entendimiento para gobernar a mi pueblo, cuyo rey te he hecho,


de los mortales, por tu mano, Yahvé; de los mortales que tienen el mundo por lote en esta vida. Que tu tesoro llene su vientre, que se sacien los hijos y dejen el sobrante a sus pequeñuelos.'


Has reducido a un palmo mis días, y mi existencia delante de ti es la nada; no dura más que un soplo todo hombre.'


Sus ojos se les saltan de puro gordos y dejan traslucir los antojos del corazón.


Vi también que todo trabajo y cuanto de bueno se hace mueve la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y apacentarse de viento.


un hombre solo que no tiene sucesor, que no tiene hijo ni hermano y-no cesa nunca de trabajar ni se hartan sus ojos de riquezas. ¿Para quién trabajo yo y me someto a privaciones? También esto es vanidad y duro trabajo.


Piérdense esas riquezas en un mal negocio, y a los hijos que engendra no les queda nada en la mano.


y sobre esto, comer todos los días de su vida en tinieblas, en afán, dolor y miseria.


y el haber recibido de Dios riquezas y hacienda y facultad de gozar de ellas, alegrándose con su parte en medio de sus afanes, es también don de Dios;'


no tendrá mucho en qué pensar en los días de su vida, porque Dios le llenó de alegría el corazón.


¿A qué gastar vuestro dinero no en pan, y vuestro trabajo no en hartura? Escuchadme y comeréis lo bueno y os deleitaréis con manjares suculentos.


Nuestra heredad ha pasado a manos extrañas, nuestras casas a poder de desconocidos.


El Dios Altísimo, ¡oh rey! dio a Nabucodonosor, tu padre, el reino, la grandeza, la gloria y la magnificencia.


Los extraños devoran su sustancia, sin que él se dé cuenta; ya tiene canas, y no se ha apercibido.'


El fruto de tu suelo y el producto de tu trabajo se lo comerá un pueblo que no conoces; serás siempre oprimido y aplastado.'


El extranjero que habita en medio de ti subirá por encima de ti cada vez más alto, y tú bajarás cada vez más bajo;'


Daréis con un pueblo que vive seguro. La tierra es amplia, y Dios la ha puesto en vuestras manos. Es una tierra que produce de todo.”


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