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2 Corintios 11:23 - Biblia Nacar-Colunga

23 ¿Son ministros de Cristo? Hablando en locura, más yo; en muchos trabajos, en muchas prisiones, en muchos azotes, en, frecuentes peligros de muerte.'

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

23 ¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 ¿Son siervos de Cristo? Sé que sueno como un loco, ¡pero yo lo he servido mucho más! He trabajado con más esfuerzo, me han encarcelado más seguido, fui azotado innumerables veces y enfrenté la muerte en repetidas ocasiones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Empiezo a hablar como un loco: yo lo soy más que ellos. Más por mis numerosas fatigas, más por el tiempo pasado en cárcel, mucho más por los golpes recibidos, y muchas veces me encontré en peligro de muerte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 ¿Son ministros del Mesías? (Hablo como si hubiera perdido el juicio.) Yo más: en trabajos, mucho más; en cárceles,° mucho más; en azotes, más severamente; en peligros de muerte, muchas veces.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 ¿Son servidores de Cristo? Lo diré como quien delira: ¡mucho más lo soy yo! Más en trabajos, más en cárceles, muchísimo más en palizas; y, frecuentemente, en peligros de muerte.

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2 Corintios 11:23
43 Cross References  

Y le dijo Jeremías a Baruc: Yo estoy impedido de poder ir a la casa de Yahvé;'


Pero judíos venidos de Antioquía e Iconio sedujeron a las turbas, que apedrearon a Pablo y le arrastraron fuera de la ciudad, dejándole por muerto.


sino que en todas las ciudades el Espíritu Santo me advierte, diciendo que me esperan cadenas y tribulaciones.


el cual, llegándose a nosotros, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos con él, dijo: “Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón cuyo es este cinto, y le entregarán en poder de los gentiles.”


Habiendo pasado allí varios días, dio cuenta Festo al rey del asunto de Pablo, diciendo: Hay aquí un hombre que fue dejado preso por Félix,


Cuando estuvo resuelto que emprendiésemos la navegación a Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos en manos de un centurión llamado Julio, de la cohorte Augusta.


Cuando entramos en Roma permitieron a Pablo morar en casa particular, con un soldado que tenía el encargo de guardarle.


Dos años enteros permaneció en la casa que había alquilado, donde recibía a todos los que venían a él,


Yo le mostraré cuánto habrá de padecer por mi nombre.


Según está escrito: “Por tu causa somos entregados a la muerte todo el día, somos mirados como ovejas destinadas al matadero.”


Mas por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia que me confirió no ha sido estéril, antes he trabajado más que todos ellos, pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.


Pues ¿qué es Apolo y qué es Pablo? Ministros según lo que a cada uno ha dado el Señor, por cuyo ministerio habéis creído.


Es preciso que los hombres vean en nosotros ministros de Cristo y dispensadores de los misterios de Dios.


Hasta el presente pasamos hambre, sed y desnudez, somos abofeteados y andamos vagabundos,


Porque, a lo que pienso, Dios a nosotros, los apóstoles, nos ha asignado el último lugar, como a condenados a muerte, pues hemos venido a ser espectáculo para el mundo, para los ángeles y para los hombres.


Mirad sólo lo que a la vista tenéis. Si alguno confía en que es de Cristo, piense también que como él lo es, así lo somos nosotros.


Pero yo creo que en nada soy inferior a esos preclaros apóstoles,


El nos capacitó como ministros de la nueva alianza, no de la letra, sino del espíritu, que la letra mata, pero el espíritu da vida.


Mientras vivimos estamos siempre entregados a la muerte por amor de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste también en nuestra carne mortal.


cual desconocidos, siendo bien conocidos; cual moribundos, bien que vivamos; cual castigados, mas no muertos;'


Por lo demás, que nadie me moleste, que llevo en mi cuerpo las señales de Jesús


Por esto yo, Pablo, el prisionero de Cristo Jesús por amor de vosotros los gentiles.,


Así, pues, os exhorto yo, el prisionero en el Señor, a andar de una manera digna de la vocación con que fuisteis llamados,


del que soy embajador encadenado para anunciarlo valientemente y hablar de él como conviene hablar.


de manera que en todo el pretorio y a todos los demás se ha hecho patente cómo llevo mis cadenas por Cristo,


Y aunque tuviera que libarme sobre el sacrificio y el servicio de vuestra fe, me alegraría y me congratularía con todos vosotros.


Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros, y suplo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia.


por lo cual me fatigo, luchando con la energía de su fuerza, que obra poderosamente en mí.


y enviamos a Timoteo, nuestro hermano y ministro de Dios en el Evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros en vuestra fe,


Si enseñas esto a los hermanos serás buen ministro de Cristo Jesús, nutrido en las palabras de la fe y de la buena doctrina que has alcanzado.


Haga el Señor misericordia a la familia de Onesiforo, porque muchas veces me ha aliviado y no se avergonzó de mis cadenas,


No te avergüences, pues, del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; antes soporta con fortaleza los trabajos por la causa del Evangelio, fiado en el poder de Dios,'


por el cual sufro hasta las cadenas como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada.'


mis persecuciones y aflicciones, las que hube de soportar en Antioquía, Iconio y Listra, donde tantas persecuciones sufrí, de las cuales, sin embargo, me libró el Señor.


mas prefiero apelar a tu caridad. Siendo el que soy, Pablo, anciano, y ahora prisionero de Cristo Jesús,


Pues habéis tenido compasión de los presos, y recibisteis con alegría el despojo de vuestros bienes, conociendo que teníais una hacienda mejor y perdurable.


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